La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de la H. Cámara de Diputados la Carta Encíclica "Laudato Si" sobre el cuidado de la casa común, de autoría del Santo Padre Francisco y que fuera presentada en el Vaticano el día 18 de junio de 2015.

Disponer la publicación de una primera edición de 3.000 ejemplares por intermedio de la Imprenta del Congreso de la Nación, para su consulta en instituciones educativas públicas o privadas, organismos dependientes del Estado o instituciones académicas que lo requieran.

Señor presidente:

Laudato si' es la segunda encíclica del papa Francisco y el tercer documento magisterial de su pontificado, tras la encíclica Lumen fidei y la exhortación apostólica Evangelii gaudium, definida ésta como el programa pastoral del pontificado del actual Papa.

La encíclica toma su nombre del Cántico de las Criaturas compuesto por san Francisco de Asís (s.XIII) y que comienza con las palabras "Laudato si', mi' Signore" (Alabado seas, mi Señor). En él se recuerda la grandeza y la belleza de toda la creación, que debe ser cuidada y respetada por los hombres, y de la Tierra que "es una hermana con la que compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos" (LS 1).

La encíclica se articula en torno al concepto de ecología integral, el medio ambiente en el que se desarrollan las relaciones básicas del ser humano: con Dios, consigo mismo, con los demás y con la creación. Se trata de un nuevo paradigma de justicia donde la ecología, afirma la encíclica, es inseparable del bien común, lo que implica tomar decisiones solidarias basadas en una opción preferencial por los más pobres.

La visión que consolida la arbitrariedad del más fuerte ha propiciado inmensas desigualdades, injusticias y violencia para la mayoría de la humanidad... el ideal de armonía, de justicia, de fraternidad y de paz que propone Jesús está en las antípodas de semejante modelo.

En junio pasado el papa Francisco invitó a todos a emprender una misión para salvar el planeta, nuestra relación con Dios y la familia humana. Nos recordó "eliminar los residuos de nuestras vidas", y limpiar incluso la de los demás, para que podamos vivir como una sola familia humana en dignidad y unidad. En la encíclica Laudato si' el Sumo Pontífice traza un camino para una "conversión ecológica" global.

Hago votos para que en la Cumbre de las Naciones Unidas para la adopción de la Agenda de Desarrollo a partir de 2015 (Nueva York, del 25 al 27 de septiembre) y la Vigésimo Primera Sesión de la Conferencia de las Partes en la Convención marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático" ("COP21"), que se celebrará en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre con el propósito de adoptar "un nuevo acuerdo sobre el cambio climático", se tengan presentes y valoren debidamente los pensamientos profundos y trascendentales contenidos en Laudato Si.

'En el ámbito internacional es necesario ser cada vez más conscientes de que todo está íntimamente relacionado y que el medio ambiente, la tierra y el clima son una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos. Son un bien común y colectivo, de todos y para todos, el patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos. Pero reconocer estas verdades no conduce, sin embargo, a una conclusión inevitable. Hace falta un firme compromiso para desarrollar una verdadera ética de las relaciones internacionales, realmente capaz de hacer frente a una variedad de temas, como los desequilibrios comerciales y la deuda externa y ecológica, denunciados en la Encíclica' (Fuentes: cardenales Pietro Parolin, Luis Gokim Tagle y monseñor Víctor M. Fernández, agencia Aica).

Por todo lo expuesto, solicito el acompañamiento de mis pares a fin de aprobar el presente proyecto de resolución.