La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su respaldo a la política exterior e interior desarrollada por el Gobierno Nacional que encabeza la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Su aval a las acciones llevadas a cabo en el marco de esa política y en cumplimiento del Derecho Nacional e Internacional, relacionadas con el ingreso de un avión de la Fuerza Aérea Norteamericana en cuya carga se verificó la presencia de bienes ajenos a una lista oportunamente entregada por esa embajada.

Su deseo de un pronto esclarecimiento y la disposición del país para colaborar en la investigación del hecho, restableciendo así la confianza mutua entre ambos Estados.

Señor presidente:

El jueves 10 de febrero arribó al país un Avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en cumplimiento de acuerdos de Cooperación que traía consigo material necesario para el dictado de un curso de capacitación. Dicho material, previamente acordado por ambos Gobiernos, es listado a efectos de formalizar su ingreso.

Realizados los controles correspondientes, los funcionarios intervinientes detectaron diferencias entre el manifiesto del avión y lo efectivamente transportado, lo que motivó la puesta en marcha de una serie de mecanismos previstos por la normativa en la materia, reteniendo el material no declarado, entre los que se encontró desde armas hasta diferentes clases de droga, entre ellas varias dosis de morfina; además de material para interceptar comunicaciones, GPS de una sofisticación reveladora de su potencia y elementos tecnológicos conteniendo códigos caratulados como secretos .

A partir de este hecho, las diplomacias de ambos países tomaron intervención a fin de esclarecer la situación generada en torno a una cuestión tan sensible como es la Seguridad de un país.

Hasta el momento ni la Embajada Norteamericana ni el Gobierno de los Estados Unidos dieron explicaciones satisfactorias respecto de la presencia del material no declarado en el cargamento, así como tampoco justificaron su existencia en razón del uso que se pretendía dar al mismo en el acordado entrenamiento.

Tampoco hubo disculpas formales ni una postura responsable y comprometida, habida cuenta que esta situación tiene antecedentes durante la gestión de la Embajadora Vilma Martínez en agosto pasado. En aquel momento se canceló un curso porque un avión perteneciente a la Fuerza Aérea de los EEUU se vio imposibilitado de descargar material sensitivo también omitido en la declaración realizada en aquella oportunidad.

Es evidente que nuestro país, en virtud de las buenas relaciones con la nueva administración, que intenta imprimir en su relación con América Latina respeto y confianza y desarrollar políticas de cooperación en materia de Seguridad y Defensa, ha sido tolerante y cuidadoso en el manejo de las relaciones. No obstante no puede anular sus mecanismos internos de control ni los acuerdos suscriptos que tienen como bien jurídico protegido la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.

Estamos convencidos de la falta de intencionalidad de la administración del Presidente Obama. Sin embargo es nuestro deber como país serio, que defiende su seguridad y la seguridad hemisférica, accionar los mecanismos correspondientes internos así como la vía diplomática, sentando precedente y colaborando en la investigación de un incidente que, por reiterado, genera resquemores y pone en evidencia la necesidad de determinar, también para el Gobierno de los EEUU, quiénes fueron y quiénes son los actores involucrados en este tipo de maniobras que atacan la confianza y las buenas relaciones abonadas desde el giro que significó a la Política Exterior de los EEUU, la asunción de su nuevo mandatario.

En virtud de lo expuesto solicito a mis colegas me acompañen en el presente Proyecto de Declaración.