La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar el más enérgico repudio por las graves agresiones sufridas por los trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, por un grupo de personas que entraron a la dependencia, de manera violenta.

Señor presidente:

El día viernes 10 de febrero, por la mañana, en la sede de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires (sito en calle 47 entre 11 y 12, La Plata), ingresó un grupo de personas desconocidas que agredieron a trabajadores del sector y a afiliados y delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado, generando en el organismo un ambiente de temor, nerviosismo e inseguridad. Según el relato de los propios agresores, éstos responden a la Secretaria del propio organismo, la Sra. Sara Derotier de Cobacho. Los trabajadores y delegados de ATE, señalan que está agresión es consecuencia de las políticas implementadas contra los trabajadores, y que desde hace varios meses vienen denunciando lo que sucede en esta Secretaría (persecución de delegados gremiales, amenaza de traslados, reducción salarial, intimidaciones y agresiones verbales a trabajadores) que en ningún caso se niega a abrir un canal de diálogo para detener esta situación.

Es inadmisible que en una dependencia del Estado, que debe velar por la aplicación de los Derechos Humanos, justamente sea el escenario donde se manifiestan acciones de violencia que sólo sirven para denigrar estos derechos, y uno de los fundamentales, como peticionar a las autoridades condiciones dignas de trabajo. En esta repartición provincial, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ha intentado por medio de sus delegados del sector, mantener una reunión con el Director del área, viéndose frustrada por 5 (cinco) personas que violentamente, respondían al personal jerárquico.

Consideramos fundamental resguardar los derechos de todos y cada uno de los trabajadores de la Nación, como así también a expresarse y manifestarse pacíficamente y no por ello ver comprometida su integridad física. Los métodos de "apriete" y la manipulación hacia los trabajadores por parte de patotas que responden a un superior, es una metodología que se utilizaba en las épocas más oscuras de nuestra Argentina. Hechos lamentables, como éste, deben ser erradicados definitivamente de todos los ámbitos laborales, ya sean públicos como privados, y para ello es fundamental que estos actos se denuncien ante quien corresponda, a fin de que tomen público conocimiento.

Por todas las consideraciones expuestas, Señor Presidente, es que solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.