La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar solidaridad y rendir homenaje a la comunidad armenia en el marco del "Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos", que se conmemora el 24 de abril en memoria de las víctimas del genocidio armenio.

Señor presidente:

La lucha del pueblo armenio por alcanzar su autonomía política y cultural se remonta a fines del siglo XVII. Con escasos lapsos de independencia, el dominio de su territorio fue disputado por los imperios otomano, persa y ruso.

Durante la Primera Guerra Mundial más de un millón y medio de armenios fueron asesinados por el imperio turco otomano con la misma modalidad, primero el arresto, luego el asesinato de líderes e intelectuales, el posterior arresto de jóvenes de más de 15 años y finalmente la deportación de toda la población civil hacia los centros de reinstalación, en los desiertos de Siria y Mesopotamia, destino al cual jamás llegaron.

El pasado 24 de abril, se conmemoró el 95º aniversario del Genocidio Armenio. Seis décadas de reclamos de las comunidades armenias de todo el mundo fueron necesarias, para que el tema ocupase algún espacio en la agenda internacional.

En 1983, el informe Whitaker presentado ante el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, abordando el estudio sobre la Cuestión de la prevención y la represión del Crimen de Genocidio, por primera vez reconoció "las masacres" contra el pueblo armenio utilizando los términos "Primer Genocidio del Siglo XX". En 1985 volvió a revisarse el informe y el mismo fue aprobado marcando así el inicio del estudio y abordaje del tema Genocidio, delito contre el Derecho de Gentes, crimen de lesa humanidad y de carácter imprescriptible, de gran valoración y sustento para el debate que se daría posteriormente.

Por Resolución Nº 96 (I) del 11 de diciembre de 1946, la Asamblea General de las Naciones Unidas, declara al genocidio como delito de derecho internacional contrario al espíritu y a los fines de las Naciones Unidas y que el mundo civilizado debe condenar. El 12 de enero de 1951 entra en vigencia la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio por las Naciones Unidas. En 1968, las Naciones Unidas adoptan la Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, brindando así a la comunidad internacional los instrumentos para reprimir a los responsables de crímenes de genocidio.

La Corte Penal Internacional, en el año 1998 sumó otro documento mediante el cual los Estados parte en el Estatuto de Roma, se comprometen a procesar y eventualmente sancionar a todos aquellos participantes de "crímenes de guerra, genocidio y crímenes de lesa humanidad", admitiendo la jurisdicción de la Corte Penal Internacional.

Los Parlamentos de muchos países se hicieron eco de los hechos documentados con Resoluciones diversas, aunque a la fecha, no se ha podido establecer un mecanismo eficaz y seguro de prevención de genocidio. En muchos casos, como en el del genocidio cometido contra el pueblo armenio, subsiste el negacionismo como forma racional de banalización y trivialización de los hechos históricos.

El 11 de enero de 2007, se promulgó la Ley 26.199, mediante la cual se establece la declaración del 24 de abril como "Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos" en conmemoración del genocidio sufrido por el pueblo armenio y con el espíritu de que su memoria sea una lección permanente sobre los pasos del presente y las metas futuras.

En el marco del bicentenario de la República Argentina los descendientes de armenios parte del mosaico multiétnico que conforma nuestra nación, han aportado a través de la memoria colectiva el invalorable espíritu del no renunciar a la reivindicación de los derechos vulnerados de su pueblo, siempre sosteniendo esta lucha sobre principios democráticos, la verdad y la justicia.

Existe como humanidad una asignatura pendiente, esperemos que este mensaje alcance a nuestra sociedad dejando una clara consigna de "no olvidar y educar" a las futuras generaciones para poder evitar que tan graves violaciones a los derechos del hombres no vuelvan a suceder sin importar su raza, color, credo, condición social u ideológica.

Por todo lo expuesto, es que solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.