La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de Interés de esta Honorable Cámara el Museo de la Casa del Poeta David Martínez de la localidad de Caá Catí, Provincia de Corrientes.

Señor presidente:

Caá Catí, cabecera del departamento de General Paz, es un pequeño pueblo ubicado en el centro-norte de la provincia de Corrientes. Calles de arena y casas bajas con galería caracterizan a este lugar conocido como "cuna de poetas". Entre los pródigos escritores nacidos allí se recuerda a Juan Carlos Gordiolla Niella y David Martínez. Este último, poeta de renombre internacional, comparte con Gordiolla Niella no sólo sus características de hombre taciturno, sino la admiración del pueblo que lo vio nacer y crecer. A ambos la comunidad los homenajeó con la instalación de sendos museos que guardan su memoria.

Los datos biográficos nunca alcanzan para plasmar la vida de grandes artistas, pero bien vale en esta presentación fijar una breve semblanza que permita acercarnos a la figura de tamaño escritor. Nació en Caá Catí el 28 de julio de 1921 y en 1938 se trasladó a la Capital Federal, donde años más tarde se convirtió en crítico de poesía del diario La Nación. Tradujo poemas de Ungaretti, Senghor, Rivosecchi, Capasso, Drummond de Andrade, entre otros. A su vez, gran parte de su obra fue luego traducida al inglés, al italiano y al gallego. Fue miembro fundador y primer presidente de la SADE filial Corrientes, en 1966. Integró jurados, dio conferencias, publicó ensayos antológicos y sus poemas figuran en recopilaciones del país y del extranjero. Falleció en Buenos Aires un sábado 3 de abril de 1993 a las 20.40.

Uno de esos homenajes que el pueblo de Caá Catí le rindió a Martínez fue a través de la creación del museo que lleva su nombre, promovido por dos hermanas del poeta y por su sobrino, Miguel Ángel Martínez.

Comenzó a funcionar en 1999. Tras su fundación, fue el grupo literario Pájaro de Tinta, tributario del legado de Martpinez y Gordiola Niella, el que tomó la iniciativa y decidió trabajar en su organización formal. La Municipalidad de Caá Catí tampoco fue ajena al proyecto. La biblioteca personal de Martínez, una nutrida hemeroteca, mobiliario, fotos, cartas, manuscritos y otros objetos personales del poeta conforman la muestra permanente del primer piso del edificio. Mientras que en la planta baja se conserva intacto "El Asturiano", primer almacén de ramos generales del pueblo, propiedad del padre del poeta. Ubicada sobre una de las principales calles del pueblo, la avenida 12 de octubre, la casona también se constituye como epicentro de reuniones literarias y de otras actividades culturales.

Es así que la casa de David Martínez se abre cotidianamente y cumple con la misión exacta que el venezolano Juan Liscano atribuyera a la palabra del poeta: "No se detiene a recordar, es decir, a sacar del corazón las cosas, incapaz ya de movimiento. Por lo contrario, avanza atravesado de ausencias y memorias del futuro; es un inventor de nostalgias venideras".

Algunas obras obras David Martínez:

Ribera Sola (1945);

La tierra apasionada (1955);

Órbita del amor (1959), Faja de Honor de la SADE;

Dos elegías (1963);

Ausente infinita (1965); Resplandor del olvido (Premio Municipal de poesía inédita 1961, publicado en 1966 por el Fondo Nacional de la Artes);

Canto a General Paz (Poema 1967);

El Exilio en el mundo (Edit. Emecé 1969), Primer Premio Municipal de Poesía y Medalla de Oro del Gobernador de Corrientes Adolfo Navajas Artaza;

Vida situada (Antología Poética. Con un estudio de Carlos Mastronardi, 1970);

Penúltima estación (Edit. Emece 1974), Pluma de plata del PEN club Internacional y Mención Especial Premio Nacional de Literatura;

Enrique Banchs, Poeta del sentimiento humano (Ensayo y antología). Segundo Premio

Municipal de Crítica y Ensayo, 1975;

Siete Poemas inéditos (Con un estudio de Juan Liscano. Separata de cuadernos Hispanoamericanos, Madrid 1976);

Soles y laderas (Premio Dodero de la Fundación argentina para la poesía, 1980);

La tierra que fue mía (Antología Temática Esencial. Edic. De la Municipalidad de Corrientes, 1982);

Canto a Caá Catí (Con un estudio de Ángel Héctor Azeves y dibujo de Adela Tarraf, la edición de 1985. La 2ª edición, Buenos Aires 1986, con epílogos de Jorge Calvetti, Horacio Castillo y León Benarós);

El Conterrado (Edit. Losada, 1986).

Por último Sr Presidente, con los fundamentos antes expuestos solicito la firma de mis pares para que acompañen el presente proyecto