La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional, a fin de que a través de los organismos que corresponda informe sobre los siguientes puntos, vinculados a la importación de carne porcina congelada.

1) ¿Cuáles son los controles que realiza la Dirección General de Aduana y el SENASA respecto a las condiciones de conservación de los productos de origen extranjero, que ingresan al país congelados? Específicamente sobre carne porcina.

2) ¿Qué tipo de controles efectúa la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor del Ministerio de Producción -y con qué frecuencia- respecto a los rótulos informativos al consumidor sobre el estado de conservación y fecha de elaboración de carne porcina de origen extranjero?

3) Respecto a la pregunta anterior ¿cuáles son las sanciones que se prevén en caso de incumplimiento a las normas sanitarias?

4) Respecto a la pregunta anterior, informe un detalle de sanciones aplicadas desde septiembre de 2016 hasta la fecha.

5) Informe si se realiza la trazabilidad de la carne porcina importada, desde que ingresa al país, hasta la venta al consumidor. Asimismo, informe qué organismo controla la trazabilidad.

Señor presidente:

El 14 de agosto de 2018, he convocado desde la Comisión de Industria a un encuentro al que asistieron más de 110 Cámaras y Pymes de todo el país. Allí se expuso sobre la situación en particular que atraviesa cada sector.

Desde la Asociación Argentina de Productores Porcinos, han manifestado con suma preocupación diferentes situaciones que atraviesa el sector: Aumento exponencial de importaciones de carne porcina proveniente de Dinamarca, Brasil y próximamente EEUU, remarcando especialmente que es innecesario importar estos productos, que se producen en el país, generando una caída importante de la producción local. En este sentido manifestaron que de 5000 productores inscriptos, 1000 ya cerraron sus puertas.

Asimismo, el sector de Productores Porcinos ha manifestado una gravísima situación, ante la posibilidad de que la carne importada que llega congelada, se descongela y se vende luego como fresca.

A raíz de lo manifestado en la Comisión de Industria, nos acercaron posteriormente el siguiente informe:

“Nuestro país siempre se caracterizó por la compra de carne fresca en la carnicería, sinónimo de seguridad para el consumidor. Por tal motivo hasta las grandes cadenas de supermercados, implementaron carnicerías dentro de sus tiendas. Desde hace un poco más de 3 años, comenzó por una necesidad comercial de una firma de supermercados en la Patagonia, la descongelación de la carne porcina importada para ser vendida como fresca.

Esto desde un principio atentó contra la falta de conocimiento del consumidor, poniendo en riesgo su salud, teniendo en cuenta que en los procesos de descongelación se disminuye la vida útil de la propia carne y la proliferación de bacterias y microorganismos lesionados por el estrés de la congelación y el crecimiento de los microorganismos psicrófilos y psicrotrofos supervivientes.

La carne de cerdo a diferencia de la carne vacuna, no se puede acidificar o bajar el pH para evitar la descomposición natural de la misma, debiendo ser congelada a -18ºC para su comercialización si el proceso de venta es superior a los 7 días. Por tal motivo, toda la carne de cerdo del mercado internacional se hace congelada a -18ºC.

Manteniendo la carne a dicha temperatura se puede mantener por un tiempo determinado, en lo posible inferior al año de elaboración. La bibliografía internacional varía de las 24 hs. hasta los 5 días de duración de la carne después de descogelarse, siempre y cuando el producto no sufra ningún cambio (separaciones, cortes, etc…) donde la caducidad baja mucho y recomiendan no superar las 48 hs. para el consumo seguro.

Un artículo científico que encontramos en este estudio con respecto al descongelado dice lo siguiente: Las bacterias causantes de deterioro son en su mayoría psicotrópicas y capaces de crecer entre 0 y 4 °C a un ritmo muy lento pero el crecimiento es acelerado cuando se producen abusos de temperatura en algún punto de la cadena de frío. El crecimiento comienza típicamente con el consumo de glucosa y oxígeno superficial por parte de Pseudomonas spp. Brochothrix thermosphacta también utiliza glucosa pero por su baja tasa de crecimiento es un competidor débil. Una vez alcanzada una población bacteriana de 108/cm2 la fuente de glucosa es agotada y comienza el consumo de aminoácidos, con el consiguiente desarrollo de putrefacción y aromas rancios asociados con ácidos grasos de cadena corta. También hay aparición de limo, producto del metabolismo de Pseudomonas spp, Moraxella, Alcaligenes, Aeromonas, Serratia y Acinetobacter spp.

Los supermercados en nuestro país colocan en la etiqueta una fecha de “envasado” y el vencimiento a los 2 días (cabe señalar que no cumplen con la obligación del etiquetado que exige la fecha de elaboración original) y muchos presentan cortes chicos, los cuales o vienen en una pieza grande y son cortados, o en una caja y son separados (en este último caso es necesario que todo el bloque se descongele para poder “envasar”). Aquí aparecen algunas preguntas y dudas, que planteamos y no solo son posibles, sino muchas de ellas las denunciamos:

¿Qué pasa si no se vende el producto? En un planteo lógico sería la destrucción del mismo en formas aceptadas por la legislación vigente. Pero ¿Se hace?, ¿Quién lo controla? Y ¿si se re-etiqueta con una fecha nueva? ¿Qué sucede cuando coloco en una misma góndola de carnicería un producto fresco y al lado otro descongelándose?

En principio esto no debería suceder, pero lo hemos visto en varias carnicerías. El principal problema es el aumento de la proliferación de las bacterias y el contacto en la propia góndola o a través de las manos del operador, con guantes o no.

¿Qué sucede cuando un consumidor lleva una carne envasada hace 2 días y con fecha de vencimiento en el día de la compra? Lo debería cocinar de forma inmediata. Si por casualidad lo deja para el otro día, existen muchas posibilidades que el producto no sea apto.

¿Qué dice la legislación vigente? En nuestro país rige la Ley 18.284 conocida como el Código Alimentario Argentino y en su capítulo III, en el Art. 162 expresa lo que debe hacerse con los productos congelados, resaltando dos párrafos que no dejan lugar a ninguna duda:

“…El transporte de estos productos se efectuará en vehículos provistos con equipos necesarios para mantener la temperatura indicada en el párrafo anterior (-18ºC), condición que también deberán cumplir las conservadoras o neveras de venta al público.”

“b) La fecha de elaboración (mes y año) y la indicación del tiempo de vencimiento en caracteres de muy buen tamaño, realce y visibilidad en la cara principal del rotulado.”

En el primer punto se resalta que en todo el proceso de transporte y venta, incluyendo al consumidor, se debe mantener la temperatura indicada, que en el caso de congelados o supercongelados es de -18ºC. Los expendedores del producto al público deben tener los equipos necesarios para garantizar dicha temperatura, algo que vemos de forma habitual para otros productos en los supermercados. En el segundo punto el tema de la aclaración correcta en la etiqueta, algo en lo cual están todos en falta.

Cabe mencionar que el mismo artículo exige que en la etiqueta se exprese correctamente el modo de realizar la descongelación del mismo.

Es muy difícil garantizar la salud de la población con los riesgos en los que se le introducen con la venta de estos productos.

Es importante aclarar que si ante algún problema con el producto, seguramente los medios masivos de comunicación dirán “contaminación con carne de cerdo”, generando así un problema muy grave a todos los que producen cerdo en nuestro país.”

Otro de los inconvenientes más grandes que se sucitan con la carne porcina importada es la pérdida de trazabilidad, generando inconveniente de control en los tres Estados del Ejecutivo, el Nacional, el Provincial y el Municipal.

“En marzo de 2017 a raíz de conflictos con carnes vencidas o en mal estado que ingresaron al país provenientes de un frigorífico extranjero, hubo una diferencia entre el control de la Aduana, que informó el ingreso de 100 toneladas; y el control de SENASA que informó el control de 50 toneladas. La diferencia entre el control de estos organismos nunca pudo ser encontrada, demostrando que la falta de trazabilidad genera fragilidad en el sistema nacional.”

La Asociación Argentina de Productores Porcinos, en noviembre de 2016 presentó un programa de trazabilidad a través de la Dirección de Control Comercial Agropecuario dependiente de la Secretaría de Agroindustria, que a pesar de varias notas y pedidos, nunca fue implementado.

Con el programa de trazabilidad comercial, se permitiría tener un seguimiento genuino de los productos importados, desde el momento del ingreso en Aduana, hasta la venta al público, lo cual permitiría un control real, el cual pueden aplicar el Gobierno Nacional y los Gobiernos Provinciales y Municipales.

Por lo expuesto solicito a mis pares el acompañamiento del presente proyecto.