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PROYECTO DE TP


Expediente 6237-D-2011
Sumario: EXPRESAR REPUDIO A LOS AGRAVIANTES DICHOS VERTIDOS POR EL PRIMER MINISTRO INGLES, DAVID CAMERON, QUIEN CALIFICO COMO "MAS QUE COLONIALISMO" AL JUSTO RECLAMO ARGENTINO EN RELACION A SU SOBERANIA SOBRE LAS ISLAS MALVINAS.
Fecha: 02/02/2012
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 196
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:


Expresar el más enérgico repudio a los agraviantes dichos vertidos por el Primer Ministro inglés, David Cameron, quien calificó como "más que colonialismo" al justo reclamo argentino en relación a su soberanía sobre las Islas Malvinas.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Creo necesario que a través de este foro legislativo que es nuestra Honorable Cámara de Diputados, podamos expresar nuestro total repudio y profundo pesar por las inconvenientes palabras que el Primer Ministro inglés, David Cameron, tuvo hacia la Argentina en ocasión de un discurso dado en la Cámara de los Comunes el pasado 18 de enero del corriente.
En dicha alocución, el Premier tildó a nuestro país de colonialista, por su permanente y vivo reclamo de retomar la soberanía sobre las Islas Malvinas, arrebatada en 1833 por una Gran Bretaña con reales y desmedidas apetencias territoriales.
Cuanto menos, sorprendentes, se vuelven dichas declaraciones, cuando la historia misma, tanto de la Argentina como de Gran Bretaña, pone de manifiesto las características no anexionistas y pacíficas de la una, y las radicalmente opuestas de la otra.
Nuestro país no posee colonias, y jamás las ostentó ni persiguió en sus ideales más hondos desde la obtención de su libertad, hasta estos días. Fueron constantes en su relación con otras naciones tanto su espíritu pacífico como su respeto del derecho internacional en el arreglo de sus disputas, salvando únicamente aquel episodio de 1982, de cuyo objetivo no puede objetarse nada en absoluto, si bien los medios para conseguirlo no fueron acertados.
Por el contrario, basta analizar un mapa mundial para entrever una actitud radicalmente opuesta de Gran Bretaña, que históricamente fue haciéndose de territorios allende sus mares, mostrando escaso respeto por las poblaciones conquistadas y usufructuando hasta el hartazgo recursos ajenos.
Es clara evidencia de lo antedicho el hecho de que dicho reino haya contado hasta el año 1966, y por el espacio de casi doscientos años, una oficina de asuntos coloniales -denominada "Colonial Office"-, que luego de aquella fecha fue rebautizada como "Foreign and Commonwealth Office".
Es un hecho que la Argentina ha mantenido un incansable reclamo en foros regionales, continentales e internacionales en pos de que se reconozca de hecho la soberanía que por derecho posee sobre las Islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur, y debe continuar con dicha postura diplomática hasta tanto los territorios usurpados le sean restituidos. Y en esa reclamación se ve gratamente acompañada por sus pares de América Latina, que legitiman el accionar de nuestro país acompañando decisiones como la de no permitir el arribo de embarcaciones con la insignia de las Islas Malvinas en sus puertos -en este caso, en el ámbito del Mercosur-.
Decisiones como la antedicha se encuentran, a nuestro parecer, bien fundadas en la negación de un estatus de Estado independiente a las Islas por parte de Argentina, puesto que se trata de territorios en disputa con Gran Bretaña, desde que éstos fueran ocupados de manera ilegal en 1833. Si bien nuestro país es respetuoso de los habitantes que se asentaron allí, no puede dejar que la comunidad internacional desconozca que se trata de territorios sobre los que posee soberanía de derecho, y debería resaltarse que en el momento del asalto británico, ciudadanos argentinos habitaban las Islas, y existía un comandante argentino que hacía las veces de intendente allí, y todos ellos fueron expulsados por la fuerza.
Lejos entonces, está la actitud argentina de ser colonialista; más bien, la denominación podrá ser legalista, puesto que históricamente se ha atenido a derecho en pos de negociar de forma pacífica con Gran Bretaña los términos del diferendo. Y eso es algo reconocido por el común del sistema internacional, más precisamente por foros intergubernamentales de suma importancia, tales como la ONU (Organización de Naciones Unidas), o la OEA (Organización de los Estados Americanos).
En particular, la Asamblea General de la ONU, ha instado a través de resoluciones emitidas en varias ocasiones a las partes en conflicto para que resuelvan sus diferencias mediante la vía del diálogo. En este marco, la Argentina ha insistido, a través de toda la historia del diferendo, en establecer mesas de negociación para abrir conversaciones en torno a la soberanía sobre el archipiélago, topando siempre con la negativa rotunda o con constantes evasivas por parte de Gran Bretaña.
Incluso los Estados Unidos -que resultaran aliados de los británicos en la Guerra de Malvinas- han exhortado, luego del cese de hostilidades hasta estos días, al Reino Unido a iniciar los caminos diplomáticos para la resolución del conflicto. Vale citar las palabras de Philip Crowley, vocero del Departamento de Estado Norteamericano, el pasado 19 de enero, respecto de la problemática Malvinas, "...esa es una cuestión bilateral que necesita ser resuelta directamente entre los gobiernos de Argentina y el Reino Unido. Nosotros alentamos a ambas partes a resolver sus diferencias a través de los canales diplomáticos normales. Reconocemos la administración de facto del Reino Unido en las islas, pero no tomamos posición sobre la soberanía."
De lo anteriormente citado cabe destacar que un actor internacional de la talla de Estados Unidos no sólo reconoce la disputa existente sobre Malvinas, sino que insta a las partes a conversar para llevar el conflicto a buen puerto -mención que cabe exclusivamente para Gran Bretaña, ya que la Argentina ha insistido siempre en abrir negociaciones diplomáticas para resolverlo-, e incluso admite que la presencia británica en las Islas no es conforme a derecho, sino apenas un hecho.
Es entonces insultante que nuestra nación sea injuriada de forma vil por el Primer Ministro Cameron, que a todas luces se empeña en aumentar la escalada de tensión entre ambos países, ya sea a través de declaraciones poco felices, como de polémicas decisiones, tales como disponer un aumento de presencia militar británica en las Islas, y permitir la exploración y explotación de recursos pesqueros y petroleros por parte de empresas británicas, en territorios que están en disputa.
Es necesario que todos los países del mundo sepan que la Argentina seguirá reclamando lo que por derecho le pertenece, de forma pacífica, por las vías adecuadas de la diplomacia, lo cual es su vocación irrenunciable desde 1833. A su vez, se debe dejar en claro que, así como hasta aquí ha respetado con total recato la existencia de habitantes foráneos sobre el suelo de las Malvinas, lo seguirá haciendo una vez recuperadas, con el objeto de que puedan convivir allí argentinos y británicos en absoluta armonía. Y finalmente, es menester resaltar que por la integridad históricamente pacífica del pueblo argentino, nos resulta absolutamente desacertada y provocadora la calificación de nación colonialista.
Por todo lo expuesto, solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación del presente proyecto de declaración.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
GUZMAN, OLGA ELIZABETH NEUQUEN MOV POP NEUQUINO
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
RELACIONES EXTERIORES Y CULTO (Primera Competencia)