La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo para que, a través de los organismos que corresponda, informe sobre distintos aspectos referidos al funcionamiento del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas -CONICET-, a saber:

1. Recursos económicos destinados a solventar el desarrollo integral de CONICET en los últimos diez años.

2. Partidas presupuestarias, correspondientes al presente año, ejecutadas al día de la fecha, discriminando montos según:

a) Salarios de Investigadores.

b) Salarios de Personal de Apoyo.

c) Becas.

d) Sostenimiento e inversión en infraestructura.

e) Inversión y sostenimiento de equipamiento tecnológico.

3. Cupos abiertos en los últimos diez años para ingreso a la Carrera de Personal de Apoyo. En caso de que sea necesario, especifique los criterios que han determinado las variaciones anuales de estos cupos.

4. Cantidad de becas doctorales y posdoctorales otorgadas en los últimos diez años. Discrimínese por área general y temática. En caso de que sea necesario, especifique los criterios que han determinado las variaciones anuales de estas cantidades.

5. Mecanismos a través de los cuales se establecen los roles y funciones de los becarios y cómo se monitorean sus tareas de investigación.

6. Cualquier otra información que sirva al presente.

Señor presidente:

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas -CONICET- es la institución más importante de nuestro país en lo que refiere a formación y transferencia de ciencia y tecnología. Su conformación en lo que refiere a recursos humanos está dada por Investigadores, Personal de Apoyo, Becarios y Administrativos. Si bien en los últimos años se ha reportado un aumento presupuestario considerable, generando una incorporación masiva de personal así como de adquisición de equipos tecnológicos, hay numerosas cuestiones que preocupan a quienes forman parte de CONICET, tanto respecto a cómo se distribuyen estas partidas presupuestarias, así como en lo referido a las condiciones de trabajo y la distribución de tareas en esta organización.

El cuadro a continuación, publicado por la institución en su sitio web, muestra la tendencia general en lo que refiere a la apertura de cupos para Carreras de Investigador Científico y Personal de Apoyo y el otorgamiento de Becas:

Fuente: Sistema institucional de Recursos Humanos, Gerencia de Recursos Humanos. CONICET

La variación del número de recursos humanos por área es muy clarificadora en este sentido. Desde el año 2000 la cantidad de Investigadores ha aumentado alrededor de un 70 % (de 3715 a 6350), la de becarios a aumentado más de un 400 % (de 1982 a 8122), la de Administrativos más de un 60 % (de 463 a 761) y, por el contrario, la cantidad de Personal de Apoyo ha disminuido alrededor de un 12 % (de 2613 a 2309). Esta situación se ve reflejada también en las distribuciones etáreas de Administrativos, Investigadores y Personal de Apoyo, donde mientras las dos primeras presentan una ocupación de jóvenes cada vez mayor -dado que la incorporación de recursos humanos no se ha detenido-, la última tiende a envejecer.

El Personal de Apoyo a la Investigación y Desarrollo del CONICET brinda apoyo técnico-profesional calificado a los grupos de investigación a través de una serie de actividades que resultan indispensables en el desarrollo de un determinado proyecto de investigación que puede ir desde un simple trabajo de campo para la recolección de datos, hasta el manejo de embarcaciones en los estudios oceanográficos en los mares argentinos.

En numerosas situaciones el Personal de Apoyo se encarga de servicios y equipos de alta complejidad. Las tareas más comunes que realizan son la asistencia técnica en laboratorios y en los campos de experimentación, recolección de datos estadísticos, entre otras, indispensables en los institutos de investigación.

En síntesis, quienes ingresan a la Carrera de Personal de Apoyo son profesionales, técnicos y artesanos, muchos de ellos con alta capacitación, que constituyen el soporte necesario para las tareas que desarrollan los Investigadores, cumpliendo una función complementaria imprescindible.

Actualmente, según el sitio web de CONICET, el plantel de Personal de Apoyo asciende a 2600 personas, de las cuales el 53 % ocupa categorías profesionales y el 40 %, técnicas, con una relación de dos miembros del Personal de Apoyo por cada tres Investigadores. La tendencia general, tal como lo muestra el cuadro de arriba elaborado por CONICET, es la reducción del ingreso de Personal de Apoyo, situación que se ve más agravada si tenemos en cuenta que en los últimos siete años tanto el ingreso de Investigadores como el de Becarios ha crecido significativamente. La situación que se observa es el reemplazo encubierto del Personal de Apoyo por Becarios, dado que estos últimos realizan cada vez más tareas que corresponden a los primeros. Se genera así un doble problema: por un lado, se prescinde del Personal de Apoyo y, por el otro, los Becarios realizan tareas que no les corresponden. De esta manera se precariza la función del Becario y se excluye al Personal de Apoyo de las plantas permanentes de las numerosas dependencias de CONICET.

En este sentido los directivos han señalado que como resultado del proceso de reacondicionamiento de las capacidades del CONICET que se viene siguiendo desde aproximadamente 2002, se ha dado una incorporación masiva de personal al CONICET. Eso es cierto cuantitativamente pero, como muestran los números, la cantidad de Becarios ha aumentado desproporcionadamente respecto a los Investigadores y el Personal de Apoyo. Además, dentro de los Becarios, la distribución también es desequilibrada, dado que crece el número de becas doctorales y disminuye el de las posdoctorales. La preocupación de los Becarios es que esto generaría un "sobrante" de doctores que no serían absorbidos por el sector público ni por el privado. A partir de los datos aportados por la propia institución puede estimarse un desacople entre el número de Becarios doctorales prontos a doctorarse y en condiciones de aspirar a una beca postdoctoral, con el número de becas postdoctorales otorgadas en las últimas dos convocatorias. En los años 2009 y 2010 fueron otorgadas 1140 y 1650 becas de posgrado tipo II respectivamente, contra 780 y 760 becas postdoctorales. Esto, sumado a los 500 ingresantes a la Carrera Científica de todos los años, hace pensar en una posible situación problemática a partir de la última convocatoria.

Así la institución crece numéricamente pero sus actores están menos tiempo dentro de ella.

De acuerdo al Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación "Bicentenario" (2006-2010) se esperaba que el sector privado incorporase cerca de 4500 investigadores, cifra similar a lo que debería incorporar el sector público (que sin duda no se ha cumplido). Fue confirmado por los representantes directivos de CONICET en una reunión que mantuvieron con Becarios, aunque manifestaron que estaban tomando cartas en el asunto, habiendo comenzado a tramitar un préstamo del BID para financiar proyectos conjuntos de desarrollo tecnológico con el sector privado. De todas formas recordaron que el rol de CONICET, por ley, es el de formar doctores, no el preocuparse por los doctores que queden fuera del sistema científico-tecnológico, ya que eso "es preocupación del Estado Nacional", dando a entender, de forma infundada, que CONICET puede desarrollar sus objetivos fuera de la órbita del Estado.

Los directivos manifestaron, además, que no importa el número de doctores que se formen actualmente, pues Argentina sigue lejos de la relación de doctores respecto al resto de los países desarrollados. Está claro que sin direccionamiento es muy posible que esta situación de formación de doctores al azar no esté debidamente vinculada al desarrollo de nuestro país, pues debe prepararse al profesional desde el inicio de sus estudios doctorales a pensar en su rol en el medio socio- productivo.

Los Becarios apuntaron que se han empleado cerca de mil millones de pesos en repatriar investigadores cuando no se les asegura lugar de trabajo a los futuros doctores, siendo que un número no despreciable de ellos muy posiblemente emigrarán. A esto los directivos corrigieron que la cifra era de 700 millones y había sido en seis años, por lo tanto no era tanto dinero.

Respecto a la cantidad de doctores que al final de este año quedarían sin ocupación y el peligro de que estos terminen con la única salida de emigrar, habiendo desperdiciado el erario público en una inversión sin sentido, los directivos señalan algo que despertó la curiosidad de los Becarios: el doctorado es útil per se, pues enseña a pensar.

No sirven los premios Nobel si no hay vinculación del conocimiento con el desarrollo equitativo del medio socio- productivo. Es así que el grado de interacción que tiene CONICET con actores del sector público como INTA, INTI, ANLIS, CNEA, que serviría para implementar estrategias de acople, al menos del tipo de las de desarrollo tecnológico o innovación, es bastante reducido. Esta situación se verá acrecentada si, como señalamos, la institución forma cada vez más doctores pero no logra asimilarlos ni a su desarrollo ni al de otras organizaciones del Estado.

Son varias las cuestiones que afectan el trabajo cotidiano y el futuro de quienes le dan vida a la institución, y por eso nos vemos en la necesidad de acercar estas inquietudes con el fin de que se expliciten aquellos criterios que deberían ser estratégicos para un desarrollo lo más armónico y productivo posible.

Por todo lo expuesto anteriormente, invito a los Sres. Diputados y Sras. Diputadas de la Nación acompañen en la sanción del presente Proyecto de Resolución.-