La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Declárase de Interés Cultural de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación el Centro Cultural Torcuato Tasso, ubicado en el Barrio de San Telmo en la calle Defensa 1575 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por su aporte a la música y cultura ciudadana.

Señor presidente:

La globalización, en sus aspectos culturales, ha significado el surgimiento de una nueva cultura global compartida en casi todo el orbe. Paralelamente, y como dinámica contradictoria y de rechazo a tal homogeneización, estamos asistiendo a una reivindicación de los particularismos, de las tradiciones y estéticas locales, de las músicas populares afianzadas en potentes tradiciones populares y nacionales que han despertado crecientemente el interés de públicos mundiales, ávidos de novedad y calidad cultural

En ese contexto se enmarcan dos distintos fenómenos que se han producido alrededor del tango en los últimos tiempos. Al primero de ellos podríamos describirlo como un nuevo auge de consumo internacional del tango. A este aspecto no vamos a referirnos. Todos sabemos que debido a una combinación de factores económicos y culturales ha habido una explosión del turismo extranjero en nuestro país que ha encontrado en el tango un objeto cultural de consumo y disfrute de una calidad difícil de encontrar en otros países del mundo, hecho que nos llena de orgullo y no podemos menos que festejar.

Sin embargo queremos destacar en este proyecto de declaración otro notorio fenómeno cultural ocurrido en los últimos años principalmente en la Ciudad de Buenos Aires, ciudad madre del tango, que es el reverdecer, la renovación del tango como tradición musical. Es el surgimiento de nuevos artistas y nuevos públicos nacionales que se acercan al universo del tango con un sentimiento preservacionista pero sobre todo con un afán de renovación. Orquestas de jóvenes que se vuelcan al tango, auge de las milongas y del tango como danza, Festivales masivos de tango, etc, son fenómenos que ya han pasado a formar parte de nuestra cotidianeidad.

Como todo fenómeno cultural, éste que describimos involucra no solo artistas y públicos sino también productores culturales: aquellos que visionariamente y por compromiso con nuestras tradiciones culturales han impulsado y han abierto espacios para el surgimiento de esta nueva etapa en la vida del tango en Buenos Aires.

Nos referiremos en este proyecto de declaración a la infatigable tarea desarrollada en y desde el Centro Cultural Torcuato Tasso para acercar el tango a la gente de la Ciudad.

Enclavado en un punto tradicional del Sur de la Ciudad de Buenos Aires, exactamente frente al Parque Lezama, el Centro Cultural Torcuato Tasso es hoy una referencia obligada cuando hablamos de la identidad cultural de los porteños y la música ciudadana de nuestra Capital.

Tal centralidad y relevancia del "Tasso", como ya es común nombrarlo entre el público y los artistas del universo tanguero, deriva y es consecuencia de más de quince años de trabajo ininterrumpido dedicado a la promoción y difusión de la música popular con orquestas y músicos en vivo

Si bien originariamente el Tasso era un Centro Cultural vinculado al tango a partir, fundamentalmente, de su aspecto de música bailable, con el paso del tiempo en torno a este Centro se fue formando una movida que reabrió un espacio característico de la edad de oro del tango: la milonga. A la enseñanza y difusión del tango como danza se agregó la presencia de las orquestas en vivo, reviviéndose aquel particular brillo de las noches milongueras.

Fuera de toda visión meramente nostálgica, sus responsables consideraron y, podríamos decir, demostraron, que el tango, lejos de ser un género musical museístico, es una tradición viva que produce permanentemente nuevas figuras y propuestas, renovándose y atrayendo a público de las nuevas generaciones

El Tasso, entonces, dio lugar a los ya consagrados, a los clásicos de nuestro tango, como Leopoldo Federico y Susana Rinaldi , ambos Padrinos del Centro, Alberto Castillo, Adriana Varela, Néstor Marconi, Julián Plaza, Alcides Rosssi, Cacho Herrero, Horacio Molina, Osvaldo Piro, Sexteto Mayor, Rodolfo Mederos, Gerardo Gandini y Mariano Mores entre otros.

Pero no dejó de ser un lugar abierto a los nuevos exponentes: Liliana Herrero, Omar Mollo, La Chicana, Dema y su Orquesta Petitera, Soledad Villamil entre otros, tuvieron en el Tasso la oportunidad de cautivar al público tanguero tradicional y de acercar al tango nuevos públicos.

Así, en el ambiente de libertad artística y experimentación creativa que son marca registrada del Centro Cultural Torcuato Tasso, las orquestas se renuevan y reformulan constantemente y en los espectáculos se logran fusiones que hasta hace poco parecían impensadas: Juanjo Domínguez, Julio Pane, Aníbal Arias y Osvaldo Montes en un mismo escenario. Un dúo de vanguardia y lo más representativo de la escuela clásica.

Este ambiente permitió la recuperación de muchos músicos de tango que eran exitosos en el extranjero, pero que no tenían espacio para su arte en Buenos Aires.

El Tasso no es, entonces, el clásico lugar de tango for export, con todo el respeto que este tipo de actividades nos merecen: las actividades del Tasso no apuntan al público extranjero sino principalmente al público local. Se trata de popularizar los espectáculos para que sean accesibles a la mayoría: La idea de quienes lo conducen es que los turistas vengan a ver los mismos shows de los que disfrutan los vecinos.

El Centro Cultural Torcuato Tasso realiza una invalorable tarea en el enriquecimiento de la vida cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, promoviendo la renovación de nuestra identidad cultural en su aspecto musical.

Por lo expuesto es que solicito la aprobación del presente proyecto de declaración.