La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Adherir a la realización del Segundo Congreso Argentino de Cultura, organizado por el Ente Cultural de Tucumán, que se realizará en esa provincia durante el mes de Octubre de 2008.

Señor presidente:

El segundo Congreso Argentino de Cultura que se realizará en la provincia de Tucumán, tiene como objetivo efectuar un balance de los resultados alcanzados luego de que en el año 2006 se llevara a cabo el primero de esta clase en la ciudad de La Plata. En aquella oportunidad se propusieron como metas a alcanzar, el desarrollo de un plan de inclusión social, la profundización de la democracia, la formulación de propuestas orientadas a una acción cultural pública, la elaboración de una Ley Federal de Cultura, y mejorar la gestión del área a nivel federal, ideales que para que se cumplan, deberán materializarse en un proyecto de desarrollo nacional que establezca metas a corto, mediano y largo plazos. Las Políticas Culturales de Estado exigen definir los principios fundamentales que, orientarán la acción cultural pública y su interrelación con las políticas de desarrollo social y crecimiento económico, en un proceso que conduzca al desarrollo integral de la Nación.

Es por ello que el 2do. Congreso de Cultura interrelaciona cultura con desarrollo, y apunta a gestar las articulaciones necesarias para encaminar la acción cultural pública hacia el logro de los objetivos de desarrollo explicitados en la Declaración del Milenio.

Ya en el año 1995, el Consejo de Desarrollo Económico y Social de las Naciones Unidas -en su revisión de la Primera Década para la Erradicación de la Pobreza- señalaba que en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social se ha articulado un marco de acción. Ello fue mencionado en todas las cumbres internacionales realizadas desde entonces y, de manera especial, en la Declaración del Milenio, aprobada en 1989 por unanimidad por los Estados-miembro que, en el año 2000, suscribieron la Declaración sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Para el logro de este fin se comprometieron a establecer una alianza Norte-Sur de cooperación para el desarrollo. El plazo para el cumplimiento de esos objetivos es el año 2015.

La Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, aprobada en el seno de la UNESCO en octubre de 2005 -que fuera precedida por la Declaración sobre la Diversidad Cultural de 2001 y un intenso proceso de análisis y debate sobre la relación cultura-desarrollo- entró en vigencia en 2007.

La mayor trascendencia de la convención reside en que por primera vez proporciona un marco jurídico de validez internacional que ampara y reafirma los derechos culturales de los individuos y los pueblos, perfeccionados y ampliados en diversos documentos de la UNESCO, a partir de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1948. Entre ellos, cabe destacar los derechos a participar en la vida cultural de la comunidad, a producir y emitir discursos y bienes culturales, a la propia identidad y a la diversidad cultural en cuanto aspecto insoslayable del diálogo intercultural. Ratifica el derecho a la igualdad de acceso a los bienes y servicios vinculados a la sociedad del conocimiento, siendo este un punto clave de la relación cultura-desarrollo. En julio de 2006 la Argentina también suscribió La Carta Cultural Iberoamericana. Son estos dos compromisos internacionales a los que el Estado debe dar respuesta.

El logro de los Objetivos del Milenio depende de dos campos de acción: uno es el de las políticas y acciones de cooperación para el desarrollo que emprenda la comunidad internacional y el otro, depende de las políticas nacionales de desarrollo que instrumenten los Estados. Si bien, desde 2002, la Argentina viene experimentando un elevado crecimiento económico que hizo descender los índices de pobreza, indigencia y desempleo, hasta el momento no ha podido dar respuesta plena a los ocho objetivos propuestos. A mitad de camino para el 2015, cumplir con este compromiso reclama un esfuerzo conciente, mancomunado y planificado de los diferentes organismos públicos y de la articulación entre éstos y los sectores social y privado dentro del país y a nivel de la integración sub-regional.

La relación de las políticas culturales con los ODM puede sintetizarse en los siguientes ejes principales: generar las condiciones para un desarrollo social y ambientalmente sustentable, impulsar la creación de una pluralidad de medios de comunicación, revalorizar el papel de la cultura en la sociedad de la información y el conocimiento, contribuir a la construcción de una cultura internacional de paz, redefinir el rol del Estado en la cultura y encarar los procesos de descentralización, participación social e integración, en tanto aspectos decisorios de la modernización y el fortalecimiento institucional de las políticas públicas, en particular las culturales y de comunicación.

Por todo lo expuesto, pido el voto favorable de mis pares.