La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar su preocupación y malestar por la reactivación de la IV Flota de los Estados Unidos de América, destinada a patrullar las aguas de de Latinoamérica y el Caribe.

Señor presidente:

La decisión del Gobierno de los Estados Unidos de reactivar su famosa IV Flota del Comando Sur para patrullar aguas de Latinoamérica y el Caribe ha generado en los gobiernos de toda la región una legítima y profunda preocupación.

La IV Flota fue puesta en actividad por primera vez en el año 1943 en el marco de la Segunda Guerra mundial, con el objetivo de impedir ataques aéreos o submarinos de potencias del Eje (Italia, Japón, Alemania) contra el continente americano. Fue desactivada recién en el año 1950 al desaparecer el conflicto bélico, volviendo a actuar por unos pocos días en 1964 durante el golpe de Estado contra Joao Goulart en Brasil.

El gobierno de Estado Unidos ha declarado que la IV Flota tiene por objetivo interactuar y entrenar a otras armadas de Naciones aliadas en la lucha contra tráficos ilícitos y organizaciones terroristas, así como prestar socorro y colaboración a través de ayuda humanitaria en casos de desastres naturales que pueda padecer la región. El otro objetivo declarado será mantener las vías económicas de comunicación por mares libres y abiertos.

Como es lógico en actividades de tipo bélicas, no hay grandes precisiones sobre la capacidad operativa con que contará la IV Flota, que cantidad de barcos tendrá, que tipo de armamento posee ni con cuanto personal contará.

Si se sabe que al mando de la IV Flota estará a cargo del Contralmirante Joseph Kernan, un hombre del grupo SEALs, uno de los mas conocidos cuerpos de elite del mundo, creado en el año 1962 por la Marina de los EEUU para acciones de alto riesgo. La especialidad de este grupo son acciones directas, reconocimientos especiales, guerra no convencional, defensa interna en el extranjero y contraterrorismo. Tuvieron un importante papel durante la guerra de Vietnam, Camboya, Laos y el Golfo Pérsico, y no precisamente en ayuda humanitaria.

Los gobiernos América Latina y el Caribe vienen desde hace años trabajando en forma coordinada para fortalecer los lazos entre ellos a través de acuerdos comerciales, superando conflictos limítrofes, fortaleciendo las nuevas democracias después de años de dictaduras militares y conflictos bélicos internos. Uno de los pasos más importantes en este sentido se logró el 23 de mayo del corriente año en Brasilia donde se concreta la Unión de las Naciones del Sur (UNASUR), formada por doce estados en América del Sur.

Estos acuerdos de integración han sido posibles debido al gran compromiso asumido por todos los países, y al respeto irrestricto a la soberanía de cada Estado miembro y el convencimiento de que las soluciones a los problemas que debe enfrentar la región deben ser solucionados por ella sin ningún tipo de injerencia externa.

Es extraño y preocupante que cuando América Latina camina hacia la unidad como bloque por intereses comunes, el gobierno de los E.E.U.U. decida reactivar su IV Flota para patrullar las aguas de la región, con objetivos ambiguos, habida cuenta que en nuestro continente no existen organizaciones terroristas que afecten de modo alguno la seguridad de los EEUU, que el trafico de estupefacientes es real pero no menor al que sufre el resto del mundo y de ningún modo configura una problemática que no pueda ser resuelta al interior de cada país.

Es importante destacar que nadie rechaza la eventual ayuda humanitaria que podrían prestar los EEUU en el hipotético caso de desastre natural que asole a nuestros países, pero para este supuesto no se necesitarían sofisticados elementos militares sino civiles.

Queremos sumarnos a las manifestaciones de inquietud que ha expresado nuestra presidenta Cristina Fernández así como distintos líderes de América Latina y el Caribe frente a la decisión de EEUU de reactivar su IV Flota, reafirmando nuestra soberanía, la de nuestros países vecinos y rechazando cualquier injerencia externa para la solución de conflictos internos.

Por las razones expuestas solicito a mis pares que me acompañen con el presente proyecto de resolución.