La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito por la participación de nuestro país en el Año Internacional de la Astronomía 2009, proclamado por las Naciones Unidas, que persigue estimular el interés en la ciencia; al conmemorarse el año próximo los 400 años del primer uso astronómico del telescopio por Galileo Galilei.

Señor presidente:

El 20 de diciembre de 2007, las Naciones Unidas, en su 62ª Asamblea General, proclamaron al 2009 como el Año Internacional de la Astronomía. La resolución fue propuesta por Italia, patria de Galileo Galilei, y tuvo todo el apoyo del Segundo Comité de la Asamblea General. El Año Internacional de la Astronomía 2009 fue una iniciativa de la Unión Astronómica Internacional y de la UNESCO.

El objetivo de la propuesta es estimular el interés en todo el mundo, especialmente entre los jóvenes, en la Astronomía y sus contribuciones a la ciencia y a la cultura bajo el lema: "El Universo para que lo descubras".

¿Por qué adherir a esta celebración? Porque nos parece una excelente oportunidad para emular la figura de Galileo. Galileo Galilei (1564-1642) fue astrónomo, filósofo, matemático y físico. Eminente hombre del Renacimiento, mostró interés por casi todas las ciencias y artes. Muchos lo consideran el padre de la ciencia moderna, ya que fue uno de los primeros hombres en emplear la observación empírica para sustentar una teoría (método experimental moderno).

En verdad, aquella innovación supuso gran osadía, ya que Galileo aportó evidencias científicas sobre un tema objeto de importantes controversias en su época: sostener que la Tierra giraba alrededor del Sol y que, por lo tanto, nuestro planeta no era el centro del universo, suponía cuestionar fuertemente al sistema dominante.

A principios de 1609, el sabio renacentista tuvo noticias de un nuevo instrumento óptico que había sido presentado al príncipe de Holanda; el dispositivo permitía mejorar notablemente la visión de objetos distantes. Ese mismo año, y basándose apenas en descripciones imprecisas, construyó un telescopio de tres aumentos y más tarde, otro de hasta 32 aumentos. Al contrario del telescopio holandés, el de Galileo no deformaba los objetos. En noviembre del mismo año, lo enfocaría hacia el cielo, iniciando de esta manera el uso astronómico del telescopio. Esta innovación disparó una revolución científica que afectó profundamente nuestra forma de ver el mundo. Los notables descubrimientos que consiguió Galileo (las concavidades y montañas lunares; las manchas y la rotación del Sol; los anillos de Saturno y los satélites de Júpiter; las fases de Venus y Martes; etc.) fueron la contrastación empírica que la hipótesis heliocéntrica de Copérnico necesitaba. Se derrumbaba así la concepción geocéntrica del universo, que había dominado el saber científico desde la antigüedad (paradigma aristotélico-ptolomeico), y con ella, una manera de entender el mundo.

En nuestro país, las investigaciones astronómicas tienen más de 130 años de antigüedad. Su gran impulsor fue Domingo F. Sarmiento quien, al fundar el Observatorio Astronómico de Córdoba en 1871, comenzó la etapa de la investigación astronómica organizada y sistemática. Al poco tiempo se agregó en 1883 el Observatorio Astronómico de La Plata, quien organizó ya en las primeras décadas de este siglo la primer escuela de Astronomía del país dentro del ámbito de la Universidad Nacional de La Plata. En 1957 comenzó a dictarse la Carrera de Astronomía en la Universidad Nacional de Córdoba. Ambas universidades formaron a los astrónomos que hoy trabajan en las instituciones astronómicas argentinas y también en el exterior. En el año 1964, se inauguró el observatorio astronómico "Félix Aguilar", hoy de la Universidad Nacional de San Juan y en 1962 se hace lo propio con el Instituto Argentino de Radioastronomía perteneciente al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Le siguió en 1971 el Instituto de Astronomía y Física del Espacio y finalmente, en 1986, el Complejo Astronómico El Leoncito. Este último tiene un carácter multi-institucional, ya que participan en el convenio, además de CONICET, las universidades nacionales de La Plata, Córdoba y San Juan. Esta última universidad inició el dictado de la carrera de astronomía en 1995.

Más allá de que esta disciplina cuenta con una importante tradición en nuestro medio, es necesario estimular aún más el interés por la ciencia en general y por la Astronomía en particular. La celebración del Año Internacional de la Astronomía es una excelente oportunidad para ello: recientemente, la Dra. Marta Rovira, presidenta del CONICET, manifestó que en nuestro país las actividades se focalizarán en la difusión de la astronomía para todo el público, con especial hincapié en los niños y los jóvenes; pero además, la celebración será la ocasión propicia para fomentar el estudio de la Astronomía a nivel universitario.

Creemos que adherir a un evento de estas características contribuye a que nuestro país comprenda la importancia de la ciencia como uno de los pilares de la sociedad moderna.

En razón de lo expuesto, solicitamos a nuestros pares que nos acompañen con la aprobación del presente proyecto.