El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1º: Crease el Museo Nacional de los Molinos del Norte de San Juan, cuya estructura funcional será el Monumento Histórico Nacional (Ley 25.291) del mismo nombre, en los departamentos de Iglesia y Jáchal en la provincia de San Juan.

Artículo 2º: Serán funciones del Museo Nacional de los Molinos del Norte de San Juan:

a) Reunir, conservar y exhibir todo tipo de obras y elementos de interés, así como documentos y objetos públicos o privados del pasado y el presente relacionados con la historia económica de la región y sus formas de producción, las actividades vinculadas al procesamiento del grano de trigo, la arquitectura y el funcionamiento de los molinos de agua, el rol del molinero en la cultura local, el agua como fuerza motora y su integración con el sistema de riego y el ecosistema del entorno de los molinos.

b) Actuar como centro de información, de investigación y de interpretación cultural y natural, de estudio y de docencia popular en torno a un proyecto cultural global.

Artículo 3º: Las autoridades del Museo Nacional de los Molinos del Norte de San Juan serán designadas por la Dirección Nacional de Museos, de acuerdo con las normas vigentes. Podrán ser asistidas por un Consejo Asesor Permanente integrado por un representante de la Universidad Nacional de San Juan y un representante de cada una de las entidades locales con personería jurídica relacionadas con la promoción de la cultura, el medio ambiente y el turismo.

Artículo 4º: Las autoridades del Museo presentarán, dentro de los 180 (ciento ochenta) días de promulgada esta ley, el proyecto cultural, arquitectónico y museográfico conforme las funciones definidas en el Artículo 2º de la presente ley. A tal efecto podrán requerir el asesoramiento de la Universidad Nacional de San Juan y de las entidades locales con personería jurídica a que se refiere el Artículo 3º.

Artículo 5º: Los fondos que demande el cumplimiento de la presente ley, se imputarán a Rentas Generales.

Artículo 6º: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

La ley 25.291 designó Monumento Histórico Nacional al conjunto de molinos y construcciones anexas conocidos con los nombres de Molino "de los Reyes", Molino "Santa Teresa" o "Sardiña", Molino "García" o "del Alto" y "Molino de Huaco", ubicados en el departamento de Jáchal, y al "Antiguo Molino Escobar" o "de Iglesia" y "Viejo Molino Bella Vista", en el departamento de Iglesia, provincia de San Juan. Tal designación tiene por objetivo la preservación de un bien histórico y cultural de gran significación para los sanjuaninos, y representativo de las formas de producción de toda una región a fines del siglo XIX y principios del XX.

Más allá de la necesidad de salvaguardar el patrimonio que constituyen estos molinos harineros, su entorno y las tradiciones que se generaron alrededor de ellos y que son parte de la cultura distintiva de esta región cuyana, es necesario generar una propuesta cultural y socioeconómica que promueva la conservación de las colecciones de objetos, documentos, etc. relacionados con los molinos, la investigación sobre materias igualmente vinculadas con esta temática, así como la integración de un circuito turístico que aporte al desarrollo social de la región. El Monumento Histórico Nacional brinda un marco óptimo para la creación de un Museo de Sitio, el Museo Nacional de los Molinos del Norte de San Juan, que pueda albergar las colecciones relacionadas con la historia económica de la región y sus formas de producción, el trabajo de los molineros, la relación del hombre con el agua y el río como medio natural viviente, actuando asimismo como centro de información y de interpretación cultural y natural, de estudio y de docencia popular.

Crear un museo supone, en las mejores condiciones, además de la voluntad, rigor y método. Como bien señala Guillermo Cabanellas en "Lo público y lo privado en la gestión de museos", el museo, además de ser el vehículo que permite que ciertas obras de arte u otros elementos sean adecuadamente conservados como parte del patrimonio cultural de la comunidad y de facilitar que tales obras y elementos sean utilizados con fines de educación e

investigación, es un instrumento para la producción de determinados servicios o prestaciones. De este modo, el flujo de prestaciones resultante requiere la utilización de factores de producción: capital, inmuebles, trabajo, tecnología y organización.

Con ese ánimo, proponemos en este proyecto de ley que las autoridades a cargo del Museo puedan contar con el asesoramiento de una Comisión en la que tengan participación las entidades representativas de la comunidad local, además de la Universidad Nacional de San Juan, que a través de las Facultades de Arquitectura y de Ingeniería ha avanzado en los estudios previos necesarios para la recuperación edilicia de los molinos y su entorno.

Asimismo, se establece que el museo deberá contar con un proyecto cultural global, previo a los proyectos arquitectónico y museográfico. El proyecto arquitectónico es una traducción detallada de las necesidades definidas por el proyecto cultural: metros cuadrados necesarios, naturaleza y cantidad de salas deseadas, espacios pedagógicos, exigencias del/los recorridos previstos, etc. El programa museográfico es una traducción, en términos de colecciones y de presentación de esas colecciones, de los objetivos definidos por el proyecto cultural, respondiendo a las siguientes preguntas: qué colecciones mostrar, cuáles serán objeto de exhibición permanente, cuáles serán objeto de un programa de restauración; qué recorrido hará el visitante, cuál será el relato de ese recorrido; qué particularidades habrá en la presentación o en la conservación: luz, temperatura, disposición en función del detalle que quiere ser mostrado, etc.

La estructura económica del oasis agrícola de Jáchal se halla limitada por su capacidad de riego, que cubre 3.800 ha. La minería aporta a la economía de la región, pero las principales fuentes de ingresos hoy están representadas por la ganadería y la producción de la cebolla. Jáchal y el departamento vecino de Iglesia fueron en tiempos de la colonia centros de intenso intercambio con el Norte de Chile, particularmente con las localidades de La Serena y Coquimbo, abasteciendo de trigo y ganado, a través de la cordillera, a aquellos asentamientos del Pacífico que extraían salitres y minerales para su exportación.

En 1871 la producción triguera ocupaba 8.183 ha. y en 1895 se elevaba a 10.728 ha, según censos de la provincia de San Juan. La producción de granos se centraba básicamente en los departamentos de Jáchal e Iglesia. La decadencia de la exportación del salitre chileno trajo como consecuencia la

desaparición de este mercado como consumidor de granos y ganados del norte de San Juan. La llegada del ferrocarril a la provincia en 1887 obligó a los productores a enfrentar la dura competencia con productos similares y más baratos provenientes del litoral y la pampa húmeda.

Esta transformación económica, que se inició a fines del siglo XIX, con pequeñas variantes, continuó acentuándose a lo largo del siglo XX hasta nuestros días, con el consecuente empobrecimiento de la región. La fuerte presencia de estos antiguos molinos constituye hoy un testimonio vivo de un proceso de desarrollo que, aunque agotado, impregnó el modo de ser de una comunidad y que a partir de sus tradiciones sedimentadas a lo largo del tiempo marcó definitivamente los rasgos culturales de la región.

Actualmente, factores como el aislamiento geográfico, sumado a la marginalidad de las producciones agrícola y ganadera que en muchos casos sus precios de mercado no alcanzan a valores que justifiquen su laboreo, han sumido a este sector de la provincia en una situación económica que afecta el tejido social. Este síntoma se aprecia a partir del abandono de cultivos, la emigración juvenil, así como el progresivo empobrecimiento de la micro-región.

La creación de un museo en el ámbito del Monumento Histórico Nacional de los Molinos del Norte de San Juan permitirá, concretamente, a partir de una propuesta cultural, de investigación y de educación, promover la incorporación de un grupo importante de familias a la actividad turística cultural, amortiguando los actuales efectos del desempleo, recuperando recursos humanos de la región, a través de la capacitación y la inserción en el proyecto, poniendo de relieve, además, aquellos mensajes histórico-sociales que hacen a la valoración simbólica de los testimonios y su entorno.

Entiendo, señor Presidente, que los argumentos expuestos como justificación del presente proyecto, no dejan dudas acerca de la conveniencia del mismo para las comunidades de Jáchal e Iglesia, para la provincia de San Juan y para los turistas argentinos y extranjeros que visiten la región, por lo que merecerá el apoyo de los señores legisladores.