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PROYECTO DE TP


Expediente 4284-D-2008
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO NACIONAL SOBRE DIVERSAS CUESTIONES RELACIONADAS CON EL FUNCIONAMIENTO DEL INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICAS Y CENSOS (INDEC).
Fecha: 14/08/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 100
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Dirigirse al Poder Ejecutivo, a los efectos de brindar la información que se requiere mas adelante, relacionada con el funcionamiento del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC), a saber:
- Informar los motivos y las decisiones adoptadas y que autoridad dispuso los cambios realizados en el INDEC, a partir de la virtual intervención en el organismo, llegando a violarse el secreto estadístico y la consecuente falsificación de documentos públicos, debilitando la rigurosidad de la estadística matemática, consecuentemente el derecho de la ciudadanía a la información pública creíble
- Detallar la nueva metodología implementada con modificaciones importantes a la metodología utilizada científicamente hasta la intervención política del organismo, para los cálculos de los Indices de Precios al Consumidor (IPC), Índice de Precios Minoristas (IPM) y otras estadísticas de rutina en la faz operativa del Instituto Nacional, y las razones por las cuales han sido necesarias.
- Informar los motivos para que se dejara de difundir los índices elaborados por las provincias, dado que conforman en un todo el sistema estadístico argentino, discontinuando la publicación del IPC nacional.
- Informar los motivos por los cuales fuera alteradas las rutinas normales de trabajo de la Dirección de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que derivó en el desplazamiento de la titular del área Cintia Pok, que había pedido explicaciones sobre las últimas mediciones de la pobreza
- Detallar el criterio y quién ordenó la modificación de los índices en especial, el índice de inflación minorista, teniendo en cuenta las consecuencias y magnitud que derivan dada su importancia clave en la economía, al procesarse los niveles de pobreza e indigentes, y su incidencia en las discusiones salariales, concretando una irresponsabilidad absoluta, que también se refleja en el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) influyendo en los montos de la deuda pública, y los créditos hipotecarios de vivienda.
- Informar los motivos por los cuales se dejara de publicar los métodos usados para la confección de sus índices como era de práctica habitual, con rigurosidad técnica, agravados por soslayarse en forma discrecional las encuestas como fuente de los datos primarios que conforman la elaboración de los índices, confundiendo secreto estadístico con secreto de estado.
- Informar si se concretó un sistema informático paralelo al de elaboración de los índices, y el relevamiento de precios con técnicas desconocidas. Ignorando el secreto estadístico, según las denuncias realizadas por el personal técnico.
- Detallar la nómina de los funcionarios que han tenido y tienen a su cargo implementar las metodologías de trabajo, y el insumo de los importes del personal incorporado a partir de la virtual intervención del INDEC. Informar que cargo ocupa el Señor Hernán Brahim, mencionado en los últimos incidentes ocurridos en las oficinas del INDEC.
- Informar si en la nueva metodología adoptada para la elaboración de los índices se determinan de manera simple, con precios ponderados, precios ajustados, de acuerdo a las metodologías universalmente reconocidas y que están establecidas en la estadística matemática.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Contar con estadísticas públicas certeras es un derecho básico de las sociedades democráticas modernas. Es a partir de ellas que se toman innumerables decisiones, tanto referidas al diseño de las políticas públicas como a las actividades del sector privado.
Afectar la comparabilidad, intertemporal e internacional de las estadísticas es violentar el derecho de la ciudadanía a la información pública. La falta de credibilidad en la producción del Sistema Estadístico Nacional perjudica la acción de organismos públicos y privados, debilita la rigurosidad de los estudios académicos, y enturbia el debate público sobre cómo implementar mejores políticas para promover la equidad y el crecimiento.
Las políticas económicas de los últimos años han producido efectos positivos en términos de la generación de empleo, el crecimiento de la producción, y la solvencia de las finanzas públicas. Pero es un hecho conocido que las presiones inflacionarias serán por algunos años un elemento inherente al modelo elegido, y que, por lo tanto, debe prestarse particular atención a la implementación de políticas que la combatan eficazmente.
Es de público conocimiento que se ha retrocedido a través de medidas concretas con la intervención política en el INDEC.
El análisis de las cifras del INDEC, arrojan errores técnicos. La manipulación política en las cifras del organismo debe ser subsanada a la brevedad. De no ser encarada, se afectan derechos públicos y la credibilidad del país.
La intervención del Ministerio de Economía, a través de la Secretaría de Comercio Interior, en el trabajo y las metodologías utilizadas por los profesionales del INDEC, y, en particular frente a las modificaciones introducidas en el cálculo del Indice de Precios al Consumidor (IPC) que realiza ese organismo, afecta también el ingreso, porque el incremento de los precios de los productos de la Canasta Básica Alimentaria impacta más directamente en los sectores de más bajos recursos, que destinan aproximadamente la mitad de sus salarios a pagar ese tipo de productos
El gobierno comenzó a cambiar funcionarios del INDEC, el organismo que difunde todos los datos de la economía. Tontamente, por no convalidar tres o cuatro décimas de aumento más en la inflación de enero, ahora perderán toda credibilidad los números que se informen. Por más que no se los modifique, que los difunda Benedicto XVI y sean reflejo del buen momento que atraviesa la economía, habrá dudas
Desde el año pasado, cuando el Gobierno fue avanzando en la regulación sobre distintos precios, esto se fue haciendo más evidente
El índice de inflación minorista tiene gran relevancia porque es un "termómetro" clave de la economía. Por ejemplo, a menor inflación estadísticamente hay menos indigentes y pobres. Este indicador también incide sobre las discusiones salariales. En las paritarias o en el Consejo del Salario Mínimo, tanto empresarios como gremialistas toman la inflación oficial como una referencia para discutir los nuevos aumentos de salarios. Además, influye sobre los montos de la deuda pública en pesos que se ajusta según la inflación a través del CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia).
El Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), es un índice de ajuste diario, elaborado por el Banco Central (BCRA), que refleja la evolución de la inflación.
Para calcularlo, se toma como base de cálculo el IPC y se aplica para actualizar las cuotas de los créditos hipotecarios cuya garantía "no" sea vivienda única, familiar y de ocupación permanente.
También se usa para indexar los créditos hipotecarios de viviendas cuyo monto original supere los 250 mil dólares, préstamos personales superiores a 12 mil dólares y prendarios superiores a los 30 mil dólares. El BCRA pretende con este índice hacer bajar la tasa de interés de los préstamos.
El Indice de Precios al Consumidor (IPC) es, como todos los números que surgen de un promedio, odioso para algunos, agradable para otros e indiferente para unos pocos. La relación es casi matemática: quienes se vean más afectados que el promedio tendrán peores sentimientos, los que estén por debajo del índice al revés.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) está en el centro de los cuestionamientos desde diferentes puntos del poder político y económico, donde consideran que algunas de sus mediciones son antojadizas y no responden a la realidad.
Y por ello se concretan denuncias de todo tipo, veamos algunas:
El expediente 2376 fue abierto por la Fiscalía de Investigaciones en base a una denuncia, en la que se solicita que se investigue si el Secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno quiso violar el secreto estadístico al exigir a los funcionarios del INDEC que revelaran los comercios visitados por los encuestadores del organismo y que le entregaran la nómina de 8000 comercios en los que los encuestadores relevan precios.
La Fiscalía recuerda las potestades del Ministerio Público para hacer cumplir tal citación "en el marco de la ley 24.946 y los artículos 142,143 y 144 del Código Procesal Penal".
Desde hace más de un año, cada vez que el INDEC difunde los datos de precios, en forma casi unánime especialistas, técnicos, economistas y hasta instituciones internacionales cuestionan las cifras aportadas por el organismo social, sospechadas de manipulación. El FMI pidió aclaraciones y una misión de técnicos solicitaría pormenores en Buenos Aires. Tampoco llama a asombro que el personal del INDEC realice manifestaciones, denunciado alteraciones metodológicas en la confección del índice.
El Instituto aparece hoy sumido en una especie de crisis terminal porque ha perdido lo más importante que debe tener un centro de análisis estadístico: credibilidad. Un ejemplo de la repercusión negativa se expresa en la negociación de las primeras paritarias. El Gobierno insiste en que el incremento del costo de vida del año pasado fue del 8,7%, pero los gremios reclamarán incrementos en sus salarios con un piso del 25%. Bancarios, panaderos, docentes, mecánicos, químicos, porteros, colectiveros, obreros del calzado, plásticos, empleados de comercio y gastronómicos peticionan un promedio del 30% y más que eso en ciertos casos. Los empresarios contestan que les resultará imposible: de allí las versiones de eventuales desentendimientos que podrían derivar en conflictos entre las partes.
El ex director del INDEC, el experto Juan Carlos Del Bello, presentó un documento en un estrado de Tribunales donde recordó que era práctica del Instituto publicar los métodos usados para la construcción de sus índices. Se celebraban reuniones con los medios de comunicación y con las asociaciones de consumidores en las que se detallaba la forma de realizar todas sus mediciones y sus cálculos.
En la causa judicial, el dictamen de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal número 4 sostiene que pasaron los siguientes hechos según el comentario de Del Bello:
1) Se soslayaron en forma discrecional las encuestas como fuente de los datos primarios para la elaboración del índice de Precios.
2) Fotocopiaron encuestas y se las remitió, posiblemente, a la Secretaría de Comercio.
3) Suprimieron de la base de datos de precios obtenidos en investigaciones realizadas en meses anteriores y se los reemplazó por otros, correspondientes a códigos inexistentes en el momento del relevamiento.
Qué dice la Justicia
1 Según la Justicia, se incluyeron leyendas para encuestadores, con cambios para la realización de las encuestas: agregaron productos sin respetar reglas.
2 Dieron a los encuestadores instrucciones violatorias de las metodologías sobre cómo tomar precios.
3 Crearon un sistema informático paralelo al de la elaboración del índice. Hubo cálculos paralelos, que ofrecieron otros resultados.
Por otra parte:
La jueza en lo Contencioso Administrativo Federal Claudia Rodríguez Vidal ordenó al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informar sobre los métodos que utiliza para medir el índice de precios al consumidor (IPC), así como también aquellas modificaciones que se aplican para calcularlo y las razones por las cuales ellas han sido necesarias. Dicha resolución fue en respuesta a un amparo presentado por la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) ante la ausencia de respuesta oficial por dichos datos.
Así lo resolvió la jueza en lo Contencioso Administrativo Federal Claudia Rodríguez Vidal, al hacer lugar a un amparo presentado por la ADC ante la ausencia de respuesta oficial por dichos datos.
La Asociación había presentado el 18 de julio de 2007 un escrito solicitando al organismo estadístico conocer cuál es la modalidad que el organismo utiliza actualmente para el cálculo del IPC.
Según un comunicado de ADC, uno de los métodos a través de los cuales se mide la pobreza es comparando el ingreso de cada hogar, que surge de la información de la Encuesta Permanente de Hogares, con el valor de una canasta de bienes y servicios que se consideran indispensables.
Además, agregaron que la canasta se valoriza mes a mes utilizando el índice de precios al consumidor, el cual es el indicado principal para medir la inflación
Tras el pedido, el INDEC informó que "la metodología para el cálculo del índice de precios al consumidor GBA, base 1999=100, reviste carácter público y puede ser consultada en la biblioteca de este instituto como informe metodológico 13".
Si bien la jueza Rodríguez Vidal reconoció que el organismo mencionó cuál es la metodología, no brindó detalles sobre la especificación sobre las modificaciones efectuadas y las razones para introducir dichas modificaciones al cálculo.
"Dicha información era insuficiente e inadecuada para satisfacer el derecho al acceso a la información y así permitir una efectiva participación ciudadana", consignó la jueza. Por ello, la magistrada intimó al INDEC a que brinde la información.
En otro orden el fiscal Stornelli presentó ante el juez de la causa un documento de 157 páginas en el que relata destrucción de documentos públicos y relevamiento de precios con técnicas desconocidas. El documento, fue presentado al juez Rodolfo Canicoba Corral.
Se encuentra reunido el grado de sospecha requerido por el artículo 294 del Código Procesal Penal de la Nación, como para que se le reciba declaración indagatoria a Guillermo Moreno, Beatriz Paglieri y Ana María Edwin
En los principales pasajes del escrito que Stornelli presentó ante el juez, el fiscal detalla que para manipular la base del INDEC se utilizaron dos programas, uno de parches y otro de topes.
El primero elimina los aumentos excesivos. Mientras que el segundo reemplaza los incrementos por arriba de un determinado nivel por una suba promedio, según describe el texto.
Con el "dibujo" de la inflación, el Gobierno buscó matar dos pájaros de un tiro. Las estadísticas oficiales reflejan menos inflación y también menor pobreza de las que realmente hay. Como el escándalo del INDEC ya lleva mas de un año de alta exposición pública, se desgastó no sólo la credibilidad de los índices realmente "intervenidos", sino la de todos los demás, incluyendo los que son tan confiables como políticamente exitosos (por ejemplo, el crecimiento del PBI, la baja del desempleo o el superávit comercial).
Los cambios introducidos en la modificación del IPC desde enero de 2007, ponen en cuestionamiento el uso del IPC actual como insumo para el cálculo de la CBT que debería utilizarse para la medición de la pobreza. El texto firmado por la entonces Directora del área y rubricado luego por 16 técnicos que estaban a su cargo en la dirección de EPH. La conclusión fue más dura todavía: "Considero que no se cuenta con las condiciones necesarias para la elaboración de los indicadores de pobreza e indigencia, con las características de rigurosidad técnica con que siempre se ha trabajado".
La burda manipulación que el Gobierno hace de los indicadores económicos que desarrolla el INDEC en algún momento terminará por sincerarse a causa del peso de la realidad. En ese momento, la inflación se disparará, los bonos ajustables por CER se volverán impagables y nuevamente estallarán la pobreza y la indigencia.
Pero esta intervención ha generado dos hechos nuevos.
- Uno consiste en que ha logrado reducir artificialmente la pobreza.
El cálculo de pobreza se hace la siguiente forma: el "INDEC" utiliza el método del ingreso para medir la pobreza. Es decir, un hogar es considerado pobre si su ingreso no le alcanza para comprar una serie de productos alimenticios, algo de transporte, medicina y ropa. Un matrimonio con dos hijos menores es pobre si sus ingresos no alcanzan para comprar los bienes y servicios que el "INDEC" establece en la canasta de bienes y servicios que se deben consumir para evitar la pobreza. Por ejemplo, una familia necesita tener un ingreso de $ 950 mensuales para poder comprar la canasta de bienes y servicios mínima que los coloca fuera de la línea de pobreza. Si gana menos de los $ 950 por mes, esa familia es pobre. Para el caso de la indigencia, se utiliza el mismo mecanismo, aunque con una canasta de bienes y servicios mucho más reducida
Si los precios de la canasta están dibujados y distorsionados por intervenciones del Gobierno, esa canasta tiene un costo artificialmente más bajo. En consecuencia, milagrosamente la gente pasa a tener un ingreso que supera al costo de la canasta de bienes y servicios. Lo que se hace es mentir sobre el costo de la canasta. Al decir que es menor, los pobres e indigentes son menos. Un truco estadístico bastante burdo que queda desmentido con sólo recorrer la Argentina o ver la legión de cartoneros que deambulan por la ciudad revolviendo las bolsas de basura
- El otro hecho nuevo consiste en el default encubierto de la deuda pública
El 42% del stock de deuda pública está en pesos ajustables por CER (aproximadamente unos $ 160.000 millones). Como el CER (coeficiente de estabilización de referencia) se elabora en base al IPC y éste está dibujado, lo que está ocurriendo es que, al mostrar un incremento menor al real, los tenedores de los bonos ajustables por CER reciben menos capital del que les correspondería. Es como si el Gobierno le dijera al inversor: "tengo que ajustar el bono en un 20% anual, pero como dibujé el IPC te voy a pagar sólo el 9% adicional". En definitiva, el Gobierno no está pagando todo lo que debería pagar.
Para tener una idea del problema en que nos ha metido el Gobierno con el festival de bonos ajustables por CER que emitió, basta con dar un simple dato. Por cada punto de inflación mensual que se incrementa el IPC, la deuda pública sube en $ 1.600 millones mensuales. Una inflación del 10% incrementaría el stock de deuda en $ 16.000 millones. Ese aumento se comería todo el superávit fiscal.
De manera que la bomba de tiempo inflacionaria que ha desarrollado el Gobierno junto con el creciente endeudamiento en bonos ajustables por inflación nos lleva de cabeza a otro problema de deuda pública.
El día que sea insostenible la mentira oficial sobre la inflación, el 42% de la deuda será impagable y caeremos en otro default al tiempo que, nuevamente, estallará la pobreza y la indigencia.
Desde enero de 2007, los datos que publica el INDEC sobre la evolución de los precios ha sido fuertemente cuestionados debido a los cambios metodológicos que se le impusieron. La corrección en la Canasta Básica aumentó las sospechas sobre la precisión de la medición y esto puede provocar una mayor inflación por expectativas en lugar de reducirla. Hay que tener en cuenta que esta era la razón que justificaba los acuerdos de precios.
Acumulamos puntos extra. Al dudar sobre la veracidad de la información, los consumidores, los empresarios y los sindicatos le suman unos puntos "adicionales" a la inflación oficial. Este "extra" suele ser exagerado, dado que las personas tienden a ver sólo los precios que más suben. Por lo tanto, la única opción que queda para bajar la inflación es atacar sus causas fundamentales
Los acuerdos de precios o las intervenciones metodológicas en el INDEC generan cierta incertidumbre, que en el futuro puede hacer mella sobre los esfuerzos que para atraer inversiones. Claro que sin contar con el hecho de que el Gobierno pierde un instrumento que sirve para medir la eficiencia de sus propias políticas.
Entre las "soluciones" que intentó el Gobierno para una inflación que crece, tampoco sirvió "matar al mensajero", metáfora que se hizo carne, el mensaje sigue siendo el mismo, y su correspondencia con la realidad también
¿Por qué son necesarias las estadísticas?
Las mismas son relevantes para tomar decisiones, sean de políticas públicas y/o decisiones privadas.
¿Por qué las estadísticas deben ser elaboradas por organismos públicos?
Principalmente porque las estadísticas no tienen apropiabilidad privada, o sea que ningún privado puede generar recursos de las mismas. Sólo los gobiernos pueden gastar fondos públicos provenientes de impuestos para hacer frente a los salarios para realizar los relevamientos estadísticos. El Gobierno no cumple con la cláusula del "secreto estadístico" que es básica para poder realizar esos relevamientos.
El INDEC no sólo elabora estadísticas sobre precios (IPC, IPM, Construcción, Supermercados, etc.) por lo cual es cuestionado, sino que elabora estadísticas sobre Población, Calidad de Vida, Trabajo e Ingresos, Educación, Salud, Seguridad (atrasadas), Turismo, Sectores (Agropecuarias, Minería, Energía, Industria, Construcción, Comercio, Servicios, Sector Externo), Empresas y las Cuentas Nacionales, entre las de rutina.
A esas estadísticas deben agregarse los tres censos. ¿Cada cuántos años se realiza un censo? Por convención de las Naciones Unidas, debe ser como mínimo cada 10 años. El Censo Poblacional, en años que terminan en 0; el Censo Nacional Económico, en años que terminan en 4, y el Censo Nacional Agropecuario, en años que terminan en 8. Y la elección de los años no es "casualidad", es para medir a nivel mundial la población, la riqueza económica y los stocks pecuarios y áreas sembradas.
Las provincias. El sistema estadístico argentino está conformado por el INDEC a nivel nacional y las 24 Direcciones Provinciales de Estadísticas (DPE) de cada una de las provincias. Las DPE no están ajenas a las estadísticas. En un país con organización federal las mismas deberían ser confeccionadas por las DPE. Sin embargo, muchos gobiernos provinciales fijan presupuestos exiguos a las DPE, dependiendo las mismas entonces de los fondos enviados por el INDEC (para la EPH, etc.). Hay DPE buenas y las hay malas, como las personas. Pero lo increíble es que las provincias no inviertan en sus DPE para disponer de los datos, a efectos de tomar medidas de políticas públicas. No sólo tenemos problemas con el INDEC, sino también con muchas DPE.
La tentación. Para los gobiernos de cualquier país controlar las estadísticas es una tentación (por ejemplo, en Gran Bretaña las estadísticas de delitos son elaboradas por el organismo encargado de combatir el crimen) pues les permite retocar las cifras por las que son evaluados. Con ello lo único que logran es no disponer de estadísticas válidas que les permitan elaborar e implementar políticas consistentes de largo plazo como acá la política local anti inflacionaria debe ser establecida sobre la inflación real y no sobre la inflación resultante del IPC "tramposo".
En los EE.UU. se publican cuatro índices de precios consumidor alternativos, con y sin productos estacionales, con y sin energía, y uno que toma en cuenta el gasto de los consumidores. En nuestro país parece que será uno solo, y seguramente será el que muestre la menor tasa de inflación mensual.
Conclusión. Un nuevo IPC lleva a una "discusión metodológica", pero un "cambio arbitrario de canasta y/o muestra" (como el caso turismo y vaya uno a saber qué otros ítems en 2007) no es igual o lo mismo. Lo primero es una discusión académica, lo segundo, "ser cocinero de números".
El hecho de hacer reemplazos arbitrarios tiene solamente una consecuencia importante, que es justamente la pérdida de credibilidad de una estadística, cuando ésta depende casi enteramente de su confianza. La confianza se destruye en un simple acto, en forma instantánea, pero su reconstrucción lleva mucho tiempo y según lo que se destruya se pueden tardar décadas en su reconstrucción.
¿Podrá ser reemplazado el IPC oficial por índices privados?
Seguramente. No contendrán tantos productos y servicios como el IPC del INDEC, pero al menos mostrarán la "verdadera tasa de inflación" en lugar de la "inflación oficial", la que cualquier persona desecha luego de visitar un almacén o supermercado.
La pregunta que se debe hacer es ¿cuál es el máximo de impuesto inflacionario que el Gobierno puede aplicar sin perder apoyo político? Todo parece estar indicando que el Estado percibe que ya ha llegado al tope tolerable por la población o está muy cerca de llegar al máximo posible.
Las estadísticas sirven para 2 cosas: determinan directamente ciertas decisiones y ayudan a realizar diagnósticos.
Las estadísticas determinan directamente decisiones cuando el número de los diputados que integran la respectiva Cámara en el Congreso Nacional es proporcional al número de habitantes de cada provincia, y este dato surge de los censos; y también determinan directamente decisiones cuando la estimación oficial de la variación de los precios se utiliza para indexar el valor de los títulos públicos, alquileres u otro tipo de contratos. En el plano internacional, las estadísticas sobre déficit fiscal y PBI de los diferentes países europeos servían para determinar qué países cumplían, y cuáles no, el Tratado de Maastricht.
El uso de las estadísticas es la herramienta para realizar diagnósticos. En este sentido las estadísticas sirven para complementar la visión que surge de la experiencia individual y la que se desprende de la interacción directa.
La estimación sistemática de estadísticas, por parte de los Estados, destinada a verificar modificaciones de corto plazo en variables económicas como precios, PBI, comercio exterior, finanzas públicas, stock de dinero y depósitos, etc., es propia de la segunda mitad del siglo XX.
Con anterioridad hubo esfuerzos aislados e individuales, en PBI desde el siglo XVII, en precios desde la segunda mitad del siglo XIX, en comercio exterior y finanzas públicas hay registros bien viejos, pero no por razones estadísticas sino de control por parte de las autoridades.
Algún día al INDEC le permitirán recuperar su autonomía y profesionalidad. Cuando eso ocurra no habrá que imaginar qué hay más allá de nuestra experiencia individual, para ubicarnos en el entorno en el cual operamos, sino que lo podremos hacer de manera directa
La primera lección de la estadística matemática nos enseña que los números índices pueden determinarse de manera simple o ponderada
Los índices simples
- Los índices simples son aquellos que no tienen en cuenta el peso ni la participación de distintas cantidades de bienes consumidos. Es decir, se limitan a consignar precios exentos de cantidades.
Estos índices simples se calculan de diversas maneras, sujetas a metodologías universalmente reconocidas:
- como una mera suma de precios reales para distintos productos, como ser: alimentos, indumentaria, servicios y bienes de consumo durable. El método toma el resultado de esa suma para un mes determinado y lo equipara a una base igual al número 100.
- como un promedio aritmético de precios relativos, relacionando el precio de cada producto para un mes determinado con el precio del mismo producto en el mes tomado como base y promediando luego todos los datos relativos.
- como una mediana de precios, ordenando todos los precios relativos para cada mes y calculando cuál es el promedio entre el más alto y el más bajo. Ese promedio se denomina "mediana de una serie de precios".
- como un promedio geométrico de precios, que es una variante del método de promedios aritméticos, con la diferencia de que, en lugar de sumar los precios de los distintos productos, se los multiplica y al resultado se les extrae la raíz con exponente "n".
- como un promedio armónico de precios relativos, que consiste en determinar la media aritmética de la razón inversa de todos los precios relativos.
Con estos cinco métodos alternativos, el secretario de Comercio Interior tendría un primer abanico de datos mensuales, concordantes y explicativos de situaciones reales variadas
Índices de precios ponderados.
Pero, si quisieran avanzar en un camino de mayor precisión científica, correspondería ponderar cada uno de los precios relevados por los encuestadores del INDEC por la cantidad realmente consumida. Para ello, se podría utilizar la encuesta de hogares existente, que indica cuál es la cesta o canasta de bienes que componen el consumo habitual de una familia que vive en Capital Federal o en las capitales de provincias.
Esta cesta de cantidades de distintos productos puede permanecer fija e inmutable a través del tiempo para multiplicar cada producto por el precio correspondiente. El método se denomina "Laspeyres" en homenaje al estadístico alemán Etienne Laspeyres (1834-1913), que lo ideó para conocer cuál es el precio actual de una canasta de bienes que se consumía en un tiempo pasado, denominado período base. El método se caracteriza porque supone invariable las cantidades y tipos de productos consumidos. El índice de Laspeyres, utilizado por el INDEC hasta la intervención de enero 2007, permite comparar con un mes determinado una serie de datos extendida hacia el pasado o hacia el futuro.
Como generalmente se afirma que la gente modifica sus hábitos de consumo -cambiando aquellos productos que suben de precios por otros que se mantienen estables, o introduciendo productos que la publicidad les muestra como más atractivos y novedosos- surgió otra fórmula alternativa que se denomina "Paasche", en homenaje a otro estadístico alemán, Hermann Paasche (1851-1925), quien estableció una metodología diferente que consiste en modificar la cesta o canasta de productos consumidos mes a mes según las preferencias de los consumidores, de manera que se pueda determinar qué precios hubiera tenido en el pasado la canasta de bienes que hoy se está consumiendo. Esta muestra cambiante es multiplicada por los precios de todos los artículos para compararlos con los precios que tenían en el período considerado base.
Cada uno de estos métodos tiene sus pro y contra. De todas maneras, los índices de Laspeyres y Paasche pueden combinarse entre sí, de modo de calcular un tercer índice denominado "Índice ideal de Fisher". Para obtenerlo, se debe multiplicar ambos cálculos y sacar la raíz cuadrada del resultado de esa multiplicación. Así, se obtiene un tercer índice matemático que promedia geométricamente el índice de una canasta rígida (Laspeyres) con el índice de una canasta flexible (Paasche).
Índices de precios ajustados
Aun más: si se alega que los índices de precios están afectados por circunstancias estacionales -como por ejemplo el precio de las naranjas en verano o el precio del tomate y la lechuga en invierno-, entonces se pueden realizar ajustes estacionales o índices de precios desestacionalizados, los cuales tienen en cuenta esas fluctuaciones periódicas para suavizar su incidencia en el cálculo mensual del índice.
Para eliminar esas oscilaciones más o menos regulares, se pueden emplear diferentes métodos estadísticos: uno, denominado de los promedios móviles, se logra sumando la serie de doce meses, añadiendo el nuevo mes que va a medirse y restando el del año anterior. Tales promedios actualizados van dejando atrás los precios de hace más de un año e incorporan los precios de los nuevos períodos a medida que avanza el tiempo.
Otro método alternativo, más complejo, consiste en determinar el ajuste de las oscilaciones de precios por medio de curvas de series potenciales que permiten eliminar las tendencias de largo plazo sobre los precios. El ajuste de la tendencia puede realizarse con el criterio de una simple línea recta que une la serie de altibajos en los precios o, también, con una curva potencial de segundo grado, denominada parabólica.
Asimismo, pueden utilizarse otras curvas para ajustar datos de un índice de precios: la de Gompertz, activamente empleada en el cálculo actuarial, y la exponencial o logística de Pearl-Reed.
De manera que si los funcionarios del gobierno tuvieran un poco de conocimiento básico de la estadística matemática, se habrían abstenido de obrar como actuaron al destruir la confiabilidad del INDEC. En vez de recurrir a la intervención prepotente y grosera, podrían haber ofrecido un abanico de nueve índices de precios distintos para explicar la realidad del "modelo de acumulación con matriz multisectorial" que su coeficiente intelectual les permita.
Hubiésemos ganado en serenidad, confianza y previsibilidad, para que cada cual pudiese elegir aquella serie de datos que según su particular apreciación se corresponde con la realidad que vive.
- Después de más de un año de manipulaciones que alcanzan directa o indirectamente a casi todo el sistema estadístico, las dificultades para recomponer lo deteriorado son incalculables. No sólo por la tarea estadística propiamente dicha, con lo engorroso que puede resultar rehacer la serie histórica, sino por un sinnúmero de consecuencias económicas, laborales y judiciales.
INDEC no difundirá la inflación de las provincias
La titular del organismo, Ana María Edwin, le comunicó a las provincias que se "discontinuará" la publicación del IPC Nacional.
Como un segundo paso en esta iniciativa, el INDEC decidió dejar de difundir el Índice de Precios al Consumidor a nivel nacional, que reflejaba la evolución de los precios en distintas provincias, en el marco de la puesta en marcha del nuevo sistema para medir la inflación.
Hasta el momento, en ocho jurisdicciones, incluidas Mendoza, Córdoba y Rosario, entre otras, se relevaban los precios de bienes y servicios, para luego ser publicados en el boletín del INDEC, mientras que ahora sólo se hará con Gran Buenos Aires.
En los últimos meses, los indicadores provinciales en algunos distritos llegaban a duplicar e incluso triplicar los guarismos del área metropolitana, siempre según las mediciones oficiales.
El Índice de Precios al Consumidor Nacional se desagregaba en un índice para la Ciudad de Buenos Aires y otro para los Partidos del Gran Buenos Aires. A su vez, el IPC de la provincia de Buenos Aires se componía de los índices de los 24 partidos del Gran Buenos Aires, La Plata y Mar del Plata.
El resto de las provincias participantes recolectaban precios en los siguientes aglomerados: provincia de Córdoba: Gran Córdoba; provincia de Santa Fe: Gran Rosario y Gran Santa Fe; provincia de Mendoza: Gran Mendoza; Provincia de Tucumán: Gran Tucumán; provincia de San Luis: ciudad de San Luis; provincia de Catamarca: Gran Catamarca.
La metodología utilizada era la misma para cada una de las provincias. No obstante, las características de cada una de ellas determinaban que el índice se elaborara a partir de canastas y ponderaciones diferentes para los productos que las integran, determinando incidencias y niveles distintos en cada jurisdicción.
Mientras el IPC del Gran Buenos Aires se elaboraba con una canasta de 818 variedades, el resto de las provincias utilizaba entre un máximo de 480 y un mínimo de 238 variedades de productos, de los cuales sólo 162 son comunes a todas las provincias
Rebelión estadística: las provincias se agrupan para difundir sus números
Luego de que la directora del INDEC, decidiera suspender la difusión de los IPC de las provincias por razones metodológicas, los estadísticos de todas las jurisdicciones se reunieron en Buenos Aires. En su mayoría, decidieron que continuarían difundiendo los números que relevan hasta ahora. Y podrían sumarse otras más para hacer un relevamiento "lo más completo posible". Los técnicos recelan de los argumentos de Edwin a pesar de que los índices de las provincias, efectivamente, no serán homogéneos con el nuevo IPC nacional.
Con la inminencia del debut del nuevo índice de precios al consumidor (IPC), el INDEC se enfrentó al dilema de qué hacer con los índices de inflación provinciales que todavía no incorporaron la nueva metodología. Así fue que la semana pasada decidió discontinuar la publicación centralizada de estos datos, que los analistas consideran más aproximados a la inflación real.
Las miradas de los analistas se centraron en San Luis, la única jurisdicción que conserva plena independencia en la confección de sus estadísticas tras la intervención del INDEC de enero del año pasado. Esto motivó que, los directores de Estadística provinciales, reunidos por la Dirección Nacional de Población del Ministerio del Interior, en el marco de la Comisión Federal de Población, abordaron la cuestión, independientemente de la convocatoria. "Charlamos entre nosotros y el tema central era el del INDEC y cómo repercute su situación en el sistema estadístico nacional"
Los técnicos del Indec denuncian: "se confunde secreto estadístico con secreto de estado"
El ex Jefe de Gabinete Alberto Fernández presentó tiempo atrás, la nueva metodología de medición. Pero los profesionales del organismo dijeron que desconfían del cambio y piden el fin de la intervención.
Muy lejos de los trabajadores del organismo que descreen de un verdadero cambio y del debate público que merecía por las constantes críticas a la medición de la inflación, el Jefe de Gabinete, presentó ayer junto a las autoridades del Indec dispuestas por el Gobierno el cambio en la metodología de la medición del índice de precios al consumidor (IPC) que reemplazará a la vigente.
Si bien se trata de un cambio relevante -si se tiene en cuenta que desde hace más de un año el organismo se encuentra intervenido y sus estudios cuentan con el descrédito de la mayoría de la población.
El trabajo sobre el nuevo IPC, que hace ocho meses que se utiliza en paralelo con el cuestionado aunque se negó a dar a conocer los datos que arrojó hasta ahora, se realizó bajo absoluta reserva por los funcionarios dispuestos por el Gobierno desde la intervención y su grupo de colaboradores.
El ex jefe de Gabinete destacó que el nuevo índice buscará "reflejar más adecuadamente cómo varían los precios teniendo en cuenta cómo se consume (en la actualidad) en la Argentina
En ese sentido, precisó que el nuevo índice comprende "lo que consumen más de las dos terceras partes" de la población y "el 77 por ciento de los precios de bienes y servicios" de uso masivo.
Al respecto, precisó que el IPC actual considera "consumo" lo que en realidad es un "salario", como en el caso de las remuneraciones del personal doméstico; las mediciones se hacen de lunes a viernes, pese a que muchas ofertas de los grandes centros de compra tienen lugar los fines de semana y, principalmente, subyace una "inflación importada" por la incorporación de gastos de bienes y servicios del exterior.
Dentro del desmanejo inflacionario que hemos padecido los argentinos durante décadas y viendo el rotundo fracaso que ha tenido la política de controles de precios, en esta oportunidad hemos llegado a un extremo que nunca antes se había producido: la intervención del INDEC. Ni José Ber Gelbard con sus fuertes limitaciones intelectuales se animó a tanto
La percepción popular suele ser bastante más aguda y rápida que nosotros podemos registrar. Cuando la inflación sube, el poder de compra de los ingresos se deteriora mucho más de lo que indican las series de ingresos reales, pues los retrasos en los mecanismos de ajuste y pago de ingresos y salarios, pueden ser de magnitud tal que un salario perfectamente indexado (un salario que es ajustado mes a mes con la inflación), resulta una quimera.
En los hechos, para preservar ingresos reales medios con inflación creciente se requieren ajustes instantáneos y anticipación perfecta. En tiempos en que la inflación sube, la sensación de pérdida de calidad de vida se apodera pues de la mayoría de la población. Convivir con tasas de inflación de 2% mensual no es lo mismo que hacerlo con tasas de 1% mensual, porque nos exige acciones rápidas de corrección en nuestros ingresos y gastos que, de postergarlas, hunden nuestro poder de compra. Por ello la tasa de inflación constituye un indicador primario y sencillo del nivel de confort o incomodidad en que nos movemos
Pero no es el único elemento, ya que nuestros ingresos en general variarán en forma inversa con la tasa de desempleo: cuanto más bajo el desempleo, en general podremos esperar que los ingresos salariales se ajusten más rápidamente, exista o no una curva de Philips estable, la relación inversa es la más probable. En condiciones normales esperaríamos que ambos indicadores, inflación y desempleo se muevan poco y en forma opuesta, de modo que "en promedio" ello determinaría expectativas estables en el corto plazo, y un bajo nivel de ansiedad.
Pero no siempre estos índices se mantienen estables. Arthur Okun, quien fuera asesor de los presidentes Kennedy y Johnson, nos legó varios índices simples y sencillos, que permiten tener una idea rápida de "qué es lo que está pasando" a nuestro alrededor. Durante la presidencia de Nixon, y como reflejo de la situación de stagflación que caracterizaba ese período, propuso con particular sentido del humor -tal como recuerda Alan Greenspan en su reciente libro- un índice de incomodidad o malestar (discomfort index, luego rebautizado como índice de miseria) definido como la suma simple de las tasas de desempleo y de inflación
Obsérvese que el malestar se asocia positivamente con un aumento de cualquiera de sus dos componentes, de modo que un aumento del índice revela que prevalece un deterioro de las condiciones futuras (de inflación, de empleo, o de ambas). Qué reflejaba este índice, sino que más allá del trade off o relación inversa en general esperada entre desempleo e inflación, hay períodos en los que un aumento del índice señalaría un deterioro de las condiciones macroeconómicas, y una pérdida de bienestar o "aumento de la incomodidad". En lo hechos, es un indicador más de deterioro o mejora de las condiciones macroeconómicas, o una proxy de malestar.
¿Qué nos diría el mismo índice calculado para la Argentina en un período más o menos prolongado? Por un lado reflejaría en forma parcial las sensaciones de incomodidad con base en la situación económica, pues existen otras dimensiones que también son relevantes a la hora de anticipar o reflejar una sensación de pérdida de bienestar (en un país volátil como la Argentina, alguien probablemente agregaría otros componentes al índice, desde tasas de interés, a nivel de la presión tributaria
Señor Presidente:
Todas las consideraciones generales y técnicas que se han vertido precedentemente, son mas que necesarias para demostrar la ineficiencia demostrada por el Señor Secretario de Comercio Interior para el buen funcionamiento y operatividad del INDEC, agravado por el vaciamiento de su reconocido plantel técnico, llevando su prestigio ganado en tantos años y reconocidos internacionalmente, a la falta total de credibilidad que es lo máximo que puede pasarle a un organismo de estas características.
Si le sumamos las cantidades de denuncias públicas y judiciales que han remarcado esta situación anómala del Instituto desde que estuviera a su cargo, en lugar de haber implementado una reorganización integral que le diera autonomía fundamental con una estructura legal, tal como se propone en el proyecto de ley expediente 154-D- 2008, sobre nuevo Régimen legal del INDEC, presentado por el suscripto de este proyecto
Por todo ello se considera necesario concretar el pedido de informes al Poder Ejecutivo a efectos de que el máximo responsable de tal situación, el Señor Secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, seguramente deberá rendir cuentas en la justicia de sus gravísimas irregularidades producidas en el ámbito del INDEC, que afectaron el funcionamiento del organismo. y se solicita de los señores legisladores que acompañen el presente proyecto a los efectos de ser aprobado.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
GALVALISI, LUIS ALBERTO CIUDAD de BUENOS AIRES PRO
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
COMERCIO (Primera Competencia)