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PROYECTO DE TP


Expediente 7434-D-2014
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE DIVERSAS CUESTIONES RELACIONADAS CON EL MERCADO ALGODONERO NACIONAL.
Fecha: 19/09/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 128
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional en los términos del art. 100 inciso 11 de la C.N. para que por intermedio del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca; Ministerio de Industria; Ministerio de Economía y Finanzas Públicas e Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) informen a esta Cámara de Diputados de la Nación acerca de los siguientes puntos vinculados al mercado algodonero nacional.
1.- Formular un balance objetivo de la intervención y regulación del Estado respecto a la estabilidad de las variables de mercado algodonero, que se concibió para proteger a los pequeños y medianos productores y asegurar la provisión del insumo a la industria.
2.- Indicar cuáles son las estrategias con el objetivo de fomentar la siembra de modo de que en próximas campañas el área dedicada al algodón no sea menor a las 450.000 hectáreas en la zona productiva de las provincias de Chaco, Formosa, Santiago del Estero y norte de Santa Fe.
3.- Especificar las herramientas financieras ideadas por el gobierno nacional para afrontar la crisis que padece el sector algodonero, como ser créditos blandos para productores, seguro multirriesgo y pago de subsidios de promoción de la actividad.
4.- Precisar de qué manera se articulan y coordinan las políticas algodoneras con las siguientes instituciones representativas del sector: Cámara Algodonera Argentina; Fundación de Lucha contra el Picudo; Centro de Exportadores de Algodón; Centro de Corredores y Consignatarios de Algodón de la R. A.; Centro de Clasificadores Comerciales de Algodón de la R.A.; Asociación de Desmotadores Algodoneros Argentinos; Federación Argentina de Industrias Textiles (FADIT) y Asociación Promoción Producción Algodonera APPA.
5.- Referir si la demanda de algodón hidrófilo para uso medicinal se encuentra cumplimentada en un 100 % o si se halla previsto importar la fibra para satisfacer los requerimientos de individuos y centros sanitarios.
6.- Efectuar un análisis comparativo de las exportaciones nacionales de algodón desde 1995 a la actualidad, precisando la calidad comercial de la fibra producida y sus características tecnológicas. Asimismo, indicar los volúmenes de algodón importado que hemos adquirido desde la misma fecha y los fines a los que fueron destinados.
7.- Establecer el consumo de fibra de algodón desde 2005 a la actualidad, discriminando asimismo las toneladas de semilla, de aceite y de forraje que fueron producidas en el mercado local.
8.- Indicar la cantidad de plantas desmotadoras de algodón que se encuentran en actividad, su capacidad de desmote y porcentaje de utilización efectiva de dicho potencial.
9.- Evaluar de qué modo han impactado en la competitividad y sustentabilidad ambiental de la producción algodonera la aplicación de biotecnología y el cultivo en surcos estrechos. En particular determinar el grado de éxito del algodón modificado genéticamente (MG) y las implicancias del Acuerdo de Vinculación Tecnológica entre INTA y las principales provincias algodoneras.
10.- Efectuar un análisis comparativo de la capacidad productiva de la cadena de valor textil y si mantiene su expansión principiada en el año 2003, o si por el contrario evidencia signos recesivos. En particular detallar las medidas dispuestas por el Poder Ejecutivo tendientes a generar niveles de productividad y ventas suficientemente altos, como para alcanzar un grado de competitividad que le permita a la cadena de valor afianzarse en el mercado interno y seguir aumentando las exportaciones.
11.- Remitir prolijo detalle de beneficiarios, montos invertidos y actividades impulsadas mediante: Plan de Desarrollo Sustentable y Fomento de la Actividad Algodonera del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, implementado en observancia a la ley 26.060; Programa de Asistencia para el Mejoramiento de la Calidad de la Fibra de Algodón (PROCALGODON); Proyecto Integrado de Ámbito Nacional Algodón (INTA); Sustentabilidad fitosanitaria de la producción algodonera argentina; erradicación del picudo algodonero.
12.- Precisar la cantidad de personas que se encuentran afectadas a la actividad algodonera y si la cifra aproximada de 19 mil personas corresponde a pequeños y medianos productores, con fuerte participación de la agricultura familiar; superficie promedio sembrada, grado de rentabilidad obtenida en los últimos cinco años y mecanización de la que disponen las unidades económicas familiares.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


En la década del 20 del siglo pasado, el presidente Marcelo Torcuato Alvear designó al político santafesino Fernando Centeno como gobernador de territorio nacional Chaco.
Centeno llegó a Resistencia con el objetivo de garantizar la producción de algodón con la cual el país aprovecharía la oportunidad de demanda que había en el mercado mundial.
En esa época, la industria textil, -particularmente la inglesa- tenía una gran preponderancia en la economía y se había quedado sin sus grandes proveedores -Estados Unidos e India- como consecuencia de la Primera Guerra Mundial y por la aparición del picudo algodonero, una plaga que devastó los cultivos en las tradicionales cuencas.
A raíz de ello, a través del gobierno de Alvear, la Argentina fue seducida a cultivar algodón por la necesidad del Imperio que utilizó el alza de los precios como legítimo anzuelo comercial.
Alvear no estuvo solo, contó con el asesoramiento norteamericano: "El rey algodón" salvaría al país. En la campaña de 1917 y en la de 1918 se sembraron 11.200 hectáreas en el Chaco.
Michel T. Meadows, director de la sección textil del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, publicó en 1924, año de la masacre de Napalpí, un artículo optimista titulado El rey algodón en el Chaco, que concluía con el refrán norteamericano "andá al oeste, muchacho" y su contrapartida en la Argentina, con el "andate al norte, muchacho, andate al norte".
El artículo repasaba el rápido crecimiento del algodón en el Chaco, comparándolo con el más que exitoso y temprano boom agrícola del café en Brasil y el cultivo de cereales en las pampas argentinas. Aún a pesar de la consabida falta de cosecheros y los problemas en la comercialización, Meadows depositaba sus expectativas en el futuro promisorio del algodón.
La información tecnológica proveniente de los Estados Unidos salvó numerosos obstáculos. Pero faltaba resolver la carencia de brazos para levantar la cosecha y cómo encarar la expansión de plantaciones en tierras ociosas. Estos problemas sólo podían ser resueltos políticamente. Se pretendía la introducción de los aborígenes al capitalismo como mano de obra barata y el impulso de la inmigración hacia las tierras ocupadas por esas tribus dispersas en el norte.
En 1904 comenzó una campaña para reclutar familias que se abocaran a plantar algodón. Juan Bialet Massé fue contratado para expandir el cultivo y el agrónomo Carlos Girola fue enviado a los Estados Unidos para estudiar métodos de producción. El territorio chaqueño emergió como centro indiscutido de la producción algodonera argentina.
El origen de la crisis del mercado del algodón, debido a la acción devastadora del picudo, afectó en forma directa a los Estados Unidos. La situación movió rápidamente al departamento de Agricultura de ese país, que envió expertos a todo el mundo para incrementar el cultivo. Aunque la plaga se había deslizado desde el norte de México a Texas a comienzos de 1890, la crisis alcanzó su punto más dramático en 1922. Ese año, el 96% de la cosecha de los Estados Unidos resultó infectada y como era uno de los mayores productores de la fibra, en 1923 retornó el alza de precios.
El presidente Alvear encomendó a Tomás Le Bretón una campaña ambiciosa que involucrara nuevas y audaces estrategias para producir algodón, y distribuyeron gratuitamente semillas en las áreas rurales.
Le Bretón estaba preparado para cumplir la tarea. De 1914 a 1918 había sido diputado nacional, representando al radicalismo. Como fue reelecto en 1918 debió renunciar para asumir como embajador argentino ante el gobierno de los Estados Unidos y luego regresó para asumir como ministro de Agricultura.
Estados Unidos se anotició de la potencialidad de los cultivos algodoneros de la Argentina mediante los informes de sus agregados comerciales, quienes desde 1920 monitoreaban de cerca la producción algodonera nacional.
En abril de ese año, por ejemplo, el agregado comercial Julius Klein advertía al director del Departamento de Comercio estadounidense: "El capital y los fabricantes y norteamericanos harían bien en no ignorar el ferviente deseo argentino de desarrollar las industrias locales como las del algodón".
En julio de 1923, Le Bretón, el director de Tierras y Colonias y el senador radical, Leopoldo Melo, visitaron el Chaco, con el fin de observar directamente las plantaciones algodoneras. Le Bretón ya había supervisado la distribución de semillas y promovió el asentamiento de inmigrantes en las áreas productoras para que se formasen nuevas chacras algodoneras.
El ministro contrató al especialista norteamericano Herbert Hoover, quien para aceptar puso dos condiciones claves:
1) Utilizar a los aborígenes como braceros a costos muy bajos.
2) Y la reducción a la mínima expresión de sus poblaciones para tener mayor disponibilidad de tierras.
Alvear lamentablemente las aprobó. El ministro Le Breton, fortalecido por el apoyo presidencial, en febrero de 1924 proveyó de 19 toneladas de semillas de algodón a productores chaqueños y puso en marcha la colonización territorial con inmigrantes, particularmente alemanes, en Chaco y Misiones.
La política de Le Bretón provocó consecuencias desastrosas para los sectores más pobres. Los técnicos informaban a los Estados Unidos, que se producían revueltas de carácter social en varias comunidades chaqueñas, porque los productores ofrecían un 30% menos por cada tonelada de algodón.
La industria algodonera argentina se había vuelto deprimente. Los elevados precios de exportación no podían convertir al Chaco en el reino del algodón.
En ese contexto, el gobernador Centeno recibió presiones de los medios de prensa que reflejaban una supuesta ola de violencia en el todo el territorio, provocada por los aborígenes y criollos rebeldes que no querían levantar la cosecha. Además Centeno escuchaba las quejas de los colonos que fueron atraídos con cesión de tierras, entrega de semillas y financiamientos para que se establecieran en el Chaco y produjeran algodón. Estos beneficios no alcanzaban a satisfacer a los productores porque el proyecto de cultivo del 'oro blanco' era rentable si no se tenía en cuenta el costo de la mano de obra. Se debía aplicar una despiadada explotación de los cosecheros.
Centeno cedió a las presiones y quiso poner mano dura para encarrilar la producción de algodón. Cerró las fronteras y ordenó una 'represión ejemplar' contra los peones rurales de la Colonia de Aborigen Napalpí, que reclamaban el pago y pedían mejoras en las condiciones de trabajo.
El 19 de julio de 1924, policías, gendarmes volantes, y vecinos de Quitilipi y Machagai sorprendieron a aborígenes tobas, mocovíes y criollos, y desataron una feroz orgía de sangre que se conoció como la masacre de Napalpí. Violaron a ancianos, mujeres y niños, descuartizaron restos humanos y hubo centenares de muertos y desaparecidos.
Eran tiempos en los que lastimosamente la variable de ajuste solían ser las personas más vulnerables.
Hasta aquí la cruel historia del algodón. A casi un siglo de tales hechos, la situación de los productores locales continúa siendo crítica.
El precio internacional del algodón presenta una escalada que está en línea con lo que sucede con otros commodities agrícolas, sumado a una fuerte volatilidad. Según las condiciones actuales, el valor que fijaría el Gobierno permitiría a los productores obtener un margen de rentabilidad generoso, aunque de mantenerse la tendencia alcista de precios el esquema les resultaría desfavorable. En el sector privado quieren que el precio oficial tenga un mecanismo de actualización claro. El algodón como insumo tiene un impacto muy reducido sobre el precio de la indumentaria y los textiles.
En la Argentina se producen alrededor de 820 mil toneladas de algodón en bruto, que luego se lo desmota, quitándole la suciedad y la semilla, para obtener la fibra de algodón. La estimación para la actual cosecha es que la producción de fibra llegue a 320 mil toneladas. La industria local absorbe unas 180 mil toneladas y el resto se exporta, indican los industriales nacionales. Según datos de la organización internacional Cotton Outlook, el precio promedio del kilo de fibra de algodón en el período 2000-2007 estuvo alrededor de 1,30 dólar. En 2008, la media fue de 1,57 dólar; en 2009 cayó por la crisis a 1,38 y en 2010 alcanzó 2,28 dólares.
La escalada de precios se agudizó en los últimos meses del año pasado, para llegar a 5,06 dólares en marzo, uno de los máximos históricos. Esto incentivó las exportaciones de fibra, que en el primer trimestre crecieron un 200 por ciento, por las colocaciones a Taiwán, Turquía, Brasil, Vietnam y China. El precio en la actualidad verificó una fuerte baja hasta 3,50 dólares, aunque aún se ubica muy por encima del valor de los últimos años. Los índices de futuros de Wall Street marcan que descendería un poco más.
Además del contexto inflacionario y recesivo que afecta a la economía nacional, los precios internacionales en baja agudizan la crisis de las economías regionales, como vengo insistiendo en múltiples pedidos de informes.
Las producciones de las economías regionales son las más afectadas dentro del sector agropecuario por el atraso cambiario, pues son relativamente intensivas en mano de obra y tienen un nivel relevante de competencia en función de los precios.
La crisis que atraviesan las economías regionales ya afecta las exportaciones y por consiguiente la entrada de divisas. Los valores exportados de los productos primarios en octubre cayeron 19% como resultado del generalizado mal desempeño de las exportaciones de productos relacionados con las economías regionales como las del algodón (-40%), la miel (-12%), Frutas Frescas (-21%), Hortalizas y Legumbres (-75%), Tabaco (-25%).
Por lo expuesto, solicito el acompañamiento de mis colegas diputadas y diputados a fin de aprobar este pedido de informes.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
ASSEFF, ALBERTO BUENOS AIRES UNIR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
AGRICULTURA Y GANADERIA (Primera Competencia)