La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de Interés de esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación el texto titulado "La Trochita" de su autor Ezequiel López, dedicado al Viejo Expreso Patagónico, más conocido como La Trochita.

Señor presidente:

El Viejo Expreso Patagónico, más conocido como La Trochita, es un tren a vapor de 1922 que se conserva funcionando en su estado original. Recorre la Patagonia a lo largo de 402 kilómetros tirando de una larga fila de vagones cargados de aventuras, circulando por las provincias de Río Negro y Chubut. De esta manera, se enlazan las ciudades cabecera de Ingeniero Jacobacci y Esquel sobre un ramal único en el mundo, de trocha súper económica, tan sólo 75 cm. entre rieles y uno de los pocos que todavía se conserva en estado original.

Su trayecto cuenta con varias estaciones intermedias en pueblos menores (de 60 a 400 habitantes), 3 talleres de reparaciones, apeaderos, tanques de abastecimiento y un nutrido material rodante distribuido entre locomotoras, tandems, vagones de pasajeros, plataformas, furgones, jaulas para hacienda y tanques para agua y petróleo.

Actualmente funciona como tren turístico, conocido mundialmente y requerido tanto por los amantes de los ferrocarriles como por turistas que se sorprenden con sus acotadas dimensiones, sus vagones con las salamandras encendidas en época invernal y el resoplar de sus locomotoras a vapor.

Este libro "La Trochita", escrito por su autor Ezequiel López, cuenta su larga historia, cómo fue su construcción, describe con lujo de detalles su recorrido, el funcionamiento de una locomotora a vapor, da cuenta del material rodante, hace una recorrida por los talleres y narra las anécdotas más espectaculares de los pobladores y ferroviarios contadas de primera mano.

En la Patagonia todo es extremo. El clima, la geografía, las horas de luz, la oscuridad, la flora, la fauna, sus habitantes. Las distancias se prolongan por kilómetros sin siquiera mostrar un atisbo de humanidad. A cambio, entregan infinidad de vida. Sus plantas y animales se multiplican salvajes en la estepa, en la

montaña o sus espejos de agua.

Los caminos nunca son, ni serán rectos, más bien siguen los vestigios de quienes grabaron en la tierra las huellas de su paso hacia algún lado y en ocasiones, hasta juegan con la brisa.

Este espacio de lectura infinito da lugar a historias de vida, leyendas y aventuras; hechos que se suceden con el paso del tiempo, prolongando, junto a él, la estadía de las cosas y es precisamente aquí, donde la Máquina del Tiempo desafía las leyes de la naturaleza, para transportarnos a épocas pasadas y vivir la experiencia de viajar en uno de los últimos trenes a vapor, que se conserva funcionando en su estado original en todo el mundo.

3° Edición - Declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación.(Resolución 4298/12)

Por todo lo expuesto solicito a mis pares su acompañamiento al presente Proyecto de Resolución.