La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de esta Honorable Cámara las Jornadas Técnicas Soja Arequito, que se realizarán el próximo 11 de Octubre de 2013, en la localidad de Arequito, Provincia de Santa Fe.

Señor presidente:

A mediados de la década del ´60, el cultivo de la soja era prácticamente inexistente en la Argentina.

Hubo quienes avizoraron un futuro más amplio, y se produjeron algunos intentos de siembra de variedades, traídas casi todas de los EE.UU. La firma Agrosoja estructuró una campaña armónica, con apoyo bibliográfico, seguimiento de ventas, apoyo al sembrador desde el aspecto técnico. La experiencia pareció tomar forma, pero finalmente perdió impulso y volvió a caer.

Llegados los últimos años del ´60, y a principios de los ´70, se vuelve a sembrar soja. Esfuerzos focalizados, motivados por la promesa de un mejoramiento de suelos en su rotación con trigo o maíz al tratarse de una leguminosa, y las posibilidades de precios muy rentables. Así fueron apareciendo pioneros, dispuestos a encarar un programa más prolongado, y la promesa empezó a tomar forma de realidad.

Arequito -localidad del sur de Santa Fe- fue un punto clave. Esta provincia se convirtió en punto de convergencia de técnicos de todo el país, funcionarios de las Bolsas, comerciantes, estudiantes, y visitas internacionales muy destacadas, de los EE.UU., Brasil y Japon, quienes aportaron ideas, experiencias y consejos.

Se comienza a instalar el debate: Sembrar, está bien. Pero,... ¿y después? ¿De qué modo se adecua la densidad, la distancia, la profundidad...? ¿Con qué se combaten las malezas? ¿Con qué se inocula, cuando hablar de bacilos radicícolas era un término desconocido? Y tantas otras preguntas como saber cuál era la variedad adecuada, cómo evaluar la calidad, dónde recurrir para comprarla; cuál era la rotación sobre los cultivos tradicionales -cosa que sólo el paso del tiempo hace variar sobre los criterios iniciales- Y si viene, ¿con qué atacábamos las nuevas plagas presentes para que todo el esfuerzo no se perdiera? Y si finalmente venía, ¿cómo la cosechábamos, cómo adecuábamos la maquinaria, cuál era el momento óptimo, cuál la humedad, cómo se secaba artificialmente para que las proteínas no se afectaran? Y... ¿quién compraría la producción con ética comercial como para que no fuera a manos ávidas todo ese esfuerzo y esperanza? ¿Habría alguna vez, quizá, Precio Pizarra? Hubo mucha gente valiosa é inolvidable en ese emprendimiento. Y pivoteando sobre ella, el nombre de un pueblo chico de la "pampa gringa": Arequito. Que los convocaba, les pedía que volcaran sus experiencias, y que a través de las autoridades de esa Fiesta Provincial siempre fue veraz, ética é imparcial. Por eso se la premió, y un día fue declarada Fiesta Nacional de la Soja. Para entonces, sabíamos que una mala rotación de cultivos, el uso intensivo, la falta de control de manejo de suelos, la necesidad de adecuación de prácticas nuevas desde antes de la siembra hasta después de la cosecha eran las nuevas dudas. Y se convocaron como siempre a los mejores técnicos, especialistas nacionales é internacionales, comerciantes, fundaciones; todo abierto al productor. Nos propusimos ubicar a los mejores de cada especialidad y destacarlo en nuestra convocatoria anual: el "Premio al Mérito Sojero" fue una distinción sin valor económico, pero de hondo valor simbólico. Y así fue reconocido por sus receptores.

A casi treinta años de aquellos días, y cuando interpretábamos que la información se especializaba muy puntualmente, propusimos a la Bolsa de Comercio de Rosario unificar nuestras Jornadas Técnicas con el Remate del Primer Lote de Soja que venía realizando esa prestigiosa institución. Sus autoridades lo aceptaron, y desde 1997 y para los meses de Marzo o Abril la convocatoria fue en Rosario, donde panelistas de prestigio nacional é internacional volcaron sus actualizadas experiencias. Sin egoísmos ni temor el pueblo chico propuso la idea, su aceptación dio muestras de la calidad de la recepción, que, juntas, fueron por más. En 1974 nos preguntábamos, para la Jornada Técnica, "Soja, ¿cultivo del futuro?, desde entonces a hoy, la Argentina está entre los cuatro productores más grandes del Orbe, y gran parte de su producción se procesa con valor agregado en un importante número de aceiteras que lo remiten a un alto número de países, dando lugar a la generación de divisas en uno de los más altos rangos para la República Argentina. Aquel inicio entre entusiasta, improvisado y esperanzado podría no haber sido, como tantos otros que alguna vez fueron propuestos.

La soja es el "Cultivo del presente y para el futuro".

Hoy nos cabe junto a otros estamentos, instituciones y organismos públicos profundizar el debate de las grandes problemáticas actuales: desertificación, pérdida de fertilidad, utilización de áreas en detrimento de sus cultivos, manejos o usos particulares.

La Fiesta Provincial y Nacional de la soja de Arequito, provincia de Santa Fe, República Argentina, ha sido legítima cuna de ese emprendimiento gigantesco.

Algunos de los fines y objetivos de esta Jornada son:

Propiciar la difusión de conocimientos técnicos que posibiliten al productor agropecuario el mayor aprovechamiento de su explotación con el menor deterioro posible.

Propender a la defensa de los intereses del productor con normas de comercialización y su relación entre producción é industrialización.

Colaborar con las investigaciones buscando permanentemente propuestas que tiendan, mediante los especialistas, a aportar soluciones con respecto al mejoramiento de suelos, métodos de siembras conservacionistas, control de plagas y malezas, etc., que afecten las producciones agropecuarias de soja.

Por todo lo expuesto es que solicitamos a los integrantes de esta Honorable Cámara de Diputados que nos acompañen en la aprobación del presente proyecto.