La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar su total apoyo y solidaridad con el Gobierno Constitucional de la hermana República de Bolivia, y su Presidente Evo Morales Ayma, ante el feroz ataque de minorías desestabilizadoras que, detrás del falaz argumento de declarar una supuesta autonomía de las instituciones centrales de su país, atacan violentamente a ciudadanos, destrozan bienes públicos y asolan con agresiones racistas a miles de hermanos bolivianos.

Señor presidente:

Vivimos momentos difíciles en nuestras jóvenes democracias latinoamericanas. Como a lo largo de toda nuestra historia, las minorías antidemocráticas, las más de las veces acompañadas por intereses foráneos no aceptan que gobiernos representativos de nuestros pueblos desarrollen procesos pacíficos de cambio en un sentido de justicia, soberanía y equidad social.

La escalada de violencia reflejada en el brutal ataque a las instituciones democráticas de la República de Bolivia, por parte de bandas armadas que en los últimos días incendió y saqueó edificios públicos en algunas provincias autodenominadas "autónomas", como también los actos vandálicos contra sedes de organizaciones sociales democráticas que fueron destrozadas, llegando incluso ,en su mas terrible acción criminal, a asesinar a sangre fría a una decena de ciudadanos bolivianos; requiere por parte de todas nuestras instituciones el mas enérgico repudio y la inmediata solidaridad incondicional con el Gobierno democrático electo de Bolivia.

Nuestro Honorable Congreso tiene la responsabilidad de pronunciarse en forma urgente ante esta avanzada antidemocrática que pretende desestabilizar al Gobierno constitucional de nuestro hermano país, no solo por la cercanía y los intereses comunes que con él compartimos, sino también por las posibles consecuencias que, de darse los objetivos que estas bandas racistas tienen, tendrían para todos los pueblos latinoamericanos.

El Presidente Evo Morales Ayma ha sido ratificado hace menos de quince días en su honorable responsabilidad por el 68% de los ciudadanos bolivianos. Los ataques que su Gobierno sufre no podrían ser más injustificados, minoritarios e ilegítimos.

La sangre de nuestros hermanos bolivianos derramada en manos de minorías históricamente privilegiadas por años de saqueo y marginación no puede generarnos menos que indignación y repudio.

Nosotros, representantes electos por nuestro pueblo, conocedores de tiempos dictatoriales y estados terroristas, sabemos bien que los equilibrios regionales son imprescindibles para sostener nuestro propio proceso democrático.

Por todo lo expuesto, solicito a los Señores diputados que acompañen el presente proyecto.