Proyectos »

PROYECTO DE TP


Expediente 5619-D-2009
Sumario: EXPRESAR BENEPLACITO POR EL VIGESIMO ANIVERSARIO DE LA CAIDA DEL MURO DE BERLIN, CELEBRADO EL DIA 9 DE NOVIEMBRE DE 2009.
Fecha: 16/11/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 160
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:


Expresar su beneplácito por el aniversario de la caída del Muro de Berlín, al cumplirse veinte años desde aquel 9 de Noviembre de 1989.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El mundo festeja el lunes 9 de noviembre la caída del Muro de Berlín, ya que en el año 1989 se desplomaba la "Cortina de Hierro" y con ella un período nefasto de la humanidad.
Han pasado 20 años desde ese histórico día, que encuentra a Berlín desarrollando un sinnúmero de eventos para celebrar los veinte años de la caída del Muro, un acontecimiento que ha provocado interés en todo el mundo y que ha puesto en movimiento a multitudes.
Cientos de personas recuperan la memoria en un ambiente festivo para admirar el millar de dominós gigantes fabricados en polietileno e instalados en el centro de la capital alemana a lo largo del trazado del Muro que dividió la ciudad entre 1961 y 1989. Alineados sobre 1,5 kilómetro y sobre todo frente a los edificios más simbólicos de Berlín, como la Puerta de Brandeburgo y el
Reichstag, los dominós coloreados de 2,5 metros de altura, todos
decorados con motivos diferentes, son observados mientras se desploman simbólicamente para recordar aquel momento.
Si revisamos la historia, el Muro de Berlín se abrió la noche del 9 de noviembre, pero no en el puesto fronterizo de la Bornholmer Strasse, como se viene diciendo desde hace 20 años, sino en el sur de la ciudad, revelaron hoy protagonistas del hecho en medios de prensa alemana. Hasta ahora, se decía que el puesto de Bornholmer Strasse (al norte de Berlín) fue el primero en ser abierto a Occidente. En un documental titulado "El más bello error de la historia", dos testigos cuentan que fue
en el puesto fronterizo de la Walterdorfer Chaussee donde los primeros berlineses del este pasaron a Occidente sin dificultades.
El 9 de noviembre de 1989, el portavoz del comité central del SED (partido comunista gobernante) Günter Schabowski anunció la apertura inmediata del Muro, error de comunicación que significó un viraje decisivo en la historia alemana. También cuentan testigos, que Heinz Schäfer, en aquel momento comandante del puesto fronterizo de la Waltersdorfer Chaussee, contó haber oído la noticia en su casa y de inmediato se precipitó a su puesto, confiscó todas las municiones de sus soldados y les ordenó dejar pasar a los ciudadanos. "Entre las 20:30 y las 21 cruzaron por aquí, estaba abierto," revela un documental que se exhibió.
En el marco de los festejos por los 20 años de la caída del Muro, la canciller Angela Merkel va a volver a recorrer el sendero junto a los berlineses del Este que atravesaron el muro para pasar al Oeste la noche del 9 de noviembre de 1989, en Bornholm Strasse. Alemania, y en realidad todo el mundo, celebra el vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín. Por esa razón, acudirán importantes políticos del mundo como Hilary Clinton, Gordon Brown y Nicolás Sarkozy, donde el principal evento se llama Fiesta de la Libertad.
Que todo el mundo recupere el sentido de la libertad desde la memoria, enlaza directamente con acontecimientos igual de profundos como el advenimiento de la democracia y el reclamo popular de la proclamación de los derechos humanos, hoy transformado en compromiso colectivo gracias a todas las organizaciones sociales y populares que hicieron oír su voz y determinaron cambios sustanciales para nuestra República Argentina.
Aquí ¨el muro¨ se constituyó en aquellos que pretendieron callar las voces de hombres y mujeres que luchaban por recuperar la democracia en el gobierno de facto. Y como verdaderos héroes anónimos, más de 30.000 desaparecidos vencieron esa muralla de violencia, dando lugar a 30 años de democracia que debe seguir perfeccionado su sistema en beneficio de todos los ciudadanos.
Alemania resurgió de las cenizas. De símbolo de la Guerra Fría al nuevo Berlín que no oculta los estragos de la historia: la escenografía del acto central del lunes, con el derribo de un dominó de 1,5 kilómetros, difunde por todo el planeta esa imagen de ciudad poderosa, revitalizada desde su desgarro.
La grandeza de la noche del 9 de noviembre consistió en la respuesta espontánea de las decenas de miles de ciudadanos que se lanzaron sobre la frontera expresando la carga emotiva contenida en las imágenes de entonces. Ese cambio de epidermis surge de la unidad del pueblo y esa demostración merece una declaración de nuestro pueblo, que sigue dando cátedra de unidad ante la adversidad. Fue la Revolución Pacífica, que de la consigna del "Wir sind das Volk" -"Nosotros somos el Pueblo"- de las primeras marchas minoritarias desembocó en semanas en manifestaciones masivas en todo el país. La presión era insostenible para la República Democrática Alemana (RDA), presionada además por la "Perestroika" de Mijail Gorbachov. A la noche que pasó a la historia como la de la caída del Muro siguieron muchos días y noches de euforia, con caravanas de "Trabis" -el coche arquetípico germano-oriental- cruzando al otro lado. La Puerta de Brandeburgo siguió cerrada durante cierto
tiempo, mientras las grúas se llevaban, bloque a bloque, no sólo el centenar y medio de kilómetros de hormigón que rodeó el Berlín occidental, sino los 1.400 que formaron la frontera divisoria, de norte a sur, entre la RDA y la República Federal de Alemania (RFA). Desarmar el Muro llevó meses, en los que el ruido de la maquinaria iba parejo al martilleo de berlineses y turistas por quedarse con un recuerdo del Muro. Paralelamente, se producía también el desmantelamiento del Politbüro -y la celebración de las primeras elecciones libres de la RDA -en mayo de 1990-, que ganó la CDU del canciller Helmut Kohl. En julio entró en vigor la unificación monetaria y después Kohl y Gorbachov anunciaron el acuerdo que, tras duras negociaciones, dio luz verde a la reunificación, con la aquiescencia de las restantes potencias aliadas -EEUU, Reino Unido y Francia-. La RFA seguiría integrada en la OTAN, la RDA se desmembraba del Pacto de Varsovia. El 3 de octubre de 1990 se firmó el Tratado de Unidad por el que el territorio de la RDA se integró en la RFA. Fue una absorción, que arrasó con el régimen germano-oriental, pero también con los referentes y señas de identidad de sus 16 millones de habitantes. Berlín tardó aún en recuperar la capitalidad perdida con la derrota del Tercer Reich (1945) y la división del país entre las cuatro potencias vencedoras de la II Guerra Mundial. Durante todas esas décadas, el Parlamento y gobierno de la RFA quedaron alojadas en la llamada "aldea federal", Bonn. Finalmente, el 20 de junio de 1991, y por el estrecho margen de 17 votos de diferencia, el Parlamento aprobó la mudanza a Berlín, lo que a su vez llevó largos preparativos hasta consumarse en 1999. Veinte años después de la caída del Muro y un decenio después de recuperar la capitalidad, Berlín sigue siendo una ciudad patas arriba y
algo incómoda, para algunos, pero fascinante para muchos otros, precisamente porque extrae belleza de sus cicatrices.
Señor Presidente, esa muestra de fortaleza y permanente superación de los pueblos, cualquiera sea el lugar del mundo donde se produce, merece el reconocimiento de todos y todas, por ello y por lo que expondré oportunamente, solicito el acompañamiento de mis pares.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
LEVERBERG, STELLA MARIS MISIONES FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
RELACIONES EXTERIORES Y CULTO (Primera Competencia)