La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más enérgica preocupación ante las violaciones de los derechos laborales de la que son objeto los y las trabajadoras del sistema de salud pública de la provincia de Tucumán. Asimismo, expresa su más profundo pesar y malestar por el fallecimiento de dos enfermeras del Hospital de Niños de la provincia de Tucumán durante el mes de julio de 2009, ocurrido como consecuencia de la falta de prevenciones ante el contagio de la gripe A por parte del Ministerio de esa provincia.

Señor presidente:

Las y los trabajadores del sistema de salud pública de la provincia de Tucumán vienen sufriendo desde hace años constantes violaciones a sus derechos laborales. Estas violaciones se manifiestan, entre otras cuestiones, en el pago de salarios y aumentos en negro, el no reconocimiento de la insalubridad de las condiciones laborales y la falta de estabilidad en el empleo a partir de la no vigencia de la ley de carrera sanitaria y la transitoriedad contractual de muchos/as de los/as empleados/as de los efectores públicos de la salud.

A esta situación de vulnerabilidad debe agregarse la falta de medidas preventivas públicas que debieron ser diseñadas e implementadas por el gobierno de la provincia de Tucumán, sobre todo ante la crítica situación nacional creada por la epidemia de la gripe A.

Este escenario de indefensión de los y las trabajadoras llegó al paroxismo a fines de julio de 2009. En efecto, el 29 de julio y el 31 de julio fallecieron dos enfermeras que trabajaban en el Hospital de Niños de la provincia de Tucumán por contagio de gripe A. Ambas estaban trabajando en negro. Todo ello ha motivado que recrudeciera la movilización social que en esa provincia están protagonizando los y las trabajadoras reclamando la plena vigencia de sus derechos y que cuenta con profundo apoyo de la población.

Consideramos que esta situación es intolerable. No es posible que el Estado sea el primero en violar las leyes laborales y que además, ponga en riesgo la salud de los y las trabajadoras, careciendo de políticas preventivas ante las enfermedades que pueden padecer las personas que habitan en nuestro país y descuidando además, a quienes intentan proteger, cuidar y sanar a esas personas. Que tal ausencia de políticas haya cobrado la vida de dos enfermeras es un hecho sumamente doloroso y repudiable. Todo ello se podría haber evitado. Pero que además, esas trabajadoras no contaran con el amparo y la garantía del efectivo disfrute de sus derechos laborales, no puede menos que conducirnos a nuestro más enérgico repudio ante toda esta situación.

Es por ello, Señor Presidente, que solicitamos se apruebe este proyecto de declaración.