La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su preocupación por la grave crisis de sequía actual y del proceso creciente de desertificación que padecen los Partidos de Patagones, Villarino, Puan y Tornquist de la Provincia de Buenos Aires, solicitando al Poder Ejecutivo Nacional, disponga de una acción coordinada entre los Ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca, Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, y de Industria y Turismo, en colaboración con las áreas de Gobierno que considere pertinente, para generar políticas tendientes a:

1º) Generar inversiones públicas de infraestructura básica, para el aprovechamiento integral de los recursos hídricos presentes en el territorio.

2º) Disponer en forma urgente de fondos para la realización del proyecto ejecutivo de regadío con aprovechamiento integral del tramo inferior del Río Negro y para el estudio de napas subterráneas del Distrito.

4º) Disponer en forma urgente el otorgamiento de líneas crediticias con plazo de gracia, a largo plazo y tasas subsidiadas para los productores afectados.

5º) Generar un Plan Integral de Forestación y recuperación y manejo del uso del suelo tendientes a mitigar a mediano plazo los efectos de la desertificación.

6º) Vincular los gobiernos locales en el marco de un Plan Integral, con los Organismos Nacionales e Internacionales de Crédito, y los que abordan específicamente la temática de la desertificación, tendientes a evaluar la disponibilidad de recursos existentes y las acciones para revertir dicho proceso.

7º) Colaborar con el Plan General de abordaje integral a nivel regional para coordinar los esfuerzos de los Gobiernos locales en concordancia con el Plan Provincial de Desarrollo del Sudoeste Bonaerense y las políticas emprendidas por el Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

En los últimos días ha trascendido en los medios nacionales de comunicación diversas noticias sobre la difícil situación que están atravesando los partidos del sudoeste bonaerense referidos a la falta de precipitaciones y al creciente proceso de desertificación.

Por este motivo hemos elaborado el presente proyecto solicitándole al Poder Ejecutivo Nacional realice esfuerzos extraordinarios para abordar grave problema que padecen los partidos de Patagones, Villarino, Tornquist y Puan, dado que su capacidad productiva está sufriendo las consecuencias de una sequía de larga duración, que arrecia en grandes extensiones de su territorio. Se trata de una situación que requiere un abordaje integral de la Nación, la Provincia y los Municipios.

En primer lugar, muchos otros antecedentes legislativos, reconocen en forma sostenida, las condiciones adversas en la cual se encuentra inmersa la región, y la urgente necesidad de revertir con políticas activas dicha realidad. Entendiendo que esta región por su ubicación geográfica, condiciones climáticas, poblacionales y escasas posibilidades de desarrollar actividades productivas, se generan, entre otros, efectos de marginalidad, despoblamiento y migración, situaciones estas que ameritan instrumentar beneficios impositivos con el fin de estimular y concretar el desarrollo regional.

La región y sus partidos están expuestos cíclicamente a fenómenos meteorológicos extremos, como intensas sequías y heladas, que aunados a otros factores, ocasionan anualmente pérdidas económicas substanciales en todos los sectores productivos.

Las condiciones agroecológicas en el 75% de la superficie, con 500 mil has. de monte nativo, permiten única y exclusivamente el desarrollo de la actividad ganadera.

El clima tiene una influencia directa en el desarrollo de la estructura de la vegetación. Las lluvias son poco frecuentes y el promedio anual de precipitaciones es bajo con respecto a toda la provincia de Buenos Aires y determinando ser una fuerte limitante para la producción agropecuaria de la zona.

Por ejemplo el Partido de Patagones es uno de los distritos más extensos, con 4.000 kilómetros de caminos, pero a la vez, uno de los más castigados del País a con un millón trescientas cincuenta mil has, donde existen 400 mil hectáreas de monte nativo, 50 mil has. de riego sistematizadas y otras 900 mil de secano, de las cuales 140 mil se encuentran en estado de desertificación grave.

La desertificación actual de la región está plenamente relacionada con el cambio climático, la conservación de la biodiversidad y la necesidad del manejo sustentable de los recursos naturales.

Muchos pobladores han tenido que abandonar sus antes fértiles tierras y con ellas a su familia, para buscar en otras regiones el sustento diario. Tal realidad conlleva a dificultades aún mayores, relacionadas con el desplazamiento demográfico de las localidades y el desempleo.

El colapso del aparato productivo agropecuario expandió sus efectos nocivos sobre toda la estructura ocupacional, aumentando dramáticamente la tasa de desempleo desde el 2005 a la fecha. En la estructura ocupacional el peso relativo de las ocupaciones vinculadas directa o indirectamente con el sector agropecuario es muy alto.

La compleja situación en la que se encuentra los Distritos hace necesaria la determinación de instrumentos y herramientas de mediano y largo plazo que impacten tanto en el aspecto productivo como en el social, dado que la escasa producción incide severamente en el comercio local, genera mano de obra ociosa, despoblamiento de las localidades más afectadas, cierre de establecimientos, profundiza el endeudamiento bancario y genera una cesión en la cadena de pagos.

En esta región el rol del estado no puede ser reemplazado por ninguna otra iniciativa, pero su intervención directa, permitirá sostener indirectamente la acción de particulares que se interesan en el desarrollo armónico de la región, quienes complementan, en gran medida, el espectro de políticas públicas concretas que deben ser materia de permanente expansión.

Resulta menester destacar que la región caracterizada como marginal y de evolución lenta, en la actualidad soporta el fracaso de ciclos productivos consecutivos, voladuras de campo, falta de pastos naturales, con evidente atraso y mortandad en las haciendas bovinas y ovinas, provocando una rentabilidad del sector en prácticamente nula.

Se torna sumamente complicado continuar con los respectivos laboreos sin comprender la situación socio- económica que termina discriminando a quienes se encuentran en inferioridad de condiciones climáticas, geográficas y productivas. Estos Distritos se encuentran declarados de manera interrumpida en Estado de Emergencia y Desastre Agropecuario Nacional desde el año 1994. Esto nos indica que la situación general constituye un punto de atención especial tanto para las autoridades provinciales como nacionales, ya que la mera declaración de Zona de Emergencia y Desastre no alcanza a cubrir las mínimas necesidades de los sectores que se encuentran inmersos en una profunda crisis socio-económica.

La situación del sector rural se ve reflejada en sus consecuencias en los otros estamentos y por tal aquellas se trasladan directamente al sector comercial, industrial y al área de servicios haciendo que toda la región esté en una profunda crisis económica social.

El colapso del aparato productivo agropecuario expandió sus efectos nocivos sobre toda la estructura ocupacional del Distrito.

Por todo lo expuesto le solicito a mis pares tengan a bien acompañar el presente proyecto de resolución