La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo nacional para requerirle deje sin efecto, respecto de los países miembros del MERCOSUR, el régimen de percepción aplicable a la adquisición de bienes y locaciones de servicios turísticos efectuados en el exterior que se cancelen mediante tarjetas de crédito, implementado mediante la Resolución General N° 3450/2013 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), considerando la necesidad de armonizar las legislaciones nacionales con los países vecinos y reafirmando la voluntad política de avanzar en un proceso de integración con libre circulación de productos y servicios, que contribuya a mejorar las condiciones de vida de los consumidores de la región.

Señor presidente:

El 18 de Marzo último fue publicada en el Boletín Oficial una Resolución General de la Administración Federal de Ingresos Públicos, por la cual se estableció un régimen especial de percepción de impuestos sobre operaciones efectuadas en el exterior, que incluye principalmente gastos de servicios turísticos, fijando una alícuota del VEINTE por CIENTO (20 %) sobre el precio de cada operación realizada mediante la utilización de tarjetas de crédito (Res. Gral. AFIP N° 3450/2013).

De tal manera se redobló el cepo cambiario sobre los ciudadanos argentinos que quieran viajar al exterior, al aumentar el recargo a cuenta de Ganancias implementado en septiembre de 2012, del 15 al 20 %, además de generalizar las transacciones realizadas en pesos para la adquisición de pasajes, hoteles y otras operaciones, buscando disuadir a las personas de viajar a otros países, en el contexto de un creciente déficit de la balanza de divisas del sector turístico.

Nadie ignora que la crisis de reservas es hoy una obsesión oficial y que apremia al gobierno la necesidad de dólares, pero no puede desconocerse cómo fueron gestándose los desajustes estructurales de la economía, el retraso cambiario y la fuga de capitales, con medidas de gobierno que agravaron el cuadro, como el cepo cambiario, que desde su implementación a fines de 2011, ha provocado una caída de las reservas del Banco Central cercana a los US$ 15.000 millones.

Junto a otras trabas a las inversiones, el llamado cepo cambiario forma parte de una seguidilla de remedios tardíos y desarticulados, con una gestión de la economía que no sólo desaprovechó el saldo favorable de nuestras exportaciones agropecuarias - por nada menos que US$ 195.000 entre 2003 y 2013 -, sino que se mostró siempre más empeñado en revertir los efectos que en corregir las causas de los desequilibrios y restricciones de la economía nacional.

Las trabas, recargos y controles oficiales a las compras con tarjeta de servicios turísticos en el exterior no han servido para desalentar la salida de dólares por estos consumos. Es necesario advertir que la inflación es la principal causa que determina el retraso cambiario y la consecuente caída de reservas.

Ante la falta de realismo y la ausencia de decisiones para un cambio más profundo de contención inflacionaria y estabilidad macroeconómica, el cepo cambiario implementado contra el turismo, ha resultado uno de los mayores fracasos y no ha servido para detener la caída de reservas.

Las preferencias de los consumidores por los servicios turísticos en el exterior del país se mantienen aún pagando todos los impuestos, o percepciones "a cuenta", que ha fijado la AFIP, sin la intervención debida que corresponde al Congreso de la Nación para habilitar cambios tributarios.

Por todo ello, resulta adecuado recuperar la senda de los compromisos específicos asumidos en el marco del MERCOSUR respecto del comercio de servicios turísticos, buscando armonizar las legislaciones nacionales y mejorar nuestras relaciones con los países vecinos.

La medida propuesta respecto de los países miembros del MERCOSUR será, a no dudarlo, una clara demostración de la voluntad política de avanzar en el proceso de integración, con libre circulación de productos y servicios, que contribuirá a mejorar las condiciones de vida de los consumidores de la región.

Por todo lo expuesto, solicito el apoyo de mis pares para dar aprobación al presente proyecto de resolución.