La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

De interés de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación al documental “La Casa de los Libros Perdidos” (Argentina, 2016) de los realizadores Diego Julio Ludueña , Josefina Cordera, Glenda Mackinson, Sebastián Cáceres, Rocío Montamat y Eliana Piemont, producida por la Prosecretaría de Comunicación Institucional de la Universidad Nacional de Córdoba, por su aporte al patrimonio cultural cordobés y argentino, así como a la construcción de memoria en torno a la violación de Derechos Humanos durante la última dictadura cívica-militar (1976-1983).

Señor presidente:

El documental “La Casa de los Libros Perdidos” cuenta la historia de una familia cordobesa que en 1976 decidió esconder su biblioteca dentro de una de las paredes de su casa debido a la persecución que sufría el padre. En democracia, luego de años, tuvieron la oportunidad de regresar y reencontrarse con esos textos. A través de este relato colectivo, de imágenes de archivo y de testimonios de personas que se vieron obligadas a deshacerse de sus pertenencias, el documental reflexiona sobre el libro como objeto cultural y como espacio de disputas ideológicas. Además, pone en valor el papel de la democracia en la recuperación de la memoria.

Los Gerchunoff sufrieron en carne propia la persecución política durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983). Eva Maltz y Salomón Gerchunoff sabían que tener libros se había vuelto peligroso y sabían de familias que los enterraban y quemaban. También sabían que había personas que desaparecían, como muchos libros. El matrimonio decidió entonces esconder la biblioteca familiar tras una pared. En su propia casa, este abogado y militante tapió su biblioteca completa, aunque ocultar libros no lo salvó de la detención. Su militancia y simpatía por los ideales comunistas durante esos tiempos nefastos fueron razón suficiente para que Salomón pasara cinco años detenido por la dictadura. Durante esos años, Salomón no pudo ser sustento de su familia y la casa de barrio Vélez Sarfield cambió de manos, junto con la biblioteca escondida. Años después, en democracia, los hijos de Eva y Salomón lograron recuperar la casa, y con ella, los libros.

La historia de la familia Gerchunoff es el hilo conductor que lleva la trama del documental de casi 50 minutos. Los nietos de Eva y Salomón interpelan a sus hijos y en medio de su relato comienzan a entrecruzarse otros de familias cordobesas. Así, aparecen los relatos de Oscar Pettina, Patricia Palacios y Carolina Ávila. Además, aportan datos del contexto la bibliotecaria Silvia Fois, la escritora Laura Devetach y el librero Rubén Goldberg.

Este relato salió a la luz en 2008. Según los realizadores, el propósito fue abordar la temática de la prohibición cultural durante la última dictadura. El equipo realizador está compuesto por Diego Julio Ludueña, Josefina Cordera, Glenda Mackinson, Sebastián Cáceres, Rocío Montamat y Eliana Piemonte. El documental fue producido por la Prosecretaría de Comunicación Institucional de la Universidad Nacional de Córdoba. El mismo año de su estreno, recibió en Bolivia el Premio Pukañawi Ojo Latinoamericano del XII Festival Internacional de Cine de los Derechos Humanos en la categoría mediometrajes, por “proteger la memoria y preservarla como un tesoro que aumenta y fortalece nuestra identidad”.

Consideramos que el documental “La Casa de los Libros Perdidos” representa un valiosísimo aporte al patrimonio cultural cordobés y argentino, así como una herramienta cultural fundamental para la construcción de memoria colectiva acerca de la violación sistemática a los Derechos Humanos durante la última dictadura cívica-militar.

Por todas las razones expuestas, solicito a mis pares el acompañamiento al presente proyecto de declaración.