El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1: Suspéndase la ejecución de las partidas presupuestarias autorizadas por el Congreso Nacional para el mantenimiento, refacción y adquisición de Aeronaves y helicópteros para la flota presidencial hasta tanto se haya procedido a ejecutar el cien por ciento de las partidas presupuestarias destinadas a los programas de formulación y ejecución de políticas del transporte ferroviario, con énfasis en las partidas destinadas al transporte ferroviario del Área Metropolitana Buenos Aires y rinda cuentas al Congreso Nacional a través de su Jefe de Gabinete de lo efectivamente realizado.

Artículo 2: De forma

Señor presidente:

El 22 de febrero de 2012 ocurrió la Tragedia de Once donde murieron 51 personas y cientos resultaron heridas.

Esta verdadera desgracia nacional estuvo causada en la desidia, la ineficacia y el notorio desmanejo del Gobierno Nacional en materia de Transporte donde a pesar de diez años de administración continua del mismo sector político, no solo no se ha avanzado, sino que se ha retrocedido notoriamente; la gente viaja cada vez peor, en peores condiciones, y se vuelven cada vez más frecuentes los "accidentes" con resultados fatales.

Entrecomillamos la palabra "accidente" pues verdaderamente, no creemos que se trate de accidentes. Un hecho así denominado sería la consecuencia del azar, algo fortuito que no pudo preverse. Las tragedias que hemos vivido no sólo en Once sino también en Malvinas Argentinas y en otros puntos del conurbano, se tratan de resultados expresamente derivados de lo que ha hecho adrede el Gobierno: un festival de subsidios a empresarios amigos que no han hecho ninguna mejora en el transporte, es decir, un formidable traspaso de arcas estatales a manos privadas amigas, con resultado en heridos, muertes, y en desastrosas condiciones de transporte diario de millones de personas.

En este contexto, lamentamos decir que el Gobierno Nacional no sólo no controló el uso de los fondos estatales que entregaba a manos llenas a sus amigos empresarios, sino que además tampoco ha sabido operar por sí las líneas de trenes.

En efecto, y más allá de las lógicas causas judiciales que deban enfrentar los responsables penales, es preciso que el Poder Ejecutivo enfrente una censura política, y que responda con gestos políticos contundentes. No desea administrar, no desea controlar, no desea transportar a los argentinos en condiciones razonables.

El Sr Ministro Florencio Randazzo incluso llegó al atrevimiento rayano en la indecencia de prometer en enero de este año una "revolución en el transporte" en sesenta días. Pues bien, transcurrido ese lapso, no se ha hecho nada más que maquillar vagones de 50 años de antigüedad, o sostener públicamente mentiras; las máquinas siguen siendo de esa o mayor antigüedad.

Mientras tanto, Ministros, Secretarios, Subsecretarios y todo un Ministerio dedicado al Transporte se mueve en automóviles caros, jamás usa un medio público de transporte. Lo mismo vale para la Presidente de la Nación, que goza de transporte en helicóptero, o en lujosos aviones y desconoce absolutamente las condiciones en las que viajan millones de argentinos diariamente.

El verdadero sainete protagonizado por ésta tratando de desprenderse de la administración del subterráneo de la Ciudad para causar ruina a la Ciudad de Buenos Aires resulta una muestra más de que los casi seis mil millones de pesos de presupuesto de los que goza no sirven al propósito primordial por el cual esta Honorable Cámara aprueba la autorización de gastos llamado Presupuesto.

La Presidente no administra, no controla, no ejecuta. Tal vez ello sucede porque no siente el rigor del viaje cotidiano por vía terrestre. Cuando el Jefe de Gabinete ha dicho públicamente que no esconde errores porque no los tiene, está claro que por la vía de la cooperación entre fuerzas políticas no es como comprenderán en el oficialismo la realidad que vive el pueblo.

Pues bien, una solución política para ello es que el Congreso Nacional en uso de las facultades del artículo 75 inciso 3 , inciso 18, inciso 19,. de la Constitución Nacional, le indique a la Presidente de la Nación la suspensión inmediata de la ejecución de aquellas partidas presupuestarias destinadas a su flota de aviones y helicópteros, hasta tanto ponga en orden, ejecute en forma total, y rinda cuentas al Congreso a través de su Jefe de Gabinete , sobre las partidas presupuestarias destinadas a los programas de formulación y ejecución de políticas del transporte ferroviario, con énfasis en las partidas destinadas al transporte ferroviario del Área Metropolitana Buenos Aires

Aguardamos poseer el voto positivo de los colegas de la Honorable Cámara, saludo al Señor Presidente con mi consideración más distinguida.