La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional PEN tome las medidas necesarias para dar cumplimiento, en forma fehaciente, al control de las emisiones gaseosas de los vehículos automotores, accionados por motores de combustión interna, dada la contaminación, altamente perjudicial a la salud de los habitantes y del medio ambiente.

Señor presidente:

Debido al crecimiento de una manera exponencial e incesante del parque automotor, y por lógica consecuencia, de los contaminantes que estos arrojan a la atmósfera anualmente, es que se solicita el control de emisiones gaseosas en forma urgente, para minimizar el problema sanitario en la población.

Entre los principales contaminantes con capacidad de afectar la salud de los individuos están los que provienen de emisiones primarias o transformaciones atmosféricas, teniendo en cuenta que los vehículos automotores son la fuente más importante de algunos de estos contaminantes, en particular el monóxido de carbono, ozono, hidrocarburos, partículas suspendidas y compuestos orgánicos volátiles, entre otros.

Un contaminante del aire es cualquier sustancia presente en la atmósfera, que haya sido originada por la actividad del hombre o por procesos naturales, que afecten al ser humano o al medio ambiente o ambos.

La contaminación puede definirse como cualquier modificación indeseada e indeseable del ambiente, causada por la introducción en el mismo de agentes físicos, químicos o biológicos, en cantidad superior a los valores naturales, lo que se traduce en un peligro para la salud humana. La salud, definida en la Constitución Mundial de la Salud es "un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no meramente la ausencia de enfermedad o incapacidad".

El objetivo fundamental de este proyecto está referido a la contaminación del aire como problema de salud asociado al desarrollo de la producción automotriz (motores de combustión interna, nafta o diesel). Nuestro trabajo se enfoca especialmente en el problema automotriz, porque aunque no es el único como ya comentamos, es el factor contaminante más grave. Tengamos en cuenta que de las emisiones contaminantes atmosféricas, la automotriz es responsable de más del 90 % del monóxido de carbono (CO), producido como consecuencia de la combustión incompleta de los combustibles fósiles (derivados del petróleo), u otro tipo de combustión.

Es necesario poner énfasis en el dato siguiente: las emisiones de los motores de combustión interna nafta o diesel, forman parte de los contaminantes atmosféricos peligrosos (HAP). Son compuestos químicos que afectan la salud de manera muy comprometida, y al medio ambiente, causando malformaciones congénitas, cáncer, trastornos del sistema nervioso, etc. Las partículas suspendidas penetran en los pulmones, impidiendo el paso del aire, irritan los ojos y aumentan la propensión a enfermedades cardiovasculares.

A pesar de la normativa vigente (Decreto 253/95 art. 106 conforme a su nueva redacción dispuesta por el Decreto 1395/98), son permanentes y cotidianos los casos que se observan en todas las jurisdicciones de evidentes infracciones al citado artículo. Con sólo caminar por la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense se puede observar cómo ráfagas y nubes de humo negro espeso salen de los escapes de los vehículos en general, perjudicando la salud de los habitantes (enfermedades respiratorias, etc.) y contaminando seriamente nuestro medioambiente.

Existen tres factores que condicionan o arrojan el riesgo de lesión tóxica ocasionado por estas sustancias:

Sus propiedades físico- químicas,

Las dosis de las sustancias que entran en contacto con los tejidos críticos

y la respuesta de estos a las sustancias.

El monóxido de carbono produce asfixia porque sustituye al oxígeno en la hemoglobina, provocando en su fase leve jaquecas, mareos, fatiga.

Por todo lo anterior conociendo las consecuencias, se entiende la urgencia de tomar las medidas necesarias haciendo cumplir con responsabilidad el estricto cumplimiento del control de las emisiones gaseosas, para disminuir aunque sea en una mínima proporción, el desastre de la contaminación ambiental, que provoca tan serios trastornos a la vida de la humanidad y de toda la biósfera.

Tomemos conciencia de la importancia de hacer cumplir las ordenanzas actuales y las que se redacten en el futuro, para que la repercusión en nuestras vidas sea la adecuada, sobre todo en la salud.

Es alarmante saber que nuestro planeta ha logrado, en los últimos años, romper su propio record de emisiones. No podemos seguir de brazos cruzados ante esta situación que parece empeorar año a año.

Por todo expuesto es que solicito a mis pares su acompañamiento a esta propuesta, para hacer posible la aplicación de los requerimientos y normas que afectan la salud de nuestra población.