La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar preocupación ante el fallecimiento de una trabajadora de la empresa Kraft Foods en el interior del establecimiento, ocurrida el 14 de septiembre del corriente año tras una inadecuada atención por parte del servicio médico prestado por la empresa, considerando que el mismo ya ha sido objeto de cuestionamientos y denuncias por parte de los trabajadores.

Señor presidente:

El día 14 de septiembre Marcela Ortega, trabajadora del área administrativa de la empresa Kraft Foods y madre de tres hijos, falleció de un paro cardiorrespiratorio en las instalaciones de la empresa mientras era atendida por personal del servicio médico. Previo a su fallecimiento, esta trabajadora se había presentado en el servicio médico acusando un importante malestar ante lo cual se le suministró un antiácido y se le indicó que volviera a su puesto de trabajo. Horas después Marcela fallecía en la empresa víctima de un paro cardíaco.

Ante este gravísimo hecho los trabajadores decidieron realizar un paro de 48 hs para exigir que el sistema de atención de la salud de los empleados sea modificado, ya que no es el primer hecho que se registra donde se encuentra seriamente cuestionada la idoneidad y eficiencia del sistema médico adoptado por la empresa. Estos cuestionamientos por parte de los trabajadores al servicio médico no son nuevos, baste recordar el conflicto desatado hace más de un año cuando la empresa respondió con decenas de despidos ante el reclamo de medidas básicas de seguridad ante la epidemia de Gripe A.

Entendemos que tanto el accionar del servicio médico en el caso del fallecimiento de Marcela Ortega, como en el caso de la gripe A, dan cuenta de una política implementada por la empresa donde lo único que se privilegia es que el trabajador, enfermo o no, vuelva a la línea de producción y siga trabajando, en detrimento completo de la integridad y la vida de los empleados.

Justamente la denuncia que aportan a través de su Comisión Interna los trabajadores de la fábrica da cuenta de que no es sorprendente que se haya llegado a la muerte de una trabajadora joven en la planta, cuando ante enfermedades y malestares la actitud del servicio médico de la empresa siempre es obligar al trabajador a seguir produciendo y a volver a su puesto.

Como decíamos, estas situación desencadenó una fuerte protesta del conjunto de los obreros quienes reclaman no sólo el esclarecimiento del fallecimiento de Marcela, sino también distintas cuestiones relacionadas con la prestación de este servicio por parte de la empresa, como son: el reconocimiento pleno de los certificados particulares presentados por los trabajadores; que se prohíba al departamento medico enviar nuevamente a trabajar a cualquier compañero que presente malestares físicos y problemas de salud en el trabajo; y además la reforma completa del actual servicio médico, estableciendo la participación de los trabajadores en la selección del personal (médicos y enfermeras) en función de su idoneidad profesional y sus antecedentes.

Motivó también este hecho la realización de dos audiencias en el Ministerio de Trabajo, a las cuales la empresa se presentó pero no aportó ninguna propuesta concreta para realizar los cambios que reclaman los trabajadores. Peor aún, Kraft Foods presentó un protocolo donde se constata que a la empresa contratada para el servicio de emergencia de todos los trabajadores se le abona una suma de $552,50 por todo concepto mensual. Esta misma empresa además declaró la quiebra en noviembre de 2008. Esta es la situación en que se encuentra el cuidado de la salud de los empleados de Kraft hoy, luego de la muerte de Marcela Ortega.

Por los motivos expuestos, solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto de resolución.