La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Recordar y rendir homenaje al notable dirigente sindical Agustín Tosco, por su inclaudicable lucha en defensa de las conquistas laborales y sindicales de la clase trabajadora, a pocos días de cumplirse un nuevo de aniversario de su trágica muerte el 5 de noviembre de 1975.

Señor presidente:

Traemos a consideración de esta honorable Cámara un proyecto que tiene por objeto recordar y rendir homenaje a un dirigente sindical que militó incansablemente al servicio de sus compañeros de trabajo, a punto tal de dejar su propia vida en la lucha por preservar los derechos laborales y sindicales de sus pares.

Hacemos referencia a Agustín Tosco, el "Gringo", uno de los principales protagonistas del movimiento social y político de mayor trascendencia en las últimas décadas en nuestro país, conocido por todos como el "Cordobazo"; en definitiva protagonista excluyente de la vida sindical y política de su época.

Su vida sintetiza no solamente un ejemplo de dirigente gremial íntegro y al servicio de sus compañeros, sino también la expresión de una Argentina que había logrado el mayor grado de inclusión social cuando se reconocía como obrera e industrial.

Esto es así porque Tosco fue uno de los dirigentes que mas sobresalió en aquellas experiencias de luchas sociales y políticas paridas por el pueblo argentino entre los años sesenta y la primera mitad de los setenta.

En una muy apretada síntesis podemos decir que Agustín José Tosco nació un 22 de mayo de 1930, en humilde hogar de campesinos de la localidad de Coronel Moldes, sita a 80 km. al Sur de Río Cuarto, provincia de Córdoba, donde desde chico trabajó junto con sus padres una pequeña porción de tierra.

Después de cursar el colegio primario, ingresó como internado a una escuela de Artes y Oficios. Allí, siendo aún un niño, comenzó a interesarse por la lectura; él solía contar: "en la escuela se discutía mucho y ese diálogo permanente me incitaba a profundizar la lectura. Siempre me gustó leer. En mi propia casa con piso de tierra y sin luz eléctrica, me había construido una pequeña biblioteca, precaria pero accesible."

Luego ingresó a trabajar en Luz y Fuerza como ayudante electricista en el taller electromecánico. Rápidamente adquirió conciencia acerca de los conflictos sociales, y desde un primer momento decidió tomar partido por la clase trabajadora. Así fue que a los 19 años resultó elegido subdelegado y con tan sólo 20 años ya había sido distinguido por sus compañeros de labores como delegado.

Durante toda su vida luchó con el firme propósito de obtener justicia. Solía decir: "Hago lo que hago porque quiero a la justicia.."; "...lo fundamental es que todos los que tenemos un concepto de justicia y equidad, debemos luchar para construir una nueva sociedad que permita al hombre salir de la enajenación a que lo conduce este sistema que afecta hasta el derecho de vivir. La mortalidad infantil, el analfabetismo, la deficiencia sanitaria, la falta de vivienda son parte de este sistema injusto". Este breve párrafo permite vislumbrar el pensamiento de este noble y valioso dirigente cordobés.

Tosco fue una persona íntegra, de nobles ideales que dejó plasmados en cada uno de sus actos. Sostuvo hasta las últimas consecuencias la batalla por mantener viva la cultura del trabajo frente a los avances del neoliberalismo despiadado. Él, por sobre todas las cosas, era un buen trabajador, un ser humilde y solidario con sus compañeros de labores, a quienes sin egoísmos les transmitía sus conocimientos sobre el oficio y las viejas tradiciones obreras.

Como militante sindical bregó por lograr la unidad de los compañeros gremialistas, jugándose por la dignidad y el bienestar de los trabajadores. Buscó transformar al sindicalismo burocrático y corrupto por otro democrático y representativo de las bases que permitiera otra realidad para el movimiento obrero argentino.

El propio Tosco decía que "el rol de la clase obrera no es participar como socio menor y subalternos en las esferas del poder de la oligarquía y de la reacción, sino impulsar las transformaciones revolucionarias que cambien en profundidad este sistema de opresión, de explotación y miseria. El papel de la clase obrera es ser vanguardia organizada y combativa de los demás sectores populares para lograr la liberación social y nacional de los argentinos";"Nuestras armas, las armas del pueblo, son la verdad, la libertad, la justicia, la nobleza, la dignidad. Esas son las armas morales con que hemos luchado nosotros".

La claridad intelectual, la coherencia y la capacidad combativa del "Gringo" Tosco llevaron a que los historiadores Elena González Bazán y Juan Carlos Cena, dijeran que Tosco definió claramente dos tipos de sindicalismo: "los que utilizan a la clase obrera para sus intereses particulares y los que son auténticos representantes"; y al escritor y periodista Osvaldo Bayer a manifestar sobre Agustín Tosco que "fue el mejor líder obrero que conocí en mi vida. Un Hijo del Pueblo."

En 1969 jugó un rol fundamental en el "Cordobazo", donde miles de trabajadores y estudiantes salieron a las calles a luchar por sus convicciones desafiando al ejército, en lo que fue una verdadera gesta espontánea y popular contra la dictadura de Onganía.

Su lucha y su participación activa en todos los procesos de organización y movilización obrera y popular le costó la persecución por parte del Gobierno de facto. Así fue como sufrió injustas detenciones y fue condenado a ocho años de prisión.

También sufrió una feroz persecución por parte del gobierno de Isabel Perón. En 1974 es intervenido el sindicato de Luz y Fuerza y él va a verse obligado a pasar a la clandestinidad. Estando oculto de sus perseguidores enfermó. Finalmente el 5 de noviembre de 1975 Agustín Tosco, con tan sólo 45 años de edad, fallece, escondido, en la clandestinidad, sin la posibilidad de poder acceder a un tratamiento médico adecuado para su dolencia.

La despedida de sus restos fue seguida por una multitud de cordobeses que no repararon en las amenazas del gobierno y salieron a las calles a honrar a su ilustre líder.

Actualmente una parte de nuestra sociedad ha vencido el miedo impuesto en los años del Terrorismo de Estado y ha comenzado a transitar una etapa diferente por su identidad y por reconquistar el espacio político perdido. Ejercitando la memoria -principal bastión de la resistencia del pueblo- proponemos rendirles un merecido homenaje a aquellos luchadores que brindaron su esfuerzo, su capacidad y su amor para llevar adelante un proyecto de vida diferente para nuestra sociedad. La figura de Agustín Tosco es representativa de todos aquellos que anónimamente militaron y militan por una esperanza de cambio.

Por los motivos expuesto, y con el propósito de difundir la personalidad y obra de este enorme dirigente cordobés, es que solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto.