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PROYECTO DE TP


Expediente 5132-D-2013
Sumario: RENDIR HOMENAJE AL 95 ANIVERSARIO DE LA REFORMA UNIVERSITARIA DE 1918.
Fecha: 04/07/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 83
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Rendir homenaje a la Reforma Universitaria de 1918 y al movimiento estudiantil que la encarnó, con motivo de la conmemoración del 95° aniversario.
Reafirmar el compromiso para afianzar aquellos principios y valores que la gestaron, con la vocación de fortalecer la educación pública superior.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


"Sería realmente una ilusión que los oprimidos pudieran esperar que las élites de poder estimulasen un tipo de educación que las desenmascare más todavía de lo que ya lo hacen las contradicciones sociales en que se encuentran envueltas"
Paulo Freire
Hace 95 años nacía en Córdoba la Reforma Universitaria, impulsada por un grupo de jóvenes que se rebelaba contra las estructuras arcaicas y reaccionarias que dominaban el claustro universitario, cuestionando el atraso académico y social que se vivía en aquellos tiempos y exigiendo una serie de reivindicaciones.
En un contexto signado por el triunfo de la revolución rusa, la sed imperialista y colonialista de las potencias al fin de la primera guerra mundial en el plano internacional, la efervescencia democrática a partir de la Ley Sáenz Peña y los albores del gobierno radical de Yrigoyen, el movimiento reunió a una generación que aspiraba a emanciparse de la tradición católica europea. La pluralidad de ideas, la diversidad de pensamiento, la libre creación intelectual, fueron su germen y su aspiración.
Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, (...) el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así el fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil.
(Manifiesto Liminar de 1918)
En contraposición al despotismo, "la mediocridad, el privilegio y la ignorancia" reinantes, las exigencias de la juventud rebelde -plasmadas en la reforma- tuvieron como eje fundamental atacar la estratificación conservadora de las Universidades, la modificación de los planes de estudio poniendo fin a la influencia escolástica y clerical en la educación superior, la supresión de los privilegios, la renovación y mejora en la calidad de la enseñanza y el reemplazo de universidad dogmática por una universidad científica, popularizando la democracia educativa y participativa. Mariátegui señalaba que estos vicios no podían ser combatidos sino por medio de la intervención de los estudiantes en el gobierno de las universidades.
Así, la Reforma consagra:
-el principio de la autonomía universitaria y el derecho de la Universidad a darse su propio gobierno y regular su funcionamiento con la representación de los distintos sectores (co-gobierno),
-el acceso a las cátedras por concurso y la periodicidad de las mismas para garantizar la permanente renovación de las ideas,
- la asistencia y docencia libres,
-la participación de la universidad en la sociedad como extensión de la misma.
En tal sentido, la proclama contenía una meta mucho más ambiciosa que la renovación integral del claustro. La universidad de la Reforma se propuso abrirse a la sociedad, a todo el país, a América Latina, con un entusiasmo revolucionario que impulsó a la generación estudiantil del '18 a sostener la unidad latinoamericana y un proyecto emancipador en toda la región, alrededor de consignas que desafiaban al ejercicio del poder monárquico y monástico en la universidad y al conservadurismo político y social.
Si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección. (Manifiesto Liminar)
El espíritu de la Reforma que yace en el Manifiesto Liminar de 1918, redactado por Deodoro Roca, se dirigía a "los hombres libres de Sudamérica" y anunciaba: "Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten; estamos viviendo una hora americana".
En la Universidad Nacional de Córdoba y en esta ciudad (...) se ha contemplado y se contempla el nacimiento de una verdadera revolución que ha de agrupar bien pronto bajo su bandera a todos los hombres libres del continente.
(Manifiesto Liminar)
Acorde a su propósito, la reforma de 1918 no sólo revolucionó a la Universidad Nacional de Córdoba. Rápidamente el grito de la juventud cordobesa llegaría a todas las altas casas de estudios del país y se propagaría por Latinoamérica, trascendiendo incluso el plano meramente académico.
Comprender este movimiento implica entender que no pueden limitarse los alcances de la Reforma al ámbito universitario y de la enseñanza; sus verdaderos ideales la definen como la afirmación del "espíritu nuevo", concebido éste como espíritu revolucionario.
Diversos movimientos latinoamericanos reconocen su origen en la reforma universitaria. La Reforma fue, como señaló Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) en Perú, "la revolución latinoamericana por la autonomía espiritual. (...) El APRA se ha iniciado por un movimiento educacional que deseaba la emancipación del pueblo. Su origen histórico en su primera fase fue la Reforma universitaria de Córdoba, que quería reformular la universidad a fin de colocarla al alcance del pueblo".
Cuando los jóvenes de Córdoba lanzaron su Manifiesto Liminar pensaron en la universidad como motor de un proceso de cambio social que tuviera al pueblo como protagonista. El Manifiesto fue leído en América Latina como un llamado a una profunda reforma social.
Transcurrieron más de sesenta años para que nuevamente Córdoba, la misma ciudad, la cuna de la Reforma, fuera la sede del "Cordobazo", uno de los movimientos sociales más importantes de América en el siglo XX, en que estudiantes y trabajadores se ensamblaron como nunca antes para resistir a la dictadura de Onganía. Otra vez la actividad universitaria, como había sucedido en 1918, se ubicaba como protagonista de las discusiones por el cambio educativo y social.
Y precisamente, a lo largo de esta trágica historia latinoamericana marcada por los golpes de Estado y las recetas neoliberales, aquellos valores de la generación de 1918 han permanecido en las conciencias y en la cultura de los pueblos.
"Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos".
Paulo Freire
Tal como declaraba la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES 2008) celebrada en Cartagena de Indias en junio de 2008, "a 90 años de la Reforma de Córdoba, aquellos principios constituyen hoy orientaciones fundamentales en materia de autonomía universitaria, cogobierno, acceso universal y compromiso con la sociedad".
En su 95° aniversario, creemos que la Reforma Universitaria debería ser un buen pretexto para pensar la universidad hoy, repensar la Reforma Universitaria desde nuestro presente: fueron precisamente estos principios reformistas el sustento ideológico que permitió a las universidades públicas resistir los embates del neoliberalismo.
Sin embargo, las fórmulas del Consenso de Washington se aplicaron en todas sus dimensiones en la región y la universidad no fue la excepción: recorte presupuestario a la enseñanza pública, promoción de la privada, un modelo de Universidad Pública a la medida de la lógica del mercado en muchos casos fue desplazando al Estado en la definición de políticas estratégicas.
Fue así que el gobierno argentino presidido por Carlos Menem, en su intento por cumplir eficientemente las recomendaciones de la llamada "agenda internacional para la modernización de los sistemas educativos superiores" (promovida fundamentalmente por las agencias de crédito internacional), propuso significativos cambios en la histórica relación entre el Estado y la universidad" (Mollis, Marcela., 2003), en donde la idea de la universidad como espacio público cede ante el mercado: se sanciona la Ley de Educación Superior.
Sin embargo, el sector estudiantil conciente de que la sanción de esta ley significaba un retroceso de las conquistas alcanzadas y un avasallamiento de sus derechos, ya que ésta se presentaba como producto tecnocrático, sin ideología, desconocedor de la naturaleza política de la Educación, realizó una importantísima movilización manifestándose en contra del proyecto. Movilización que no sólo tuvo un amplio consenso en el movimiento estudiantil sino que también fue acompañada por el conjunto de las fuerzas políticas representativas del estudiantado.
Para los reformistas del '18 la universidad no podía pensarse aislada de los procesos políticos, económicos y sociales en los que se hallaba inmersa. Ciertamente, la ruptura con las estructuras y patrones conservadores fundó un nuevo concepto pedagógico, centrado en la formación integral de la juventud argentina no sólo en términos academicistas, sino con la capacidad de transformar positivamente la sociedad. La función de la universidad no es sólo la de transmitir conocimiento, sino que tiene la vocación de formar ciudadanos, formar nuevas generaciones, capaces de pensar y resolver los problemas presentes y futuros. Ese es el espíritu de la Reforma.
La universidad argentina, así como las demás universidades latinoamericanas, debe ser cada día más incluyente. Es responsabilidad del Estado garantizar por todos los medios la expansión y desarrollo adecuado de la universidad pública de acuerdo a las condiciones del mundo actual, reconociendo las características propias del sistema universitario argentino, su historia y las luchas de generaciones de estudiantes y docentes de la Universidad Pública.
En la actualidad podemos estar orgullosos de que el legado reformista se manifieste en nuestra defensa de la educación pública, la gratuidad de la enseñanza, el cogobierno en la universidad, la presencia de las cátedras paralelas y, sobre todo, en el compromiso con la sociedad. Se trata de un legado que sigue siendo reconocido y exigido no sólo por la sociedad y los estudiantes argentinos, sino también por la sociedad y estudiantes de países hermanos, tal como podríamos ejemplificar con las reivindicaciones manifestadas en Chile en estos últimos tiempos.
Continuando con el espíritu reformista, sigue siendo necesario fortalecer aquellos postulados de la generación del 18, un movimiento que luchó por la genuina democratización de la enseñanza.
En este sentido, creemos importante reflexionar acerca del acceso a la educación superior: para que sea verdaderamente accesible, además de ser pública, gratuita y laica, ha de ser pensada también como continuidad de la educación primaria y secundaria. Es fundamental que la escuela, el sistema educativo entero, haga hincapié en políticas públicas que garanticen la permanencia y promoción de los estudiantes en las escuelas, a la vez que éstas resulten atrayentes y cercanas a la sociedad. Así, la educación superior, lejos de ser el privilegio de algunos, estaría al alcance de todos.
Por todo lo expuesto, solicitamos a nuestros pares que acompañen el presente proyecto de resolución.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
STOLBIZER, MARGARITA ROSA BUENOS AIRES GEN
RASINO, ELIDA ELENA SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
LINARES, MARIA VIRGINIA BUENOS AIRES GEN
DUCLOS, OMAR ARNALDO BUENOS AIRES GEN
STORANI, MARIA LUISA BUENOS AIRES UCR
MILMAN, GERARDO BUENOS AIRES GEN
CORTINA, ROY CIUDAD de BUENOS AIRES PARTIDO SOCIALISTA
ZABALZA, JUAN CARLOS SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia)
Trámite
Cámara Movimiento Fecha Resultado
Diputados SOLICITUD DE SER COFIRMANTE DEL DIPUTADO ZABALZA (A SUS ANTECEDENTES)