La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

De interés educativo de esta Honorable Cámara la campaña de Educación Vial: "Aprender nos enseña a elegir", desarrollada e implementada por la Escuela de Educación Manual Nº 110 "11 de Septiembre" y por la Escuela Nº 6 "Mariano Moreno" de la Ciudad de Santa Fe

Señor presidente:

La experiencia de las campañas de Educación Vial: "Tecnología blanda para cabezas duras", "Chicos viales" y "Aprender nos enseña a elegir", implementadas por la Escuela de Educación Manual Nº 110 "11 de Septiembre" y por la Escuela Nº 6 "Mariano Moreno" de la Ciudad de Santa Fe, comienzan a desarrollase en marzo de 2005, con el compromiso institucional de realizar acciones tendientes a disminuir los riesgos que implican las transgresiones viales y sensibilizar a la comunidad educativa en dicha temática, tomando como objetivos principales: valorar la vida individual y colectiva, promover el respeto y la solidaridad, fortalecer pautas de convivencia, favorecer el desarrollo de hábitos de responsabilidad del usuario de la vía pública, preservar la salud y las condiciones ambientales, promover el conocimiento de las normas, reglas y principios de tránsito vigentes, desarrollar hábitos y conductas para la prevención de riesgos de accidentes, propiciar y motivar la participación de la comunidad en la problemática vial, y socializar el conjunto de dichos conocimientos.

Dichas escuelas, en las investigaciones realizadas en forma previa al desarrollo e implementación de las campañas, arribaron a la conclusión de la necesidad imperiosa de promover el "desarrollo sostenible de una actitud vial solidariamente responsable", entendiendo por este enunciado, según palabras de sus propios promotores, mucho más que el simple hecho de evitar la transgresión a las normas de tránsito vigentes sino promoviendo un proceso cultural continuo en el que las actitudes de respeto por la vida se cultiven como parte constitutiva fundamental de la preservación de la propia vida y la del otro. Entender el respeto de los marcos normativos que regulan la convivencia no como un límite a las propias necesidades y/o aspiraciones sino como la ampliación de las posibilidades de todos, es el objetivo prioritario de las campañas. El acatamiento y conocimiento de las normativas vigentes y las prácticas viales no constituye un obstáculo para el desarrollo de una convivencia social en libertad. El obstáculo no es la norma, sino las conductas trasgresoras. Los límites no están en la ineficacia de la aplicación de los efectos que genera la transgresión sino en evitar la transgresión por los efectos condenatorios a que expone. Ambas condiciones exacerban el deterioro de una conciencia respetuosa por la vida propia y ajena y facilitan, en consecuencia, el desarrollo de hábitos tendientes a infringir como modo de vida.

La falta de conciencia acerca de una conducta vial solidaria inaugura, además, códigos de comportamientos que, auto- justificados en las exigencias de la vida cotidiana actual, naturalizan la irresponsabilidad vial tras justificaciones que ahondan en el vaciamiento ético de la propia cultura.

Los directores del programa enuncian que el reto al que deben enfrentarse desde la escuela, consiste en desarrollar estrategias y alternativas que propendan a resolver las potenciales situaciones conflictivas - en este caso en lo atinente a la cultura vial - como contribución a la constitución de una nueva ciudadanía, capaz de afrontar los retos de su tiempo desde la ética del "hacerse cargo". Cualquier enfoque que no tome en consideración más que las fluctuaciones de causa-consecuencia en la convivencia social -entre las sociedades y el medio ambiente y los ciudadanos entre sí y respecto de los criterios y estilos de convivencia - es incompleto. En cambio, es necesario adoptar un enfoque culturalmente diversificado que atienda e integre las diferentes y complejas actitudes que observamos sujetos, cultura, medio ambiente y desarrollo.

Describen los promotores del proyecto que las aglomeraciones urbanas constituyen el cambio cultural más significativo del siglo xxI y, aunque el medio urbano es rico en creatividad, innovación, variedad, dinamismo y "modernidad", también engendra abusos, violencia, crímenes, alienación social, pobreza y enfermedad. Además, crea nuevos problemas, como lo es el incremento en las muertes por accidentes de tránsito. Estos índices son los que señalan que ha llegado el momento de hacer balance, de reconocer la riqueza del tejido urbano pero enfrentándose a los retos que derivan del creciente urbanismo, que se escapan cada vez más a todo control.

El futuro reclama la necesidad de un replanteamiento de los modos de vida

urbana, atravesados por el consumo de los bienes tecnológicos que proporciona el desarrollo del conocimiento hacia un cambio en la aceptación pasiva de la cultura de masas, en favor de una genuina creatividad cultural. Ello implica también un comportamiento responsable para con las futuras generaciones.

Es por lo expuesto, Señor Presidente, que solicito a mi colegas me acompañen en la aprobación de la presente iniciativa.