La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar su más enérgico repudio por los hechos ocurridos el día miércoles 6 de agosto de 2008 en la Ciudad de Corrientes, cuando Cecilia Pando amenazara de muerte al Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde y a los jueces actuantes, en el marco del juicio por crímenes de lesa humanidad seguido a los represores correntinos del Regimiento de Infantería 9.

Señor presidente:

Aunque parezca extraño, vamos a tomar mano de números para iniciar la fundamentación del presente Proyecto de Declaración. Porque parece mentira que a poco de cumplirse 25 años ininterrumpidos del retorno de la democracia a nuestro país, todavía haya personas que nieguen el plan genocida que llevó adelante la desaparición de 30.000 argentinos y el secuestro y ocultamiento de la identidad de casi 500 niños apropiados por los militares. Y más aún sorprende cuando estos hechos a que referimos ocurren en salas de audiencia pública donde se juzgan, décadas después de cometidos, los crímenes de lesa humanidad ocurridos en la última dictadura militar. Y aún nos quedan números para agregar: a pesar de la magnitud del plan asesino, a pesar de los cientos de centros clandestinos de detención que operaron a lo largo y ancho del país, a pesar de los miles de testimonios que prueban las atrocidades cometidas por los militares en el poder, son sólo 400 los militares e integrantes de fuerzas de seguridad imputados por estos delitos aberrantes.

Y estos números, con la terrible carga que conllevan, son el contexto ineludible en que deben inscribirse los hechos repudiables de personajes como Cecilia Pando, que reinvidican el plan genocida, entorpecen el accionar judicial, y logran una tribuna para cometer más y más tropelías, como el increíble extremo de amenazar no sólo al Secretario de Derechos Humanos de la Nación, sino a los propios jueces que condenaron a los imputados por el caso del Regimiento de Infantería 9 y a los familiares de víctimas del terrorismo de Estado presentes en la sala del juicio. Vale la pena recordar que ese día, Cecilia Pando repetía la frase: "te voy a matar con mis propias

manos", señalando a Eduardo Luis Duhalde y haciendo el típico gesto de degüello.

Lamentablemente no es la primera vez que esta representante de quienes defienden la dictadura militar, nos somete por los medios de comunicación a escuchar y leer sus falsificaciones de la historia reciente. Creemos que esta actitud es una muestra más de que todavía sigue intacto el pensamiento que tienen los que aún sostienen, incluso contra las evidencias más elementales, que el genocidio y el terrorismo de Estado en Argentina fueron una guerra.

Combatir estas afirmaciones no sólo es discutirlas y demostrar su falsedad, sino también repudiar a aquellos que, como Cecilia Pando, hacen uso para fines oscuros de las herramientas democráticas como la libertad de prensa y de expresión.

En 1983 renació la democracia en nuestro país, y su defensa no puede sólo declamarse, debe practicarse incluso permitiendo que personajes de la talla de la mencionada ut supra gocen de todos los derechos y libertades posibles. Por eso también, creemos que en aras de la verdad histórica y de la justicia que aún no llega en toda su magnitud contra los genocidas, debemos denunciar a quienes pretenden con sus actos poner palos en la rueda en los procesos judiciales en curso para llevar a la cárcel a los represores y sus cómplices.

Ese es el objetivo del presente proyecto, el cual solicito a mis pares acompañen con su firma.