El Senado y Cámara de Diputados...

Plan de Emergencia del Sector de Olivicultores Tradicionales.

ARTÍCULO 1º.- Créase el plan de emergencia para el Sector de Olivicultores Tradicionales en todo el territorio de la República Argentina. La autoridad de aplicación identificará las regiones, provincias o zonas beneficiadas.

ARTÍCULO 2º.- La Secretaría de Agricultura, ganadería, pesca y alimentación, del Ministerio de Economía y Producción de la Nación será la autoridad de aplicación de la presente ley.

ARTÍCULO 3º.- Créase el Fondo de Compensación Olivícola, con el objeto de garantizar la sustentabilidad de dicha producción a través de mecanismos que permitan atenuar los efectos de las actuales oscilaciones bruscas y negativas de los precios del sector.

ARTÍCULO 4º.- El fondo se constituirá por un término de CINCO (5) años a partir de la fecha de entrada en vigencia de la presente ley.

ARTÍCULO 5º.- Serán beneficiarios del Fondo los productores olivícolas que reúnan las siguientes condiciones:

a) Se inscriban para acogerse voluntariamente al plan del fondo, conforme las condiciones que establezca la autoridad de aplicación, que deberá instrumentar los mecanismos para que todos los trámites pertinentes sean realizados en cada Provincia.

b) No hayan sido beneficiados con regímenes promocionales o de diferimientos de impuestos por parte del Estado nacional.

La explotación por la que se solicite compensación deberá encontrarse en la zona definida por la autoridad de aplicación.

ARTÍCULO 6º.- La constitución inicial del Fondo se hará sobre la base de 100 millones de pesos ($ 100.000.000), atendido por Aportes del Tesoro Nacional.

ARTÍCULO 7º.- El Fondo será administrado por la Autoridad de Aplicación, con el objeto de garantizar el cumplimiento de los objetivos de la presente ley.

ARTÍCULO 8º.- De forma.

Señor presidente:

Por el presente proyecto de ley, se propicia crear un plan de emergencia olivícola en todo el territorio argentino, designándose autoridad de aplicación a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos.

A tal efecto, se establece un fondo de compensación olivícola por el término de cinco años y con una constitución inicial de cien millones de pesos, a través de Aportes del Tesoro Nacional.

Cabe señalar que conforme surge de los estudios realizados por la Cámara de Olivicultores Tradicionales, la situación actual puede calificarse como una paradoja. Si bien han aumentado significativamente las inversiones en el sector olivícola en general, fundamentalmente las realizadas con diferimientos de impuestos, no se solucionaron los gravísimos problemas que venía padeciendo el sector: deficiente administración y provisión del agua de riego, apropiación oficial de la ya escasa mano de obra, en base a los planes sociales que proliferaron por doquier, apropiación del mercado comprador y vendedor de la aceituna de mesa por parte de un monopolio de producción, quien establece el precio de compra de la aceituna al pequeño olivicultor, etc. Por las características de la exportación de aceituna, el pequeño no puede hacer uso de las ventajas crediticias y de devolución de impuestos, que se otorgaron en su época y en la actualidad para los grandes elaboradores. Como si esto fuera poco, pesa sobre los pequeños productores, con igual rigurosidad que para los grandes emprendimientos, e incluso hasta con mayores exigencias, la obligatoriedad del cumplimiento de leyes de laborales, de protección al medio ambiente, del código alimentario a raja tabla, el pago en término de las contribuciones por Ingresos Brutos, rentas Municipal y Provincial, etc. Para no abundar Señor Presidente, se quiere expresar en definitiva que el sector está sobreviviendo a duras penas , con peligro cierto de desaparecer, y con ellos desaparecerá una actividad sana, económicamente viable, ecológicamente intachable, socialmente justa, que durante 400 años dio muestras de alta rentabilidad en algunos periodos, como lo que tuvo en los años próximos anteriores antes de la promoción olivícola nacional, particularmente por que dio vida y progreso a miles de personas, y alimento también a miles de Argentinos con sus innegables cualidades terapéuticas.

Solo cabe agregar que si esta acción no se comprende como una reivindicación de derechos constitucionales pisoteados por administraciones que miraron, expresamente, para otro lado que no sea la verdadera producción del lugareño, el daño sigue, porque con estas acciones no solo se crea una competencia monopólica francamente desleal, sino que también surgen afecciones antes inexistentes, como las plagas que surgen por la importación de plantas de otros países, responsables de las pérdidas totales de las ultimas cosechas.

Por cada minuto que se demoran las medidas estatales van desapareciendo emprendimientos olivícolas familiares, por falta de rentabilidad y se agravará mas por que se espera que las nuevas plantaciones promovidas, producirán mas de 1.400 millones de tn de aceitunas, esta gran oferta subsidiada , de dudosa calidad oleica, y de otros componentes terapéuticos y nutritivos muy valiosos como los antioxidantes naturales, complejo de polifenoles, complejo de alcoholes superiores, provitaminas, aminoácidos especiales y esenciales, glucósidos, cloroplastos, enzimas lipídicas, proteicas y amioliticas, minerales, etc., hará bajar el precio de de la aceituna en general a niveles que el pequeño olivicultor no los podrá soportar y el consumidor no recibirá ni los beneficios alimenticios ni terapéuticos del producto, ni el bajo precio, por que el precio en la góndola lo fija, en su condición de dominante en la cadena , un oligopolio. Si sigue esta situación el olivo tradicional no será útil ni para sombra, al decir de los lugareños.

Unos diez mil productores, distribuidos en 15 provincias sufren una crisis sin precedentes que perjudica a los más pequeños y medianos, por culpa de políticas erradas para el bien de la olivicultura nacional. Puede consignarse como valioso antecedente de lo descripto el llamado Manifiesto de Arauco emitido por el sector de marras.

Por las razones expuestas, solicito a la H. Cámara, la aprobación del presente proyecto de ley.