La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

1º.- Convocar a una sesión especial el 27 de febrero de 2012, en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, para celebrar, con la solemnidad que exige la irrepetible circunstancia, el Bicentenario de la creación de la Bandera Nacional.

2º.- Invitar especialmente a las máximas autoridades de los países miembros de la Unión de Naciones Sudamericanas y a delegaciones parlamentarias de los departamentos bolivianos de Tarija, Chuquisaca, Cochabamba, La Paz, Potosí y Santa Cruz de la Sierra, de la República del Paraguay y de la República Oriental del Uruguay, a la sazón miembros de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

3º. Invitar a las representaciones diplomáticas acreditadas en el país para participar en esta sesión.

Señor presidente:

La Bandera Nacional es el símbolo patrio que nos identifica por antonomasia y todo el pueblo argentino la considera parte de su ser. Sus colores vibran en cualquier evento de significancia nacional; desde actos solemnes, hasta en las competencias de las selecciones nacionales en todas sus disciplinas deportivas. Asimismo, todos los argentinos en la escuela tomamos juramento en solemne y emotivo ritual, ofrendando lealtad a la patria y defensa de nuestra bandera.

Su nacimiento se da de manera improvisada y casi clandestina. El 27 de febrero de 1812, el General Manuel Belgrano emplazaba dos baterías en Rosario para salvaguardar las costas del río Paraná. Hete aquí que en estos puestos se debía enarbolar una bandera distintiva ya que hasta el momento, tanto el Ejército Patrio como el español utilizaban los mismos colores. Es por ello que Belgrano le encomendó a María Catalina Echevarría de Vidal la confección de una enseña con los colores de la escarapela. Así es como esa tarde de febrero, en acto solemne, se izó por primera vez nuestra Bandera Nacional.

Creada la insignia, rápidamente el Gobierno Nacional prohibió su uso por razones de política internacional. Al partir hacia el norte, Belgrano nunca fue notificado de dicha resolución gubernamental; de hecho, el 25 de mayo de ese mismo año se celebró en San Salvador de Jujuy el segundo aniversario de la Revolución de Mayo donde se utilizó la nueva bandera. Luego Belgrano informaría al gobierno que "el pueblo se complace de la señal que ya nos distingue de las demás naciones". Dicha insignia fue utilizada por el Ejército del Norte durante toda la campaña libertadora, la cual fue reconocida por la Asamblea del año XIII, pero solo para exclusivo uso de ese cuerpo. Finalmente, en1816, el Congreso General Constituyente de San Miguel de Tucumán, adoptó oficialmente dicha enseña como símbolo de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Esta sería la bandera heredada por la Nación Argentina, la que junto con el himno nacional, constituirían sus símbolos más preciados.

El 27 de febrero próximo se cumplen 200 años de aquella improvisada ceremonia a las orillas del Paraná. Suceso que no es menor al representar el comienzo de lo que sería una gran nación y, teniendo presente el sacrificio de todos los patriotas que combatieron y murieron por ella, que mejor tributo a todos ellos que declarar el 2012 como "Bicentenario de la Bandera Nacional".

Dicha disposición implica que la H. Cámara de Diputados deberá disponer una serie de medidas detalladas en el articulado de esta ley para la difusión del Bicentenario de nuestra bandera y la promoción de todos los valores que reviste.

Es por todo lo expuesto, y para rendir tributo a nuestro más querido símbolo patrio, solicito a mis pares la aprobación de la presente resolución.

Una sesión especial en Rosario, en las escalinatas del Monumento Nacional a la Bandera y a Manuel Belgrano no sólo encierra un emotivo simbolismo, sino que patentiza la voluntad del pueblo argentino- que esta H. Cámara representa directamente - de honrar a su pasado como ineludible modo de asegurar el futuro.

La propuesta de rendir ese homenaje mediante la presencia de la Cámara de Diputados - y del Senado, si se asociare a esta decisión - es alegórica de la hondura de la memoración. La invitación a los representantes de los pueblos hermanos circunvecinos tiene el hondo sentido de la equidad histórica. También a ellos cobijó la enseña de Belgrano en los albores de las luchas por la Independencia común.