El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1: Declárase Lugar Histórico Nacional, conforme a lo dispuesto por la ley 12.665, al predio donde se emplaza el monolito, centro de interpretación, y ruinas de la casa de don Pablo Felipe Oros, ubicada en la localidad de Loma Blanca, en el Departamento General Manuel Belgrano, provincia de La Rioja, lugar donde fuera asesinado el 12 de Noviembre de 1863 el General Angel Vicente "Chacho" Peñaloza en manos de generales unitarios.

Artículo 2: La Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, instrumentará todo lo atinente para el cumplimiento de la presente ley.

Artículo 3: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

Angel Vicente Peñaloza, riojano nacido en la localidad de Guaja, el 2 de octubre de 1798, localidad ubicada en el actual departamento que lleva el nombre de nuestro caudillo y conocido en la historia como "El Chacho".

Se inicia desde muy temprana edad en las milicias riojanas, llegando a ser el líder de las mismas. Participó activamente de la lucha entre federales y unitarios del siglo XIX. Nombrado por Urquiza jefe de los Ejércitos de La Rioja y Los Llanos, en 1863 se levantó en armas contra el gobierno federal. Luego de ser dispersadas sus montoneras, El Chacho salvó su vida refugiándose en la cueva que actualmente lleva su nombre en el paraje Los Colorados departamento de Independencia.

Ángel Vicente Peñaloza "El Chacho", fue asesinado salvajemente en Loma Blanca, paraje cercano a Olta, el 12 de noviembre de 1863. Moría de esta manera uno de los líderes más emblemáticos y románticos que había dado la región y el país.

A los pocos días de este brutal hecho, la pluma de José Hernández lo reivindicaba. Era el comienzo del revisionismo para los riojanos:

Decía Hernández: "Los salvajes unitarios están de fiesta. Celebran en estos momentos la muerte de uno de los caudillos más prestigiosos, más generoso y valiente que ha tenido la República Argentina. El Partido Federal tiene un nuevo mártir. El Partido Unitario un crimen más para escribir en las páginas de sus horrendos crímenes. El general Peñaloza ha sido degollado".

Ricardo Vera, jefe de la vanguardia de Pablo Irrazábal, militar uruguayo al servicio del entonces Presidente General Bartolomé Mitre y asesino del Chacho contaba que:

"Llegar al gran galope, rodear la casa en que estaba acampado el general Peñaloza y la fuerza que lo acompañaba, fue obra de un instante. Yo mismo fui quien pedí la rendición al general Peñaloza, que se encontraba sentado en un catre y con un mate en la mano. El general ni lo suyos hicieron resistencia alguna, entregándose presos en el acto, con excepción de los pocos que pudieron huir por la huerta en dirección al monte.

Recuerdo como si hoy mismo hubiera sucedido que a mi intimación de rendirse, el general me contestó 'Estoy rendido' y me pasó su puñal, que era la única arma que tenía en ese momento. Después de tranquilizarlo, envié el parte de lo ocurrido a mi jefe superior, el sargento mayor Pablo Irrazábal que con el grueso de la división venía media legua atrás. Una hora después el mayor Irrazábal llegaba al galope a la casa a donde yo mantenía preso al legendario caudillo de las montoneras riojanas.

Llegar y preguntar por el preso y pasarlo de un lanzazo, fue obra de un segundo, dando orden a los soldados que lo custodiaban que concluyeran con el herido, como en efecto lo hicieron con una descarga de carabina."

El ensañamiento con los restos del general Peñaloza no tuvo límites: el teniente Juan Junt, hizo cortar una oreja al cadáver del jefe masacrado y la envió en un sobre de regalo a Natal Luna, el dirigente más importante de los liberales en La Rioja en esos momentos.

Después le cortaron la cabeza y la enarbolaron en un poste en la plaza de Olta, del cual, unos días después, según la tradición, fue recogida por dos valientes ancianas olteñas, quienes, con la ayuda de un niño trasladaron los restos del cráneo y los sepultaron a un costado de la capilla de la población. Los restos del cuerpo del amado general de Los Llanos nunca se supo dónde fueron inhumados, hecho que sólo una mente perversa pudo tramar, para que el pueblo no "santificara" el lugar y se produjeran concentraciones con nuevas rebeliones y levantamientos contra los que conducían el país.

La noche del día de la captura y muerte del Chacho, fue festejada por los liberales en un baile oficial donde se enseñaba a los concurrentes la oreja mutilada del caudillo federal.

En el libro "Chacho. Medio siglo de Revolución y Guerra Civil en La Rioja y la Argentina de Ángel Vicente Peñaloza (1810-1863)" de Oscar Muiño, presentado recientemente, el autor cita al historiador riojano Dardo De la Vega Díaz quien reconstruye el momento de la muerte y el lugar del Chacho: "Peñaloza que estaba ajeno a tan encarnizada y dirigente persecución guarecíase, acompañado de 5 o 6 hombres, de la menuda llovizna con que amaneció el día 12 de noviembre, en la casa de Don Felipe Oros, en la misma aldea de Olta. Ocupábanse el general y sus huéspedes en tomar algunos mates y en relatar aquel los pormenores de su derrota de Caucete, cuando fueron sorprendidos por los estampidos de fusilería que a las puertas mismas de la casa dejáronse oír."

En el mismo texto de Muiño, se cita al entonces Gobernador de San Juan, Domingo Faustino Sarmiento, quién también relata desde el desprecio a la causa federal y popular, y compartiendo la algarabía de la muerte de Peñaloza, su versión: "Para llegar a Olta, pequeña y miserable aldea, es preciso descender de la sierra que divide la costa Baja de la del Medio, por una empinada cuchilla, cuyas vueltas y revueltas invierten más de una hora. Desde las puertas de los ranchos, vénse descender o subir lentamente los viajeros, y esta circunstancia hacía a Olta muy seguro lugar de refugio. Pero ese día Dios descargaba una lluvia, harto deseada para los sedientos campos, y nadie vio descender ni aproximarse a los primeros cincuenta hombres, cuya presencia sorprendió a todos y al Chacho que descansaba tranquilo, acaso rumiando nuevos planes".

El sitio que proponemos se declare lugar histórico es un predio donde se levantaba la vivienda de don Pablo Felipe Oros, amigo entrañable del Chacho Peñaloza, donde el general se refugió luego de escapar de la persecución del ejército unitario conservado y preservado por el Gobierno de la Provincia de La Rioja y el Municipio de General Belgrano.

En La Rioja, y mediante ley provincial 2.914, del 25 de agosto de 1964, se declaró lugar histórico provincial al sitio, junto con otros relevantes que hacen a la historia nacional.

Se encuentra en la localidad de Loma Blanca, cuyas coordenadas son 30°38'23.81" Latitud Sur 66°14'42.62" Longitud Oeste, a 2,5 Kilómetros de la Plaza de Olta, localidad cabecera del Departamento Manuel Belgrano, en la Provincia de La Rioja.

Allí mismo, los gobiernos locales fueron con gran esfuerzo ejecutaron mejoras para preservar el sitio donde se erigió un monolito, un edificio que opera como Centro de Interpretación, un rancho que es una aproximación en réplica de lo que fue la casa de Felipe Oros y un cuidado cerramiento con peatonal de acceso en laja al cual se le agregó cartelería con referencias y frases que hacen al relato historiográfico del hecho que enlutó a toda la región en noviembre de 1863.

En dicho paraje, donde el general se refugió luego de escapar de la persecución del ejército unitario al mando de Pablo Irrazábal, quién luego de una intensa búsqueda que incluyó la compra de voluntades de seguidores del Chacho, ejecutó personalmente de un lanzazo al "Padrecito de los pobres", General de los Llanos, líder popular y héroe provincial de todos los riojanos. No tuvo reparos en ejecutar la brutal acción, delante de los ojos de Victoria Romero, esposa del Chacho, y sus hijos.

En el año donde se conmemoran 150 años de aquel brutal asesinato del Chacho en manos de los denominados "Generales de Mitre", pretendemos en este proyecto rendir un nuevo homenaje al valiente prócer de nuestra tierra riojana, luchador hasta el día de su muerte por la causa de los humildes.

Por todo lo expuesto solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente proyecto de Ley.