El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1º: El Estado Nacional entregará en donación a la provincia de Tucumán los trofeos de guerra obtenidos por el General Don Manuel Belgrano, en el transcurso de la Batalla de Tucumán, que tuvo lugar el 24 de septiembre de 1812. Los trofeos consisten en una bandera que perteneciera al Regimiento Real de Lima, y dos estandartes de los batallones Cotabambas, ambas agrupaciones del Ejército Español.

Art. 2º: El Poder Ejecutivo Nacional encomendará al organismo que corresponda, las gestiones y trámites correspondientes para efectivizar la entrega de la bandera y los estandartes, y el traslado desde el Museo Histórico Nacional, sitio en que se encuentran actualmente, hasta la Provincia de Tucumán.

Art. 3º: La Provincia de Tucumán recepcionará los trofeos y se hará responsable de los cuidados técnicos y de seguridad que se requieran para su correcta conservación y guarda. La bandera y los estandartes deberán ser exhibidos en un lugar público convenientemente adecuado.

Art. 4º: El Museo Histórico Nacional realizará una réplica fiel de los trofeos para ser expuestos como homenaje a la histórica gesta.

Art. 5º: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

Por esta ley se propicia que los trofeos obtenidos por el General don Manuel Belgrano, durante la Batalla de Tucumán, sean entregados en donación al pueblo de la Provincia de Tucumán, en ocasión de cumplirse próximamente el bicentenario de la gloriosa batalla en la que fueron obtenidos.

De esta forma el Gobierno Nacional reconoce, en forma expresa, el gesto patriótico del pueblo de la provincia que inspiró la determinación del general Belgrano de dar batalla y proteger el norte de las Provincias del Río de la Plata del dominio realista.

I- La protección nacional de los bienes vinculados al general Belgrano en Tucumán

El Estado Nacional ha prestado siempre especial atención a la gesta patriótica belgraniana en Tucumán, tanto es así que desde 1928 los sitios relacionados al prócer ubicados en aquella Provincia han sido declarados monumentos o lugares históricos.

Mediante decreto del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) Nº 687 del 6 de septiembre de 1928 se declaró Monumento Histórico Nacional al antiguo Templo de la Merced, donde el general Belgrano hizo entrega a la Virgen de las Mercedes de su bastón de mando y la declaró Generala de sus Ejércitos; por decreto del PEN Nº 98.076 del 12 de agosto de 1941 se declaró Lugar Histórico al Campo de las Carreras, donde tuvo lugar la Batalla de Tucumán que definiera la suerte de las armas patrióticas; mediante decreto del PEN Nº 9059 del 11 de junio de 1957 se declaró Monumento Histórico al Camarín de la Virgen de la Merced, ubicado en el interior del Templo que lleva su nombre; por decreto del PEN Nº 4959 del 2 de agosto de 1972 se declaró Lugar Histórico al solar donde se alza la actual Iglesia de Nuestra Señora de la Merced en Tucumán; y por Ley Nacional Nº 25.042 se declaró Lugar Histórico Nacional, a la Parroquia de la Victoria y al Santuario de Nuestra Señora de la Merced en Tucumán.

Sin lugar a dudas, desde 1812 al presente, Tucumán se ha caracterizado por la celebración patriótica y enfervorizada del 24 de Septiembre, y es por ello que, acompañando el sentir popular del pueblo de la provincia, la Nación ha procurado preservar todos aquellos bienes que remiten al glorioso General y a la Virgen de la Merced. El pueblo, por tradición casi bicentenaria, honra la gesta que en 1812 llevó adelante la ciudadanía, el gobernador Bernabé Aráoz y el general Belgrano bajo el auxilio espiritual de la Virgen.

II- Los trofeos militares de la Batalla de la Ciudadela

Según las crónicas históricas, formuladas en sus "Memorias" por los generales José María Paz y Gregorio Aráoz de Lamadrid, junto a los estudios realizados por el general Bartolomé Mitre en su "Historia de Belgrano" y por don Mario Belgrano en su obra "Belgrano", se relata que el triunfo en el Campo de las Carreras aquél 24 de septiembre de 1812 se debió al espíritu patriótico imperante en la Provincia y a la valiente decisión del general Belgrano de desobedecer la orden dada por las autoridades del gobierno central de replegarse hasta Córdoba, con tropas y pertrechos militares.

La importante batalla entre los ejércitos realistas y patriota, se libró en el Campo de las Carreras. El Ejército realista, conformado por una gran mayoría de criollos, peruanos y altoperuanos, era de unos 3000 soldados dispuestos en los Batallones de Chichas y Fernando VII, Paruro, Real Lima, Cotabambas, Abancay y la Compañía de Tarija, bien armado y dotado con numerosas piezas de artillería. El Ejército patriota, por su parte, se componía de aproximadamente 1660 soldados y milicianos, mal pertrechados y con muy poca experiencia militar, pero todos imbuidos de enorme patriotismo y lealtad plena a su jefe y conductor, el General Belgrano.

Luego de una complicada y confusa batalla, el Ejército de Pío Tristán abandonó el campo. El día 25 fue dedicado por ambos ejércitos a socorrer a los caídos, enterrar a sus muertos y prepararse para el asalto definitivo que sucedería el día 27. Pero he aquí que al despuntar aquel día, el ejército godo se había replegado y huido por el viejo camino de Burruyacú, dejando el campo a merced de los patriotas. El armamento tomado a los españoles -13 cañones, 358 fusiles, 39 carretas, 70 cajas de municiones y 87 tiendas de campaña- serviría al Ejército del Norte durante toda su campaña. En el combate, 450 realistas perdieron su vida y otros 690, entre oficiales y soldados, fueron capturados en condición de prisioneros. Por su parte, los defensores solo tuvieron 80 muertos y 200 heridos.

Durante el fragor de la batalla, el Ejército del Norte capturó los estandartes del batallón Cotabambas, y la bandera del Regimiento Real de Lima.

El 27 de septiembre el general Belgrano relató el parte de Batalla y lo remitió a Buenos Aires junto a los trofeos capturados. A fines de octubre de 1812 las banderas fueron expuestas en el Cabildo de Buenos Aires con fines patrióticos. Luego de la gran victoria lograda en Tucumán, Belgrano la apuntaló el 20 de febrero de 1813, consolidando definitivamente la revolución iniciada en Mayo de 1810. Las dos batallas, Tucumán y Salta, fueron las últimas acciones bélicas producidas en el presente territorio argentino.

III- La donación de los trofeos a Tucumán

La bandera y los estandartes de los batallones realistas de Cotabambas, y del Regimiento Real de Lima están depositados en el Museo Histórico Nacional. Estos preciados trofeos, cuyas imágenes se anexan a la presente exposición de motivos, son: la bandera del Regimiento Real de Lima, que sobre el fondo blanco tiene la Cruz de Borgoña en terciopelo rojo, en cuyos extremos derechos se encuentran rematados por el escudo del Regimiento; y los estandartes de los batallones Cotabambas que tienen las armas del Rey Fernando VII y del Reino España sobre fondo rojo.

Al cumplirse el bicentenario de la Batalla de Tucumán, llevar los trofeos obtenidos en dicha provincia, es el mejor tributo que se le puede brindar al pueblo tucumano, que con su coraje y patriótica disposición, torció el rumbo de la historia, en beneficio de la independencia de la patria naciente.

Por los motivos expuestos, solicito a los señores legisladores la aprobación del presente proyecto de ley.