La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Citar al Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Héctor Timerman, con el objetivo de explicar la posición argentina frente a la crisis de la República Árabe Siria y el accionar que llevará a cabo el país en la presidencia temporal del Consejo de Seguridad de la ONU.

Señor presidente:

Argentina fue elegida como Miembro no Permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para el período 2013-2014 con el apoyo unánime de los países de América latina y el Caribe y, como tal, ocupará una de las dos bancas que representan a la región. La presidencia del Consejo, que pertenece a la Argentina en este momento, tendrá una duración de un mes, en cumplimiento del mecanismo de rotación mensual por orden alfabético que rige para sus miembros en ese órgano. Esto representa para Argentina una gran oportunidad para trasmitir un mensaje a la comunidad internacional de compromiso con los Derechos Humanos.

La crisis de Siria se convirtió en una amenaza para la región, donde la comunidad internacional no puede ser ajena. Existen numerosos informes que registraron las violaciones masivas a los derechos humanos donde se haya involucrado el gobierno sirio. Desde el comienzo de la crisis hasta la actualidad, se han intentado todas las instancias diplomáticas y de diálogo posible para resolver el conflicto. Sin embargo, ninguna tuvo resultados por la negativa del régimen de Al Assad. Para casos como estos y con el único fin de proteger a la población en peligro, la Carta de la ONU establece la aplicación del Capítulo VII para detener atrocidades masivas.

Con respecto a la crisis de Siria, la República Argentina ha traicionado su legado diplomático de defensa de los derechos humanos, en pos de intereses políticos coyunturales negando el apoyo a resoluciones de las Naciones Unidas que condenan violaciones flagrantes de los derechos básicos de las personas. De esta manera, el gobierno reafirmó su política de seguimiento pasivo a las decisiones de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), grupo político para el que la defensa de los derechos humanos son relativos al ejercicio del poder, como lo vemos hoy en Venezuela claramente.

El 15 de mayo de 2013, la abstención de la Argentina ante la Asamblea General de la ONU en la resolución presentada por el Estado de Qatar y promovida por la Liga Árabe en la que se condena las violaciones masivas a los derechos humanos en Siria ha sido vergonzante al impedir que se aprueben medidas concretas para poner fin a la carnicería que sufre ese lejano país.

La coyuntura actual superó un nuevo límite que pone en riesgo la estabilidad de la región. El 24 de agosto la organización Médicos sin Fronteras afirmó que unos 3.600 pacientes llegaron el miércoles 21 de agosto a 3 hospitales

de la provincia de Damasco con síntomas neurotóxicos producidos por un supuesto ataque con armas químicas. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) denunció la muerte de al menos 322 personas, entre ellas 54 niños y 82 mujeres, en la periferia de Damasco.

El uso de armas químicas constituye una seria violación del derecho internacional humanitario. La crisis de Siria ya ha cobrado miles de muertes y el régimen de Al Assad parece no tomar las medidas necesarias para detener esta matanza. El gobierno de la República Argentina no puede seguir manteniéndose ajeno a esta cacería. Es por las razones expuestas que solicito la presencia del Ministro de Relaciones Exteriores para explicar la postura de nuestro país.