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PROYECTO DE TP


Expediente 7517-D-2013
Sumario: MONUMENTO AL GENERAL ANGEL VICENTE PEÑALOZA, "EL CHACHO", UBICADO EN LA PROVINCIA DE LA RIOJA: DECLARACION DE MONUMENTO HISTORICO NACIONAL.
Fecha: 19/11/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 176
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


DECLÁRESE MONUMENTO HISTÓRICO NACIONAL EL MONUMENTO AL GENERAL ÁNGEL VICENTE "EL CHACHO" PEÑALOZA.-
Artículo 1: Declárese Monumento Histórico Nacional, en los términos de la ley 12.665, el Monumento al General Ángel Vicente "El Chacho" Peñaloza, sito en la rotonda ubicada entre las Avenidas Félix de la Colina y Ortiz de Ocampo, sobre la traza de la ruta 75, en la entrada a la ciudad Capital de la Provincia de La Rioja.
Artículo 2: La Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, instrumentará todo lo atinente para el cumplimiento de la presente ley.
Artículo 3: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Que, Ángel Vicente Peñaloza nació en 1796 en la pequeña aldea de Guaja, La Rioja. Era y es reconocido mucho más por su apodo, "El Chacho" - que fuera puesto por su tío abuelo, el prestigioso sacerdote Pedro Vicente Peñaloza.- que por su nombre. Se caracterizó por su bondad, valentía y empecinamiento en la lucha por su proyecto de nación, que defendió ofrendando su vida; fue un paisano sencillo y bondadoso, pero astuto, hombre de pocas palabras que se movía por los impulsos del corazón.
En 1817 integró la caballería llanista que va con la expedición a Copiapó, acción bélica en la que se lucen los riojanos, quienes se hacen merecedores de la distinción que San Martín otorgó a los vencedores de Chacabuco. A partir de 1820 el Chacho acompaña a Juan Facundo Quiroga, como soldado de las milicias riojanas, en todas sus campañas, primero contra Gregorio Aráoz de Lamadrid y después contra José María Paz.
Pero el Chacho era muy diferente a su jefe. Facundo era una expresión insólita de su medio, por su nervio, su agresividad, su imaginación y hasta por los altibajos tormentosos de su
espíritu; era un producto típico de las convulsiones de la época. El Chacho era una expresión mucho más auténtica de la idiosincrasia paisana en su sencillez, su bonhomía, su ingenuidad. Era un gaucho servicial y casi iletrado, firme en sus lealtades, apegado a los regocijos menores de la vida campesina. A Facundo lo amaban, pero también le temían. En cambio, nadie temblaba ante el Chacho.
El asesinato de Quiroga en 1835, dejó vacante el liderazgo político-militar de La Rioja: fue Tomás Brizuela quien heredó en parte la jefatura popular y la jefatura militar de la Liga del Norte contra Rosas. Al lado suyo quedó el Chacho. Ambos se designaban como federales, pero mordían sordos resentimientos contra Rosas: creían que él había sido actor oculto del desastre de Barranca-Yaco. Pero en 1840 estos remordimientos tenían una causa más profunda. La porteña ley de aduanas no alcanzó a evitar la creciente miseria de las provincias del interior, desguarnecidas de toda protección. El régimen autoritario impuesto por Rosas había decepcionado a los dirigentes del interior.
Junto a Francisco Vicente Bustos, gobernador Riojano, apoyó la gestión de Urquiza a partir del Acuerdo de San Nicolás, y después de 1854 se convirtió en firme puntal de la Confederación Argentina en el noroeste. El 7 de Julio de 1855 fue ascendido a Coronel Mayor del ejército nacional, grado equivalente al Generalato. Y el 27 de Junio de 1861 el gobierno de la Confederación lo nombró comandante en jefe de la circunscripción militar del noroeste, que comprendía La Rioja y Catamarca. Pero esto no altera su modo de vida, simple y popular. Hasta 1860 interviene en muchos episodios políticos y militares de la vida riojana, actuando siempre sin ambición personal y con su proverbial humanidad. Lo respetaban los antiguos federales, ahora Urquicistas, por sus antecedentes Quiroguistas; y los ex unitarios, ahora liberales, por sus luchas al lado de Lavalle y Lamadrid.
En Septiembre de 1861 sobreviene lo de Pavón. El gobierno de la Confederación es derrocado y las orgullosas tropas porteñas avanzan sobre el interior para apuntalar el "nuevo orden de las cosas".
Después de Pavón resistió en su provincia la ocupación dispuesta por el gobierno del general Mitre, en dos sangrientas campañas, a lo largo de las cuales esperó vanamente un pronunciamiento de Urquiza, que no se produjo.
Así llega el tratado de La Banderita (30 de mayo de 1862) y se le encargaba la pacificación de La Rioja al propio Chacho. Y a pesar de todas las dificultades, a fines de junio de 1862 los batallones nacionales evacuaban La Rioja. El general Peñaloza asumía por decreto la tarea de incautar las armas y un lugarteniente del Chacho - el teniente coronel Felipe Varela
se hacía cargo de la comandancia general de la provincia en reemplazo del jefe liberal que había ejercido hasta entonces esa importante función.
Ese año, el pueblo estaba en la indigencia y el único modo que conocían los paisanos de remediarse era montarse a caballo y cuatrerear las provincias vecinas. La precariedad de la paz estaba dada por la irreductibilidad de las concepciones de vida en pugna. Eran dos patrias las que se enfrentaban: no había conciliación posible, por más esfuerzos que hicieron los espíritus menos enconados de ambos bandos. La guerra se aproximaba y Mitre encarga a Sarmiento la dirección de la misma.
El 12 de noviembre de 1863 el Brigadier General Ángel Vicente Peñaloza, a sus gallardos 65 años, estaba en la pequeña población Riojana de Olta. Cuando Vera lo encuentra en su refugio y pregunta por él, sale a recibirlo con un mate en la mano y, entregando su facón -en cuya hoja rezaba la leyenda "el que desgraciado nace / entre los remedios muere"-, le dice al capitán: "estoy rendido". El mayor no tarda en aparecer. Entra al cuarto y pregunta de un grito: "¿quién es el bandido del Chacho?". Una voz calma, desbordante de buena fe, le contesta: "yo soy el general Peñaloza, pero no soy un bandido". Inmediatamente, y sin importarle la presencia del hijastro y de doña Victoria Romero de Peñaloza, el mayor Pablo Irrazábal toma una lanza de manos de un soldado y se la clava en el vientre al general. Después lo hizo acribillar a tiros. Y mandó cortarle la cabeza y exhibirla clavada en una pica en la plaza del pueblo de Olta. Sarmiento, que nada deseaba más que esa muerte, le escribe a Mitre el 18 de noviembre: "...he aplaudido la medida, precisamente por su forma. Sin cortarle la cabeza a aquel inveterado pícaro y ponerla a la expectación, las chusmas no se habrían aquietado en seis meses".
De esta forma brutal, termina la vida del "Chacho", un amable gaucho generoso y valiente defensor a ultranza de las libertades de los pueblos, del Federalismo Nacional y uno de los últimos líderes alzados en armas contra el centralismo de Buenos Aires. La derrota del Chacho, se proyecto en la arquitectura de nuestra patria y las vidas de sus gentes. Postergadas las provincias del mal llamado interior, sin industrias ni trabajo, con sus recursos naturales expoliados ocasionalmente, sus bosques al servicio del ferrocarril, su población se estancó, se redujo y fue a engrosar las grandes orbes, para generar después otra historia con otros sujetos como clase: los lingeras, los cabecitas negras, etc. que nutrieron a los grandes movimientos populares del siglo XX.
A pesar de no haber sido muy reconocido, fue un gran Caudillo de la patria, uno de los referentes más importante del Federalismo Nacional y el 12 de noviembre de 2013, a 150 años de su brutal asesinato, y coincidentemente con los 30 años que la República Argentina vive en democracia, la Gobernación Riojana le rinde homenaje a éste gran caudillo levantando una magnífica obra que inmortaliza la figura del prócer que dio su vida por la lucha federal, emplazada en la rotonda ubicada entre las Avenidas Félix de la Colina y Ortiz de Ocampo, sobre la traza de la ruta 75 y que fue inaugurada para reivindicar al prócer Riojano, un hombre que luchó y entregó su vida por ideales.
La escultura es un modelo figurativo de este personaje local que representa la lucha y militancia del caudillo riojano.
La obra tiene una altura de 10 metros. Fue construida por el escultor Juan García Guzmán y su equipo de trabajo, en la ciudad de Cochabamba, Bolivia y remitida a la Provincia de La Rioja, donde finalmente se empalmó y quedó exhibida sobre un importante pedestal de 6 metros de altura para su mejor contemplación.-
Por la importancia que representa este prócer Riojano para el federalismo Nacional, es que le hemos rendido este homenaje y vengo ante Ud, señor Presidente y todos mis pares, a solicitar la aprobación del presente proyecto de ley.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
HERRERA, GRISELDA NOEMI LA RIOJA FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
GONZALEZ, JUAN DANTE MENDOZA FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
VILARIÑO, JOSE ANTONIO SALTA FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
DOMINGUEZ, JULIAN ANDRES BUENOS AIRES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
SALIM, JUAN ARTURO TUCUMAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
TINEO, JAVIER HECTOR LA RIOJA FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
CULTURA (Primera Competencia)
PRESUPUESTO Y HACIENDA