La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo que, a través del organismo que corresponda, disponga la implementación de las medidas necesarias tendientes a concretar la utilización de los recursos geotérmicos de baja entalpía, para la generación y desarrollo de emprendimientos regionales rentables.

Señor presidente:

La geotermia de baja entalpía, está constituida por campos termales de temperaturas bajas donde su principal utilización se concentra en calefacción habitacional y de invernadero, procesos industriales y mayoritariamente en la bañoterapia (baños termales usados para relax, como atracción turística o para uso terapéutico). Su potencia térmica es complicada de medir dada su dificultad técnica generada por la dispersión de energía.

No obstante, en las regiones que presentan este recurso, existen estructuras favorables donde se puedan realizar perforaciones apropiadas, obteniendo fluidos de baja temperatura del orden de los 50 a 100º C., gradiente térmico que se corresponde con la geotermia de baja entalpía. Desde el punto de vista de la energía del planeta es, cuantitativamente, la más importante porque afecta a zonas muy vastas y sus aplicaciones están vinculadas a un uso directo del calor en múltiples emprendimientos económicos.

La explotación controlada del calor de la tierra comenzó hace unos cien años con los primeros sistemas con bombas y cañerías en Europa y EEUU. Estos fueron seguidos por los primeros emprendimientos comerciales de generación de energía, siendo el primero realizado en Italia en 1904, que funcionó hasta bien entrada la segunda guerra mundial. Luego siguió un período de consolidación, en donde los sistemas se desarrollaban lentamente pero sobre bases mucho más seguras debido al avance del conocimiento técnico sobre el subsuelo y la exploración del mismo, que realmente se debió al avance de la exploración hidrocarburífera.

Gracias al avance tecnológico y tomando herramientas de la industria del petróleo esta "agua caliente" puede ser utilizada en distintas formas según la temperatura a la que se encuentre cuando es extraída, dando origen a los campos geotérmicos de alta, media o baja entalpía (o temperatura).

Los estudios que desde 1974 se vienen realizando en los sectores andino y extra-andino de la República Argentina, han permitido el reconocimiento de numerosas áreas con manifestaciones termales y el avance en el reconocimiento de algunos campos geotérmicos importantes, a saber:

1) Puna Jujuy

2) Puna Salta- Catamarca

3) Santa Bárbara (Jujuy)

4) Tinogasta (La Rioja- Catamarca)

5) Belén (La Rioja)

6) Iglesias (San Juan)

7) Sosneado (Mendoza)

8) Payún Matrú (Mendoza)

9) Copahue y Domuyo (Neuquén)

10) Epulafquen (Neuquén)

11) Puna Salta-Catamarca (Sector Sur)

12) Famatina (La Rioja- Catamarca)

13) Taco Ralo-Río Hondo (Tucumán-Santiago del Estero)

14) Bahía Blanca (Buenos Aires).

Esta distribución demuestra que la región occidental de la Argentina se corresponde, a lo largo de la cordillera de los Andes, con una zona de colisión de placas litosféricas que generan un margen continental activo de áreas con anomalías térmicas de alta, media y baja temperatura.

Estas características generales confieren al país grandes posibilidades para la investigación y eventual aprovechamiento del recurso geotérmico, incentivando líneas de investigación y desarrollo de los mismos, con el objetivo general de su utilización para el desarrollo de las economías regionales

Oportunamente, el Departamento de Geotermia dependiente de la entonces Secretaria de Energía y Minería de la Nación evaluó en las décadas del '70 y del '80 los recursos geotérmicos correspondientes a una superficie de 239.670 km2 del noroeste y centro-oeste del país mediante estudios de reconocimiento. Se realizaron en once zonas de las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén, Tucumán y Santiago del Estero, y en la actualidad se están estudiando en las provincias de Buenos Aires y Tierra del Fuego, determinándose hasta el momento unas 42 áreas con alternativas de explotación. En los Mapas 1 y 2 del Anexo se detallan las áreas de aplicación del recurso y el avance de los estudios en la República Argentina.

Significativamente, en el mes de Noviembre de 1984, el consultor interregional de energía geotérmica Dr. D. Cataldi, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), reconoció varias áreas geotérmicas del país, expresando en el informe correspondiente lo siguiente:

"La Argentina dispone de importantes recursos geotérmicos concentrados sobre todo en el sector andino del país. A título de primera orientación, los recursos de alta entalpía podrían corresponder a un potencial geotermoeléctrico de al menos 1000 MW por un período de 30-50 años, mientras que los recursos de media y baja entalpía resultan seguramente superiores a cualquier imaginable valor de la posible demanda de calor".

"Pese a su significado exclusivamente orientativo, estos valores son suficientemente indicativos para justificar un esfuerzo dirigido específicamente a la evaluación sistemática de los recursos geotérmicos de alta temperatura, que tienen perspectivas de producción eléctrica a costos competitivos con otras formas de energía".

Específicamente entre las Provincias de Catamarca y La Rioja (Santa Teresita - Suriyaco), se detectó un promisorio aprovechamiento de energía geotérmica de baja entalpía, mayor respecto a los de alta entalpía para una producción de electricidad, que según estimaciones recientes la magnitud de su aprovechamiento se distribuye en actividades como las detalladas en el cuadro siguiente:

Las causas de su incremento resulta fácilmente entendible: la geotermia de baja entalpía se puede obtener con un gradiente geotérmico normal, lo que hace que este recurso se presente de forma homogénea en todo el mundo en tanto que la de alta entalpía responde a fenómenos geológicos localizado en regiones de la tierra muy precisas y determinadas.

La geotermia de baja entalpía está constituida por campos termales de temperaturas bajas donde su principal utilización se concentra en calefacción habitacional y de invernadero, procesos industriales y mayoritariamente en la balneoterapia (baños termales usados para relax, como atracción turística o para uso terapéutico). Su potencia térmica es complicada de medir dada su dificultad técnica generada por la dispersión de energía, ejemplos como las expuestas piscinas termales de Islandia, Francia, Hungría y otros países son suficientemente significativos.

En la agricultura se utilizan fluidos de baja entalpía para establecer y mantener las condiciones óptimas de temperatura para el cultivo de vegetales. Esto se lleva a cabo en campos abiertos mediante la irrigación subsuperficial conjuntamente con un sistema de calefacción del suelo a través de cañerías enterradas, así como también en espacios cubiertos (invernaderos). Con ello se logra evitar el deterioro producido por las bajas temperaturas ambientales, extendiéndose los períodos de cultivo y aumentando por consiguiente la producción. Asimismo, también se recurre a esta energía para el manejo de la producción vegetal que requiere mayores temperaturas. En tal sentido, desde el año 1999 existe un informe inédito del Segemar que detalla la primera etapa de prefactibilidad sobre la utilización de los recursos geotérmicos de baja entalpía presentes en la mencionada zona Santa Teresita - Suriyaco para el desarrollo de una fruti- horticultura sostenible.

Por las razones expuestas señor Presidente, y por considerar que la necesaria concreción de la utilización de los recursos geotérmicos de baja entalpía, posibilitará no sólo la utilización de nuestros recursos termales sino que también constituirá una herramienta muy valiosa a la hora de emprender iniciativas, investigaciones y decisiones que impliquen un desarrollo regional sustentable, solicito el acompañamiento de mis pares para la aprobación de la presente iniciativa.

ANEXO

ANEXO

Mapa 1. Ubicación geográfica de las áreas geotermales

Fuente: Secretaría de Energía de la Nación.

Mapa 2. Ubicación geográfica de las áreas geotermales según grado de

avance estudiado

Fuente: Secretaría de Energía de la Nación.