La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que, en relación al anunciado "refuerzo del Operativo Centinela" en el Gran Buenos Aires y el consecuente plan de redespliegue militar en las fronteras y a través de los organismos que corresponda, se sirva informar sobre:

1. Detalle de forma pormenorizada el refuerzo del Operativo Centinela. ¿Cuántos efectivos de gendarmería se verán involucrados? ¿Cuáles serán sus funciones exactas?

2. Informe sobre el plan de redespliegue de soldados del Ejército ¿Cuántos soldados se trasladarán a la zona de fronteras? ¿Cuáles serán sus funciones exactas?

3. ¿Qué mecanismos se utilizarán para generar criterios de patrullaje en la zona de fronteras? ¿Qué tareas específicas realizarán las FF.AA. en la zona? ¿Podrán realizar tareas de inteligencia? ¿Qué competencias exactas tendrán las FF.AA. ante la comisión de un delito?

4. ¿Qué tareas específicas realizarán los efectivos de gendarmería en la zona del Gran Buenos Aires? ¿Qué competencias exactas tendrán los efectivos de Gendarmería ante la comisión de un delito?

5. ¿Cuál será la duración del plan refuerzo del Operativo Centinela? ¿Se calcularon los efectos de la retirada de gendarmes de su lugar original de despliegue, particularmente aquellos destacados en el interior del país? ¿Cómo se inscribe el redespliegue de gendarmes en el Gran Buenos Aires en el Plan Federal de Seguridad anunciado mediante el decreto 1177/2013?

5. ¿Cuál es la relación del plan de redespliegue del Ejército en zonas de frontera con el llamado Operativo Escudo Norte, establecido en el Decreto 1091/2011?

Señor presidente:

Es indudable que todos los temas relacionados con la Seguridad Interior y la Defensa Nacional son materias extremadamente sensibles para el país y la sociedad argentina. Cuestiones históricas, políticas, sociales y jurídicas se entrecruzan en un entramado de una relevancia supina, que debe ser tratado con la mayor prudencia, seriedad responsabilidad, que un Estado de derecho con nuestra historia merece.

En tal sentido, han trascendido reciente y públicamente dos decisiones tomadas en el marco de los Ministerios de Seguridad y de Defensa, que implican el redespliegue de efectivos de la Gendarmería Nacional desde el interior del país hacia el Gran Buenos Aires, y la movilización de soldados del Ejército Argentino para reforzar las tareas de patrullaje de las fronteras de nuestro país. Estos anuncios revisten de suma gravedad. Por un lado, el Ejecutivo no ha brindado información suficiente acerca de los detalles de cada plan y, por otro lado, el desplazamiento de efectivos de la Gendarmería plantea la cuestión de evaluar el impacto que su ausencia tendrá en los lugares donde prestan servicio actualmente, particularmente en las provincias del interior del país.

Máxima atención merece asimismo el eventual uso del Ejército argentino en tareas vinculadas con la seguridad interior. Como sociedad pensamos que la práctica de utilizar a las Fuerzas Armadas para resolver cuestiones de seguridad interior había quedado en la puerta de la Casa Rosada cuando el Dr. Alfonsín asumió la presidencia de nuestra Nación en 1983. Sin embargo, los hechos muestran que seguimos en la encrucijada de decidir entre el respeto irrestricto por los derechos humanos y la militarización de la seguridad interior, medida que ha demostrado ser, a lo largo de nuestra historia, ineficaz en el mejor de los casos, deplorable en el peor de ellos.

Por ello es que el presente pedido de informes resulta sumamente necesario para ejercer el contralor democrático que una cuestión tan sensible exige, como lo es la militarización de la seguridad interior mediante el uso de las Fuerzas Armadas -originalmente destinadas a la defensa nacional-. Y qué mejor órgano estatal para realizar la fiscalización democrática necesaria que el Poder Legislativo de la Nación, el más democrático y representativo de los poderes.

De este modo, el presente pedido de informes solicita al Poder Ejecutivo que informe sobre todo lo relacionado con este nuevo plan de seguridad interior, para que estas medidas se encuentren sujetas al escrutinio más estricto, el escrutinio de la democracia. Y es que no se entiende cómo las Fuerzas Armadas pueden realizar tareas de seguridad interior e inteligencia en la frontera sin violar todas las leyes que las reservan para la defensa nacional y vedan todo otro tipo de actividad de éstas por fuera de sus competencias originales, entre ellas la ley de Seguridad Interior y la ley de Defensa Nacional. Esta última señala en su artículo 4to: "Para dilucidar las cuestiones atinentes a la defensa nacional, se deberá tener permanentemente en cuenta la diferencia fundamental que separa a la defensa nacional de la seguridad interior". Ni hablar, por supuesto, de la violación a las garantías constitucionales que sustentan dichas normas.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto.