La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su más enérgico repudio y preocupación por el asesinato del joven Jorge Ariel Velázquez, militante de la Unión Cívica Radical (UCR) de la ciudad de San Pedro, provincia de Jujuy, quien había sido herido por la espalda con arma de fuego, mientras se hallaba repartiendo boletas electorales previo a las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del pasado 9 de agosto.

Solicitar el pronto esclarecimiento de las circunstancias que rodearon la muerte de Velázquez y exhortar a las autoridades judiciales el condigno castigo penal a los responsables de su injustificable homicidio, que nos retrotrae a horas aciagas del pasado en las cuales imperaban la intolerancia y la violencia armada.

Hacer llegar las condolencias de esta H. Cámara de Diputados a los familiares, amigos y correligionarios de Jorge Ariel Velázquez.

Señor presidente:

La muerte de un militante de la Unión Cívica Radical conmovió la campaña política. Ariel Velázquez, un joven de 20 años, falleció el miércoles luego de estar 11 días internado en terapia intensiva por un disparo que le perforó el hígado y el brazo.

El joven fue atacado antes de llegar la casa de su hermano, en la ciudad de San Pedro, ubicada a 60 kilómetros de la capital, luego de realizar tareas partidarias. Si bien la causa fue caratulada como "robo por uso de arma de fuego por ser en poblado y en banda", la UCR sospecha que detrás del ataque hubo motivos políticos.

"No sabemos quién le pegó el tiro, pero en Jujuy hay una escalada de violencia por parte de la agrupación Tupac Amaru, amparada por el gobierno y donde se agrede y se ataca a militantes de la UCR", aseguró el senador nacional Dr. Gerardo Morales.

Tupac Amaru es la organización que lidera la diputada provincial jujeña Milagro Sala (candidata al Parlasur en la lista del Frente para la Victoria). Se presenta como una agrupación barrial que milita por trabajo, educación y salud. Sin embargo, tiene un extenso prontuario de denuncias por violencia política, uso de armas, vinculación al narcotráfico y con los barras del fútbol.

Ariel Velázquez se inscribe en una extensa lista de víctimas de la violencia política, entre los que podemos señalar, sólo a modo de ejemplo, sin pretensiones de ser taxativos, a: Juan Ingalinella, Jordán Bruno Genta, Rodolfo Ortega Peña, Sergio Karakachoff, José María Paz, Darwin Passaponti, Bernardo Alberte, José Ignacio Rucci, Felipe Vallese, padre Carlos Mujica, Carlos Alberto Sacheri, José Alonso, Augusto Timoteo Vandor, Alberto Manuel Campos, Enrique Angelelli, Silvio Frondizi, Raúl Amelong, Carlos Fuentealba, Teresa Rodríguez, Dirck Kloosterman, Carlos Washington Lencinas, Julieta Lanteri, Atilio López, Regino Maders, Arturo Mor Roig, Santiago Pampillón, Juan Carlos Sánchez, Hermes Quijada, Román Subiza, Luis Pujals, Humberto y María Cristina Viola, Paula Lambruschini, Rodolfo Hernán Berdina, María del Carmen Maggi, Fernando Haymal, Silvia Suppo y miles más, anónimos o conocidos.

Estos hechos, como la muerte injusta del joven radical Jorge Ariel Velázquez, enlutan a la democracia y a las instituciones de la República. Los militantes del odio, la destrucción y la intolerancia siempre se encuentran agazapados en las sombras de la noche, para con el cobarde empuñamiento de un arma de fuego, segar la vida, las convicciones e ideas de quienes piensan diferente y tienen derecho a disentir y expresarlo públicamente.

Pido el acompañamiento de mis pares a fin de aprobar el presente proyecto de resolución.