La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional a fin de que, a través de los organismos que resulten competentes, se sirva informar sobre los siguientes puntos que guardan relación con la implementación de las disposiciones contenidas en la Ley de Tránsito Nro. 24.449, en lo referente a Educación Vial:

1) Indique cuáles son las acciones implementadas en el ámbito de la enseñanza técnica, terciaria y universitaria, a fin de instituir orientaciones o especialidades que capaciten para servir los distintos fines perseguidos por la ley Nacional de Transito;

2) Informe cuáles son las acciones difundidas y aplicadas destinadas a prevenir accidentes de tránsito, precisando:

a) Cuáles son los organismos encargados de implementar tales acciones;

b) Cuáles son los organismos encargados de evaluar el nivel de cumplimiento de los objetivos perseguidos por las distintas acciones impulsadas, precisando en cada caso cuáles son los indicadores utilizados para dichas evaluaciones y los resultados obtenidos.

c) En cada caso, señalar a qué población se ha destinado la actividad preventiva;

d) Si existe un accionar coordinado entre los diferentes organismos educativos provinciales, a fin de planificar las intervenciones y optimizar los recursos disponibles.

3) Cuáles son las acciones implementadas a fin de garantizar la capacitación sistemática de los docentes, según los lineamientos de la educación vial preventiva.

4) Informe, con relación a la educación vial en los niveles de enseñanza preescolar, primario y secundario, si esta materia está contemplada dentro de la currícula y bajo qué modalidad.

5) Cualquier otra información que sirva al presente.

Señor presidente:

La República Argentina es uno de los países con mayor índice de muerte por siniestros viales a nivel mundial, y encabeza el ranking entre los países de América Latina. Los accidentes de tránsito en nuestro país son la tercera causa de muerte de la población en general, y la primera entre los menores de 35 años.

Para la Organización Panamericana de la Salud, así como también la Asociación Civil Luchemos por la Vida, el Instituto de Seguridad Vial y otras organizaciones que abordan específicamente la temática de la seguridad vial los principales factores que originan los accidentes de tránsito son el conducir con cansancio y/o en estado de ebriedad, el exceso de velocidad, el no respeto por las señales indicatorias, las maniobras peligrosas, entre otras. Es fácil apreciar que todas causales enumeradas son producto de una conducta humana inconveniente.

Estos datos son suficientemente elocuentes para preocupar al Estado y también a la sociedad en su conjunto. A la hora de pensar en el diseño de políticas de estado orientadas a revertir esta situación es fundamental reconocer a los distintos actores y/o factores implicados en la temática: el sujeto -ya sea en el rol de peatón o conductor-, la infraestructura vial, las condiciones ambientales y el vehículo, debiendo ser el sujeto el principal actor al que se aboquen las tareas preventivas, de control y de contención si queremos obtener los resultados esperados frente a la problemática de la seguridad vial.

En tal sentido, si tomamos al sujeto en sus dos roles, podemos decir que no sólo se debe contar con la formación obligatoria y necesaria para aquellos que conducen un vehículo, sino que también se deben conocer y respetar las normativas vigentes que sirven para prevenir los factores incidentales en los accidentes. Si bien muchas veces las normativas se conocen, no se logran internalizar y en consecuencia muchas veces no se respetan o se ignoran.

Según datos suministrados por la Agencia Provincial de Seguridad Vial de la Provincia de Santa Fe, en un informe sobre siniestros viales con víctimas fatales, sólo en el pasado año, en esta provincia, se produjeron 459 siniestros con un saldo de 545 muertes. Esto coloca a la Provincia de Santa Fe como la segunda provincia con mayor cantidad de víctimas fatales en accidentes de tránsito, detrás de la provincia de Buenos Aires. Este mismo informe nos brinda otros datos muy significativos: el tipo de vehículo con mayor participación en accidentes fue el automóvil -272 unidades involucradas- lo que representa un 31,8% del total, seguida por las motos o ciclomotores - 198 unidades- que representan un 26% y 145 camiones, representando un 19% del total. Llama también la atención el número de bicicletas intervinientes, 54.

De los 459 siniestros 271 - el 59%- fueron en rutas o autopistas, discriminados de la siguiente forma: 131 accidentes en rutas nacionales, 114 en rutas provinciales y 26 en autopistas, tanto nacionales como provinciales. Si se consideran como variable del lugar del accidentes zona rural y zona urbana, 242 fueron en zona urbana y 217 en zona rural, puesto hay muchos tramos de rutas que atraviesan el ejido urbano de las poblaciones y son muy frecuentes los accidentes allí (72 accidentes en 2010).

Otro indicador a considerar es el lugar de la vía en que ocurrió el accidente, y como dato a resaltar tenemos que, de los accidentes ocurridos en zona rural, el 87,6% ocurrió en tramos rectos, circunstancia que a nuestro juicio permite aseverar que uno de los factores de mayor incidencia en materia de seguridad vial - sino el mayor- es el humano.

Resulta entonces de vital importancia impulsar campañas de prevención y concientización; en tal sentido como base de la pirámide el saber juega un papel crucial, y cuando hablamos de un saber, no sólo hacemos referencia a aquél que puede impartirse desde la educación de la familia, o espacios de educación informal, sino fundamentalmente al que atañe a los ámbitos formales como ser la escuela, en sus distintos niveles.

Por otro lado, es necesario que el aprendizaje siga transcurriendo: a ese saber construido desde el nivel primario y secundario de la educación formal deben sumarse las herramientas de estudio que se adquieren en ámbitos universitarios y terciarios, a fin de aplicarse al estudio de la siniestralidad vial y educación vial con fines preventivos, como así también podrían colaborar en la elaboración de campañas de concientización y prevención.

Creemos que es preciso que el Estado Nacional haga el esfuerzo necesario para lograr, a través de la educación, reducir el nivel de siniestros viales. Para ello se deben diseñar y difundir acciones destinadas a las distintas franjas etáreas iniciales: preescolar, primario, secundario, y del mismo modo intervenir en los niveles superiores de educación (universidades y terciarios) a fin de poner en práctica todo el capital cultural ganado durante años y de ese modo optimizar las posibilidades y planes de acción en materia de seguridad vial. Es menester recordar que la mayor cantidad de víctimas se da en la franja etárea de los 20 a los 29 años- 22,2%- y que el 14,1 % de las víctimas no supera los 19 años.

El presente pedido de informes tiene por objeto recabar información sobre las acciones implementadas por el PEN en lo concerniente a las acciones de educación para la seguridad vial y reducción accidentes de tránsito en el marco de lo dispuesto por la ley de transito Nro. 24.449

Por los motivos expuestos solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente pedido de informes.