El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1º.-Ningún ciudadano puede ser electo para ocupar un mismo cargo público más de dos veces en forma consecutiva.

Artículo 2º.-La presente Ley será aplicable a todos los cargos públicos electivos nacionales respecto de los cuales la Constitución Nacional no haya previsto un régimen específico.

Artículo 3º.-La presente Ley será aplicable retroactivamente a las personas que a la fecha de la sanción de la presente ley se encuentren en ejercicio de su mandato en el cargo público electivo de que se trate.

Artículo 4º.-Invitase a las Provincias, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a los Municipios a adoptar las normas necesarias para modificar las disposiciones previstas en su legislación a los efectos de armonizar las mismas al régimen establecido en esta Ley.

Artículo 5º- De forma.

Señor presidente:

El presente proyecto tiene por objeto llenar uno de los cometidos más importantes que la Constitución ha dejado en manos del Congreso, al no prever soluciones expresas. Se trata de la reglamentación de los períodos que legalmente pueden ocupar los distintos detentadores de cargos electivos.

Nadie duda que lo más sano para la República y para sus instituciones es que exista un recambio natural y periódico de los dirigentes políticos. Viene a ser, de hecho, uno de los prerrequisitos para que exista una democracia plena. Si no hay rotación y reemplazo de la clase dirigencial cada cierto tiempo razonable, es difícil o imposible tener una democracia que nos convenga a todos. Tendremos un sistema nominalmente democrático y, talvez, algunos síntomas parecidos a la democracia (elecciones, libertad de prensa, etc.) pero no tendremos una democracia realmente representativa por que el voto se reducirá a convalidar mandatos y no a consagrar propuestas renovadoras de la política y de los cambios sociales.

La democracia se exige a si misma no contar con la apetencia natural de los hombres a perpetuarse. Aquí exige –como la naturaleza misma- que algo muera y deje paso naturalmente a lo que viene. Y así, paulatinamente, esto alumbra un proceso que lentamente decanta en más democracia, convirtiéndola en un estilo de vida.

Por eso, estamos totalmente de acuerdo en que no exista posibilidad constitucional para nadie de ocupar más un cargo electivo por más de dos períodos consecutivos.

Nosotros en Neuquén, mucho antes de que el tema estuviera en los medios, logramos plasmar en nuestra Constitución lo que hoy parece ser un hallazgo nacional luego de la debacle de Misiones. El artículo 305 de la Constitución provincial tajantemente prohíbe a todo el mundo la reelección por más de dos períodos consecutivos. En Neuquén este tema no ha sido una moda ni algo para figurar en los espacios radiales y televisivos. Fue un sentir común de la sociedad plasmado en un artículo constitucional. Y digo común porque la cláusula –impulsada por el Movimiento Popular Neuquino- fue votada por unanimidad en la Convención. Por si fuera poco, también nuestra Constitución prohíbe expresamente y sin atenuantes al Gobernador, dictar los denominados decretos de necesidad y urgencia.

El proyecto abarca, básicamente, los cargos a los cuales alcanza este régimen, como así también establece una retroactividad expresa en función de abarcar a todos aquellos a quienes se encuentran en cumplimiento de un mandato.

Por otro lado, en su parte final el proyecto tiene la intención de invitar a las provincias, a la C.A.B.A. y a los municipios, a que en el ejercicio de sus autonomías y autocefalías, sean parte del presente cambio institucional, que representa la renovación constante y el ingreso de nuevos actores al plano político.

Es de destacar, que el presente trabajo, se da en el marco de continuidad de la institución democrática, que ininterrumpidamente viene dándose desde 1983, y que ahora aparece como necesario restringir la posibilidad de reelecciones indefinidas.

Por las razones expuestas, solicito a mis pares me acompañen en esta iniciativa.