Señor presidente:

Señor Presidente: Hace pocos días se cumplieron 16 años del asesinato del Dr. Alfredo Pochat. Este lamentable hecho se produjo mientras, como gerente de investigaciones de la ANSES, investigaba irregularidades en las delegaciones de Mendoza, Tucumán y San Luis. Poco antes de informar públicamente los hechos de corrupción que involucraban a la titular de la dependencia de Mar del Plata y a su marido fue brutalmente asesinado.

Si bien el responsable de su muerte fue condenado, la deuda que el Estado y la sociedad tienen con Alfredo Pochat sigue vigente.

El desmantelamiento de los organismos de control, el impedimento para la correcta realización de las investigaciones de hechos de corrupción, la falta de condena a este tipo de delitos y la ausencia de una política pública de transparencia, transversal a todos los organismos públicos, da muestra que desde el asesinato de Pochat poco se ha avanzado. Su trágica muerte y lo absurdo de ella no valió siquiera para que desde el Estado se diseñara una política robusta y perdurable de promoción de instituciones limpias, transparentes, con funcionarios idóneos y en donde se valore y respete las cuestiones públicas.

El mensaje, entonces, es claro pero triste: los que investigan, los que intentan, casi en soledad luchar contra los corruptos, contra los que sólo quieren beneficiarse a través de la función pública o con fondos públicos, pierden frente a la impunidad. Pero también perdemos todos. La sociedad acepta silenciosamente un sistema con altos niveles de corrupción en el cual no se castiga a los delincuentes que se enriquecen a costa de todos.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con una ley local - 000194- con el objetivo de conmemorar este día en la fecha de muerte de Alfredo Pochat. A pesar de ello y de las buenas intenciones del texto normativo, poco se ha hecho más allá del mero acto declarativo.

Asimismo, Alfredo Pochat fue el único argentino en recibir, en carácter póstumo en el año 2000, el Premio Integridad otorgado por Transparencia International (TI).

El objetivo de este proyecto es, Sr. Presidente, promover la conciencia colectiva en torno a la problemática de la corrupción, instaurando un día -al igual que en el caso de la Ciudad de Buenos Aires, la fecha de conmemoración de la muerte de Alfredo Pochat- de reflexión y análisis.

La escuela y el trabajo con niños y adolescentes es una forma de construir hacia delante. De empezar a educar en valores democráticos, en donde la transparencia y la lucha contra la corrupción sean el eje de sociedades más igualitarias y con oportunidades para todos.

Es fundamental que las curriculas escolares y universitarias adopten este tema como un eje central de la educación cívica y el derecho. Instituir un día especial con el objetivo de reflexionar sobre los daños que causa la corrupción y las políticas para combatirla es una medida concreta en orden a generar una cultura de la transparencia y probidad en el ejercicio de la función pública.

Si bien han pasado muchos años de la muerte de Alfredo Pochat, aún podemos, desde este Parlamento, agradecerle su labor y tomarlo como ejemplo. Para que de aquí en adelante haya muchos más Pochat que luchen contra la corrupción, pero sin Pochat que pierdan su vida en esta lucha.

Por todas las razones expuestas y convencido de que todos y todas mis colegas comparten el valor de la figura de Alfredo Pochat, la importancia de su labor y las consecuencias negativas de la corrupción es que les solicito acompañen con su firma este proyecto.