La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar preocupación, en virtud de los datos arrojados por el último informe de la Organización Internacional del Trabajo, titulado "Transición a la formalidad en América latina y el Caribe", presentado el 14 de Octubre de 2014 en Lima, Perú, en el marco de la segunda jornada de la 18º Reunión Regional Americana del organismo, integrado por funcionarios de gobiernos y dirigentes de sindicatos y empresas.

Señor presidente:

El pasado 14 de Octubre, en la ciudad de Lima, Perú, la Organización Internacional del Trabajo dio a conocer su último informe en materia de informalidad, titulado: "Transición a la formalidad en América latina y el Caribe", en el marco de la segunda jornada de la 18º Reunión Regional Americana del organismo. El mismo arroja que la informalidad laboral afecta al 46,8% de los trabajadores en la Argentina, y la tasa trepa al 61,6% si se considera sólo el segmento de los jóvenes de entre 15 y 24 años. Los índices, correspondientes a 2013, surgen del conjunto total de ocupados (asalariados y cuentapropistas), y fueron elaborados sobre la base de información de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC. Asimismo, el porcentaje total implica que unos 7,2 millones de trabajadores de las áreas urbanas del país trabajan sin acceso a los derechos de la seguridad social.

Mientras que el INDEC y las cifras oficiales, sostienen que la falta de aportes afecta al 33,1 % por ciento de los trabajadores en relación de dependencia, el organismo de estadísticas nada informa acerca de cuántos cuentapropistas no hacen contribuciones a la seguridad social. De todas maneras, dichos datos se encuentran en la encuesta permanente de hogares (EPH), lo que les ha permitido a los especialistas calcular la tasa de irregularidad en ese grupo de trabajadores.

Lamentablemente, desde el Poder Ejecutivo Nacional, se ha desestimado y condenado públicamente el informe mencionado, lo cual constituye un hecho, al menos, repudiable, en la medida que no existe Organismo más confiable y fidedigno en materia laboral, que la Organización Internacional del Trabajo.

La informalidad laboral, se erige como uno de los principales flagelos en la difícil realidad nacional. La informalidad vulnera la dignidad, precariza, y condena sobre todo a los más jóvenes a la hora de intentar ingresar al mercado de trabajo formal. La informalidad estigmatiza, y posiciona a millones de personas por fuera de la cobertura a la seguridad social y la salud.

Por lo expuesto Señor Presidente, solicito la aprobación del presente Proyecto.