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PROYECTO DE TP


Expediente 8010-D-2014
Sumario: EXPRESAR ADHESION A LA PROPUESTA DE DIVERSAS ORGANIZACIONES CIVILES ARGENTINAS, DE UNIFICAR EL SISTEMA DE ENSEÑANZA Y QUE LOS NIÑOS CON DISCAPACIDAD ESTUDIEN EN ESCUELAS COMUNES CON UNA EDUCACION INCLUSIVA.
Fecha: 14/10/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 144
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Expresar su adhesión a la propuesta de cambio de paradigma enunciado por un centenar de organizaciones civiles argentinas, que proponen unificar el sistema de enseñanza y que los niños con discapacidad estudien en una escuela común y con una educación inclusiva.
Requerir al Poder Ejecutivo Nacional la aplicación del artículo 24 de Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad en donde se sostiene que los Estados parte del convenio deben asegurar un sistema de educación inclusivo a todos los niveles.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


115 organizaciones civiles de todo el país se congregaron en el Grupo Artículo 24 por la Educación Inclusiva para que la excepción se convierta en la regla: un sistema de enseñanza único, que responda a las necesidades de todos los estudiantes, también aquellos con discapacidad, y que, de esta manera, las escuelas especiales ya no tengan razón de ser.
"Hoy estamos parados en un sistema que excluye y que segrega -dice Gabriela Santuccione, coordinadora del Grupo Artículo 24-. Hay que ir a un sistema inclusivo y reconvertir la escuela especial, pero primero hay que terminar con las normas que permiten sacar a un chico de la escuela común."
Santuccione se refiere a un cambio de paradigma, donde se deje de ver a las personas con discapacidad como sujetos de atención médica y se las empiece a ver como sujetos de derecho y, por ende, con derecho a la educación. "Las escuelas de educación especial responden al modelo rehabilitador, se enfocan en el déficit y lo que buscan es curar más que enseñar", afirma. Esta posición ha generado resistencia en ciertos sectores, y una de las razones es el temor a la pérdida de fuentes de trabajo para los maestros de las escuelas especiales. En ese sentido, Santuccione asegura que el planteo es que los maestros de escuelas especiales estén presentes, pero en vez de en dos sistemas en uno solo.
El nombre de la agrupación remite al artículo de la Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad que sostiene que los Estados parte del convenio deben asegurar un sistema de educación inclusivo a todos los niveles. ¿Qué debe entenderse por educación inclusiva? Un estudio sobre el derecho de las personas con discapacidad a la educación del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de diciembre pasado la define como aquella que reconoce la obligación de eliminar barreras que restrinjan o impidan la participación, y que también reconoce la necesidad de modificar la cultura, la política y la práctica de las escuelas convencionales para tener en cuenta las necesidades de todos los estudiantes, también de aquellos con discapacidad.
En ese texto también se diferencia la inclusión de la integración, cuyo enfoque se centra en reforzar la capacidad del estudiante por cumplir las normas establecidas y no contempla la adaptación de la escuela a las necesidades de los alumnos.
Cuando Santuccione recorrió escuelas para su hijo -hoy en tercer año del secundario-, que tiene una discapacidad que no requiere adaptación curricular, la mayoría de las instituciones tenían una misma respuesta: no. Porque no estaban capacitados, porque no tenían vacantes, porque la vacante de integración ya estaba cubierta. Al final, pudo ingresar en una escuela pública de Capital para hacer el secundario. "Él se tuvo que amoldar al colegio, y no el colegio a él. Nada han hecho para hacérselo más accesible. Todo el esfuerzo es de él", cuenta Gabriela.
La adaptación de la escuela a la persona (y no al revés, como suele suceder) es una característica de la educación inclusiva que se lleva a cabo a través de ajustes razonables y apoyos: medios que garanticen a todos la accesibilidad en cuanto a infraestructura, al transporte y a los medios para comunicarse, además de las que se requieran para las necesidades individuales de los alumnos, como lo son los maestros integradores.
Verónica Martorello, que ejerció ese rol durante dos años y hoy se ocupa de monitorear a otros profesionales, considera al maestro integrador un agente de cambio dentro de la escuela y también en la sociedad: "Dentro del aula, no sólo acompaña al chico en el día a día; es también una pareja pedagógica de la maestra y un referente para los otros alumnos -dice-. Es además quien articula la posibilidad de que esta persona esté en el contexto educativo y pueda funcionar".
Si algo estuvo claro desde el momento de la creación de la Escuela Arlene Fern, colegio primario privado de Capital, fue que la inclusión de niños con discapacidad sería uno de sus pilares ideológicos. Hoy la escuela cuenta con 40 niños integrados y 59 maestros integradores.
Como cuentan las directoras de primaria y jardín de infantes, Beatriz Plotquin y Tali Joffe, al arrancar sin un marco de referencia, en sus 19 años de historia hubo aprendizajes sobre la marcha. Lo que empezó como integración derivó luego en inclusión, y se dejaron atrás costumbres como esa de que en las reuniones se les diera un espacio a los padres del niño integrado para que hablaran de lo que le pasaba a su hijo. "Hoy, en cambio, a nadie se le ocurriría hacerlo y hasta podría considerarse una falta de respeto", coinciden las directoras.
En algunos padres, sin embargo, siguen existiendo dudas y surgen preguntas como si compartir las aulas con un estudiante con retraso madurativo puede atrasar el rendimiento individual de los otros. Son ellas quienes se encargan de explicarles que la experiencia demuestra lo contrario: "Una de las conclusiones es que todos los prejuicios de los adultos caen cuando se convive con quien es diferente durante la infancia, y que la calidad académica no implica ser mejores, sino dejar aflorar el potencial de cada uno y apoyar las debilidades", dice Plotquin.
Ponen el ejemplo de Iván Davidovich, que por su parálisis cerebral se hubiera visto obligado a cursar toda su vida en una escuela especial. Sin embargo, hizo jardín y primaria allí, y hoy cursa el secundario en la escuela Ort junto a su mejor amigo desde la primaria (Fuente: diario La Nación).
No será una tarea sencilla, porque hay que remover obstáculos edilicios, concientizar a los docentes, capacitar a los maestros y profesores que se dedican a capacidades especiales y fundamentalmente luchar contra la barbarie y la crueldad. Pero, no podemos renunciar ni claudicar en asegurar un sistema de educación inclusivo a todos los niveles.
La tarea será enorme, pero la recompensa será mayor y nos otorgará satisfacciones espirituales y morales, cesando con toda forma de discriminación.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
ASSEFF, ALBERTO BUENOS AIRES UNIR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
DISCAPACIDAD (Primera Competencia)