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PROYECTO DE TP


Expediente 8070-D-2014
Sumario: EXPRESAR BENEPLACITO Y ADHESION A LA CONMEMORACION DEL 69 ANIVERSARIO DE LA MOVILIZACION POPULAR PRODUCIDA EL DIA 17 DE OCTUBRE DE 1945, Y QUE SE INSTITUYO COMO EL " DIA DE LA LEALTAD PERONISTA ".
Fecha: 15/10/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 145
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:


Expresar beneplácito y adhesión a la conmemoración del 69 aniversario de la movilización popular producida el 17 de octubre de 1945 y que se instituyó como el "Día de la Lealtad Peronista".

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Como Día de la Lealtad se conoce en la Argentina a la conmemoración anual del 17 de octubre de 1945, fecha en que se produjo en Buenos Aires una gran movilización obrera y sindical para exigir la liberación del coronel Juan Domingo Perón, detenido por el gobierno militar de entonces.
El 17 de Octubre, es considerado uno de los momentos más importantes del movimiento obrero argentino, marcando, en la historia argentina y latinoamericana, un antes y un después, cuyos efectos políticos y sus realizaciones aún perduran, considerándoselo como el nacimiento del peronismo, hecho que se concreta a partir del discurso de Juan Domingo Perón en los balcones de la Casa Rosada cuando se dirige a la multitud que lo vivaba.
Para entender la verdadera dimensión del significado que tiene este día, es necesario hacer un repaso retrospectivo de lo acontecido en la madrugada del 17 de Octubre, cuando comenzó una movilización de los trabajadores de La Boca, Barracas, Parque Patricios, de los barrios populares del oeste de la Capital Federal, de las zonas industriales y de sus alrededores, se movilizó todo un pueblo, no solo la clase obrera, este movimiento, producto de la pasión cívica tuvo lugar en todas las ciudades no solo en Buenos Aires, sino también en Rosario, La Plata y demás localidades del interior del país, con el solo propósito de pedir por la liberación de Juan Domingo Perón, es decir, no solo hubo una verdadera pasión cívica, sino también fervor patriótico, valores estos, ubicados por encima de las simpatías partidarias y con la lealtad no ya hacia un partido político, sino hacia un individuo que encarnaría esos valores.
Fue muy importante el número de trabajadores que salió de Berisso, localidad cercana a La Plata donde había importantes frigoríficos, en la que estuvo muy activo a favor de la movilización, el dirigente gremial Cipriano Reyes. También la secretaria de Domingo Mercante, Isabel Ernst, tuvo un rol importante como nexo entre Perón y los dirigentes sindicales. Los obreros no ingresaban a trabajar en las fábricas y talleres sino que iban recorriendo los establecimientos vecinos incitando a abandonarlos a quienes se encontraban en ellos, para luego marchar coreando consignas en favor de Juan Domingo Perón por las calles principales hacia el centro de la Capital Federal. La acción estaba apenas coordinada por algunos dirigentes gremiales que habían estado agitando los días anteriores y la principal fuerza de impulso provenía de esas mismas columnas que mientras marchaban retroalimentaban el movimiento.
Al tiempo que la CGT llevaba a cabo un paro general , obreros que llegaban desde la Boca, Parque Patricios, Barracas y los otros barrios populares, comenzaron a concentrarse en la Plaza de Mayo. A ellos, se les sumaban trabajadores provenientes, sobre todo, del sur del Gran Buenos Aires. Incluso, cruzando el riachuelo a nado en balsas improvisadas luego de que la policía levantará los puentes para impedir su paso. Más tarde, los puentes fueron bajados por la misma Policía, quienes claramente estaban a favor de Perón, no obstaculizando la marcha e incluso con algunos de sus integrantes se intercambiaron expresiones de simpatía con los manifestantes, cuyas consignas nada tenían que ver con el reclamo de la CGT sino que expresaban su apoyo a Perón y la exigencia de su liberación.
Como bien describe Mariano Ben Plotkin, en su libro, "El día que se Inventó el Peronismo", "El pueblo arrebatado por el fervor patriótico y enardecido por la pasión cívica, se volcó, como nunca se viera, en las calles de todas las ciudades y todos los pueblos de la República, pidiendo el retorno del hombre al que las fuerza oscuras pretendieron alejar del sitial que sus merecimientos y su lucha le habían asegurado".
El presidente Edelmiro J. Farrell mantuvo una actitud prescindente. El nuevo Ministro de Guerra, General Eduardo Ávalos observaba a los manifestantes y se negó a movilizar las tropas del cuartel de Campo de Mayo, como se lo pedían algunos jefes del ejército y el Ministro de Marina. Ávalos confiaba en que la manifestación se disolvería por sí sola pero al comprobar que, por el contrario, era cada vez más numerosa, accedió a entrevistarse con Perón en el Hospital Militar, ya que había sido conducido desde su prisión en la Isla Martín García hasta ese nosocomio, para la realización de algunos chequeos médicos. Tuvieron una corta reunión en la que pactaron las condiciones. Perón hablaría a los manifestantes para tranquilizarlos, no haría referencia a su detención y obtendría que se retiraran y por otra parte el gabinete renunciaría en su totalidad y Ávalos solicitaría su retiro.
A las 23:10 Perón salió a uno de los balcones de la Casa de Gobierno. Ante la multitud que se había concentrado en la Plaza de Mayo, enfrente a la Casa de Gobierno y que crecía a cada hora exigiendo la libertad de Perón, los mandos militares que lo habían detenido tuvieron que ceder y permitieron al General salir y hablar a la multitud.
Comenzó entonces su discurso "Como secretario de Trabajo y Previsión" y dijo; "Trabajadores: hace casi dos años dije desde estos mismos balcones que tenía tres honras en mi vida: la de ser soldado, la de ser un patriota y la de ser el primer trabajador argentino. Hoy a la tarde, el Poder Ejecutivo ha firmado mi solicitud de retiro del servicio activo del Ejército. Con ello, he renunciado voluntariamente al más insigne honor al que puede aspirar un soldado: llevar las palmas y laureles de general de la Nación. Ello lo he hecho porque quiero seguir siendo el coronel Perón, y ponerme con este nombre al servicio integral del auténtico pueblo argentino. Dejo el sagrado y honroso uniforme que me entregó la Patria para vestir la casaca de civil y mezclarme en esa masa sufriente y sudorosa que elabora el trabajo y la grandeza de la Patria", y finalizando su discurso dijo: "He dejado deliberadamente para lo último, el recomendarles que antes de abandonar esta magnífica asamblea, lo hagan con mucho cuidado. Recuerden que entre todos hay numerosas mujeres obreras, que han de ser protegidas aquí y en la vida por los mismos obreros; y finalmente, recuerden que estoy un poco enfermo de cuidado y les pido que recuerden que necesito un descanso que me tomaré en el Chubut ahora, para reponer fuerzas y volver a luchar codo a codo con ustedes, hasta quedar exhausto si es preciso. Pido a todos que nos quedemos por lo menos quince minutos más reunidos, porque quiero estar desde este sitio contemplando este espectáculo que me saca de la tristeza que he vivido en estos días."
Ese mismo día, Perón se postulaba como candidato a presidente en las elecciones de 1946 y nacía el Partido Justicialista que finalmente llegaría al poder, el 4 de junio de 1946, con 55 % de los votos emitidos y con los dos tercios de la Cámara de Diputados, lo que le daría el control absoluto de la misma llamados a partir de ahora. "Los Descamisados".
Luego de la concentración en la Plaza de Mayo, gran cantidad de gente asistió a los bailes populares organizados por la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. La imagen de los obreros vistiendo ropa de trabajo, danzando por las calles constituyó una reproducción simbólica de la toma de la ciudad, como decía Arturo Jauretche, "...nada grande se puede hacer sin alegría"... y nació allí el peronismo.
Debido al apoyo de los trabajadores que se acercaron a la Plaza de Mayo y que se mostraban dispuestos a permanecer allí hasta que liberen a Perón, esa jornada se recuerda como el Día de la Lealtad Peronista.
La movilización de ese día significó la incorporación de la clase obrera a la vida política del país con aspiración a ser reconocida como uno de los factores de poder; el surgimiento de una nueva fuerza política en derredor de Perón, distinta de las existentes, que aplicaría nuevos enfoques, prácticas y liturgias que la distinguirían del resto. El Coronel Domingo Mercante, Director del Diario El Laborista, escribía en sus páginas... " la gente se reunía en la Plaza de Mayo, a efectos de ponerlo todo al servicio del hombre que ha sabido encarnar la máxima aspiración de un pueblo que por él se siente liberado".
El 17 de octubre, como todos los 17 de octubre desde 1945, se celebra en nuestro país el Día de la Lealtad Peronista, en homenaje al día que marcó un hito en la historia del movimiento obrero y político de nuestro país, historia que estuvo destinada a redefinir su significación y a construir una memoria sobre los hechos ocurridos en 1945, quedando en la retina peronista el recuerdo del episodio que tuvo a Perón como protagonista y que sirvió para sellar el pacto sagrado entre el líder y su pueblo.
Como recordaba un grande del peronismo en su discurso conmemorando el Día de la Lealtad, en la Ciudad de La Plata, en octubre de 2009, hablo del reciente compañero fallecido Antonio Cafiero, "...en el Día de la Lealtad debería hacerse un homenaje a todos los peronistas de todos los tiempos, recordando primero, a quienes dieron su vida para que el movimiento exista" y agregó, "el 17 de octubre fue un sentimiento porque el Peronismo nace y brota del corazón".
Por lo expuesto, solicito a los Sres. Diputados me acompañen en la sanción del presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
GIUSTOZZI, RUBEN DARIO BUENOS AIRES FRENTE RENOVADOR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
CULTURA (Primera Competencia)