La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar su enérgico repudio y preocupación en cuanto a la actitud del Poder Ejecutivo por la evidente manipulación de los hechos y la perversamente tergiversada versión de la causa conocida como "Papel Prensa", así como la orquestada relación entre los más terribles sucesos de la historia argentina con la operación de adjudicación de la empresa Papel Prensa y la utilización de historias de víctimas de violaciones a los Derechos Humanos como excusa para concretar fines oscuros.

Señor presidente:

Es preocupante una vez más el clima de enfrentamiento, agresividad, estigmatización que emana de los organismos oficiales.

Como en oscuras épocas de nuestra historia y de otros países en que regímenes autoritarios de las más variopintas ideologías se hicieron o intentaron hacerse con el control de la prensa libre; para así desde las propaladoras oficiales extender su aparato propagandístico; se está gestando desde hace tiempo en nuestra sociedad un clima de agresión constante a la libertad de opinión y expresión, derecho esencial en toda república.

Lo que ahonda el sentimiento de repudio es la utilización de historias de vida de víctimas de violaciones a los DDHH cometidos durante la última dictadura militar como una especie de "mascarones de proa" en una manipulada versión de la historia para llegar, luego de confundir a la opinión pública, a obtener perversos réditos.

Las contradicciones existentes entre las declaraciones testimoniales en sede judicial de las personas a quien la titular del Ejecutivo cita en sus encendidos discursos y el contenido de los discursos mismos no dejan de acrecentar el sentimiento de confusión y la baja de credibilidad al atril presidencial.

No deja lugar a cuestionamiento alguno la honrosa y patriótica actuación de la Cámara Federal así como de la Fiscalía en los históricos juicios a las Juntas Militares hace ya 25 años.

El artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos posee dos incisos que merecen citarse; el 3º "No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones." Que consiste en un claro dique a la actitud perseguida por el Gobierno Nacional en éste episodio de la historia.

Y el 5º "Estará prohibida por la ley toda propaganda a favor... (o que)... constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional." Que describe justamente lo que no debe hacerse desde ninguna posición oficial que es, fomentar el odio o la estigmatización.

De la situación se han hecho eco los principales medios del mundo.

En el conflicto por la Resolución 125º se agotó un modelo de odio y enfrentamiento en la manera de hacer política; con graves costos económicos y sociales para el país. No repitamos aquella fallida experiencia.

Los diferentes actores políticos debemos ser artífices del consenso para la construcción de un país mejor no de la discordia interna; y menos aún cuando aquella es en base a versiones no completas de los hechos.

No debemos fomentar más el enfrentamiento; nunca más visiones sesgadas de la historia; nunca más autoritarismo; nunca más represión ni hostigamiento al que piensa diferente.

Por ello, señor Presidente, manifiesto mi enérgico repudio y preocupación por estos hechos que atentan en gran medida contra la salud de la República y de la sociedad argentina y ruego a mis pares que me acompañen en la presente declaración.