La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir homenaje a la "Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas", creada por decisión del Presidente de la República, Dr. Raúl Alfonsín, al cumplirse el próximo 20 de Septiembre el aniversario de la entrega de su Informe Final"NUNCA MAS", piedra basal de la reconstitución de los derechos humanos en la Argentina.

Señor presidente:

El 20 de septiembre de 1984 el Presidente de la República, Dr. Raúl Alfonsín, recibió el Informe Final de la "Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas"(CONADEP), creada para contribuir al esclarecimiento de los dolorosos hechos producidos en el país como consecuencia de la acción represiva desatada por el régimen militar instaurado en 1976.

Con motivo de cumplirse un nuevo aniversario de la entrega del Informe Final de la Comisión, dando cumplimiento a la misión encomendada por el gobierno constitucional a poco de asumir, en diciembre de 1983, creemos pertinente que esta Honorable Cámara rinda homenaje a su ímproba labor, que a través del tiempo constituiría la piedra basal de la reconstitución de los derechos humanos en la Argentina.

Sobre ese informe elaborado por la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas, la Justicia inició y fundamentó las acusaciones que permitirían llegar al Juicio a las Juntas Militares y finalmente en 1985, condenar a los comandantes y máximos responsables del terrorismo de Estado y la violación orgánica y sistemática de los derechos humanos.

Como pocos episodios de nuestra historia nos han conmovido los trabajos de la Comisión, que permitieron sacar a la luz el espanto de un pasado macabro, lleno de horror y crueldad. Al recabar denuncias y testimonios de los familiares, sus hallazgos y lacerantes descubrimientos lograron ubicar los centros clandestinos de detención montados a lo largo y ancho del territorio nacional, donde se registraron miles de casos de abducción, desaparición, tortura y ejecuciones. Cada caso era documentado en un archivo numerado, se compilaron más de 50.000 páginas de documentación y el informe final se reunió en el libro "Nunca Más".

La Comisión eligió como presidente al escritor Ernesto Sábato, y estuvo integrada por Magdalena Ruiz Guiñazú, Ricardo Colombres, René Favaloro, Hilario Fernández Long, Carlos T. Gattinoni, Gregorio Klimovsky, Marshall T. Meyer, Jaime F. de Nevares, y Eduardo Rabossi, y los diputados nacionales Santiago M. López, Hugo D. Piucill y Horacio H. Huarte, y fueron sus secretarios Graciela Fernández Meijide, Daniel Salvador, Raúl Aragón, Alberto Mansur y Leopoldo Silgueira. Vaya para todos ellos nuestro mayor reconocimiento.

Gracias a las denuncias reunidas por la Comisión pudo juzgarse a los máximos responsables militares que habían detentado el poder autoritario. El Informe Final sirvió de base para ese Juicio a las Juntas, un verdadero acto de madurez de la sociedad argentina que le dio a nuestro país estatura mundial.

Se comparó al célebre Juicio de Nuremberg, donde se juzgaron los jerarcas nazis luego de la Segunda Guerra Mundial, que ha dado mucho material al derecho, la literatura y el cine mundiales. Pero aquel proceso en Alemania fue hecho en un país vencido, destruido y ocupado, por jueces nombrados por las fuerzas de ocupación, sin riesgos para el gobierno ni la pacificación del país.

En cambio, el Juicio a las Juntas en Buenos Aires, que se fundó en las pruebas reunidas en su mayor parte por la Comisión, lo hizo el país mismo, con sus autoridades y jueces en ejercicio, de cara a los mandos militares de la dictadura. Con ello se abrió un camino a la civilización mundial. Ese acto de justicia fue tan fundador que dio lugar a estudios y publicaciones en todas partes y en todas las lenguas y ha servido de base a procesos iniciados luego en naciones que salieron de dictaduras sangrientas y violatorias de los derechos humanos, al punto que se reconoce como la raíz principal de la cultura y la doctrina jurídica que el mundo ha desarrollado sobre protección de los derechos humanos y no impunidad para los crímenes de lesa humanidad.

Así se estableció el fundamento de la justicia argentina en materia de derechos humanos, llevando el nombre de nuestro país por el mundo y para los tiempos, cerrando el camino de la impunidad para los actos de sedición y los tratos crueles y degradantes entre las más graves violaciones de los derechos humanos. Vale recordar también que ese afán de impartir justicia que impulsó el gobierno democrático de Raúl Alfonsín y que tuvo su basamento más sólido en la labor de la Comisión, no tuvo intencionalidades políticas o ideológicas, ya que avanzó con la misma vara contra otros delincuentes totalitarios como los jefes de la guerrilla extremista y contra José López Rega, quien comandara el grupo criminal de extrema derecha "Triple A", dando origen a la represión ilegal y la práctica violenta de la desaparición y muerte de personas por razones políticas en nuestro país.

Por todo ello, la labor de la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas tendrá siempre un sitial de honor en la vida pública bajo la democracia, a la hora de juzgar el compromiso con la verdad, la memoria y la justicia en el ámbito de los derechos humanos en la Argentina.

Por las razones expuestas, pido a los Señores Legisladores, dar aprobación al presente Proyecto de Resolución.