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PROYECTO DE TP


Expediente 6227-D-2011
Sumario: DECLARAR MONUMENTO HISTORICO NACIONAL EL "PINO HISTORICO DE LA CIUDAD DE SAN LORENZO", UBICADO EN LA CIUDAD DEL MISMO NOMBRE EN LA PROVINCIA DE SANTA FE.
Fecha: 02/02/2012
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 196
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


Artículo Primero: Declarase monumento histórico nacional al Pino Histórico de la ciudad de San Lorenzo, situado en la ciudad del mismo nombre en la Provincia de Santa Fe, lugar donde el Gral. San Martín escribiera el parte de la victoria en la Batalla que condujo el 3 de febrero de 1813.
Articulo Segundo: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


En la ciudad de San Lorenzo (Santa Fe) en el predio de los Hermanos Franciscanos donde estaba y está construido el Convento de San Carlos y el Colegio que lleva el mismo nombre, y desde donde el entonces Coronel José de San Martín al frente del "Regimiento de Granaderos a Caballo" (creado por el mismo) dio la orden de cargar contra los españoles en 1813; tuvo lugar a la sombra de un árbol histórico el relato escrito del primer triunfo patrio sobre las fuerzas realistas en el llamado Combate de San Lorenzo. Reza en su texto al comienzo "..Excmo. Señor. Tengo el honor de decir a V.E. que en el día 3 de febrero los Granaderos a mi mando en su primer ensayo han agregado un nuevo triunfo a las armas de la patria....." La gloria de aquel día supo luego terminar con el honor más grande que puede tener un Argentino en la defensa de su territorio y de su soberanía, en las Batallas de Chacabuco y Maipú, que sellaron la libertad del subcontinente americano, donde ya las fuerzas españolas se retiraban casi por completo del sur de América.
Los padres franciscanos que habían heredado la pobreza y la sencillez de las misiones jesuíticas, pero también su coraje y perseverancia, se habían instalado en la pampa húmeda, luego de trabajar denodadamente en los montes, en la cuña boscosa y en la selva amazónica. En esta parte central de nuestro país y sobre orillas del Río Paraná levantaron un convento y un colegio, ambas estructuras edilicias aún en pié, que fueron utilizadas por el Gran Capitán para organizar su ejército y planificar la única batalla que librara en suelo argentino.
El lugar -quizás- fue elegido por las contingencias de la época, pero los invasores en sus incursiones de saqueo y aprovisionamiento, desembarcaban sus tropas donde les convenía, y es posible que desde el río se haya divisado la torre de la iglesia y el campanario en cúpula (espadaña); por ello tal vez decidieron atracar más de once navíos y sus tripulantes en la madrugada del 3 de febrero de 1813; con bandera, clarín y a paso redoblado emprendieron hacia el caserío. Pero San Martín que había acampado en el convento con 120 granaderos y algunos voluntarios, curas y habitantes del lugar, tomaron la decisión de no dejarlos avanzar, como bien se lo había ordenado el Segundo Triunvirato de custodiar las poblaciones costeras al gran río y por sobre todo San Nicolás y Rosario. Esa mañana, sable en mano, montó su caballo y se dirigió más que resuelto al campo de batalla con 60 granaderos a su mando en una columna, y otros 60 al mando del Capitán Justo Bermúdez; todos en su cabalgadura y dispuestos a morir o vencer por la patria libre. No dejó nada librado al azar y arriesgó su vida en acciones directas para terminar lo antes posible con las incursiones españolas por la vía fluvial más importante del país, que comunicaba Europa con Montevideo y Asunción.
Sin dudar por un instante en la empresa ni en la gran causa que lo animaba, comandó el ataque sin esperar. Instruye a Bermúdez que ataquen rápidamente cada columna por los costados y que en el centro de las fuerzas enemigas le va a dar nuevas órdenes; hace sonar los clarinetes y al grito de "..A LA CARGA GRANADEROS, VIVA LA REVOLUCIÓN, VIVA LA PATRIA...", avanzan contra el rugir de los cañones y las balas invasoras. En el "Campo de la Gloria" y encontrando fuerte resistencia por el mayor número de los realistas, se trenzaron en lucha cuerpo a cuerpo, siendo alcanzado su corcel por los disparos enemigos, quedando aprisionado por debajo de su caballo no pudiendo mover sus piernas y fuertemente aturdido por el golpe que lo deja casi inconciente. Allí mismo es atacado por milicianos españoles interponiéndose ante su cuerpo primero el granadero Baigorria, quien defiende al Coronel de una muerte segura, y luego ante una nueva carga de bayoneta pone su cuerpo el soldado Juan Bautista Cabral (ascendido postmorten a Sargento), quien alcanzado por el enemigo, muere en combate. San Martín repuesto, ordena al Capitán Bermúdez cargar nuevamente sobre el ejército invasor, con todo lo que quede y tenga a su alcance para definir el combate, y allí en retirada los realistas cubren su huida con varios cañonazos que alcanzan mortalmente a Bermúdez, muriendo luego a los pocos días de la batalla.
Hipólito Bouchard arremete contra el abanderado Español a fin de arrebatarle el pabellón, lo que logra concluir con éxito en su valiente hazaña, mas también es alcanzado y muere en el campo de batalla. El Teniente Manuel Díaz Vélez que acompañaba al Capitán Bermúdez persiguiendo a los invasores en su fuga encara con galope fuerte y en esa atropellada al borde de la barranca, cae bajo el fuego enemigo y pierde también la vida en combate, como tantos otros granaderos heroicamente en el campo de batalla. Las bajas realistas sumaron 40 muertos y 14 prisioneros de los cuales 12 presentaban heridas de consideración, y las criollas 14 muertos y 20 heridos, que fueron todos atendidos en las salas del Colegio San Carlos y en los comedores del convento que sirvieron de hospital de campaña, por el Médico Argerich. San Martín informa al gobierno de su victoria en el parte que le dicta y suscribe al Teniente Mariano Necochea, dando la noticia de que la patria ya podría empezar a sentirse libre en respaldo de la revolución iniciada el 25 de mayo de 1810..
La redacción se hizo a la sombra y amparo de un noble pino (pinus pinea o pino piñonero, confiera originaria de la costa del mar mediterráneo) plantado por los franciscanos, donde el General descansó de la dura pelea por la independencia. Dicho árbol, como es obvio, tiene más de 250 años y si bien necesita ser atendido por especialistas periódicamente, es testigo vivo (quizá el único) de la gloria de la patria que ya empezaba a sentirse libre, por ello nuestro recuerdo y homenaje a poco de cumplirse el segundo aniversario de aquel evento trascendente para la historia nacional. A sus pies se escribió la historia de allí la importancia de este justo y necesario reconocimiento.
En la actualidad, sus retoños han sido replantados en numerosas plazas y escuelas de nuestro país y el exterior, incluso el General Perón y Eva Duarte plantaron un retoño en el "Campo de la Gloria" en su visita a San Lorenzo en 1950. Varios presidentes han pasado por allí y todos los gobernadores de la Provincia de Santa Fe, mas por decreto del PEN nº 3038 del 30/1/1946 se lo declara Árbol Histórico, solo que en esta oportunidad, a fin de poder incorporarlo a una mayor difusión y reconocimiento se lo pretende elevar, junto a la plazoleta donde se encuentra plantado, como Monumento Histórico Nacional y sujeto a la legislación especial sobre la materia.
Es por ello que se pretende declarar Monumento Histórico Nacional e incorporarlo a los símbolos y emblemas de los lugares donde se construyó nuestra identidad, nuestra soberanía y nuestra nacionalidad.
Por estas razones solicito el voto favorable de los Señores Diputados.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
CARRANZA, CARLOS ALBERTO SANTA FE FRENTE PERONISTA
GERMANO, DANIEL SANTA FE FRENTE PERONISTA
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
CULTURA (Primera Competencia)
PRESUPUESTO Y HACIENDA