La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su enérgico rechazo a las afirmaciones del presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, Senador Ernesto Sanz, según afirmó que la Asignación Universal por Hijo para Protección Social favorecería el juego y la drogadicción.

Señor presidente:

Diversos medios de prensa dieron cuenta que el presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, senador Ernesto Sanz, afirmó en una entrevista con una radiodifusora santafecina el jueves 13 de mayo de 2010 que "en el conurbano bonaerense la Asignación Universal por Hijo, que es buena en términos teóricos, se está yendo por la canaleta de dos cuestiones: el juego y la droga. Usted advierte del dos al diez cómo aumenta la recaudación de los bingos y de los casinos, y cómo se nutre el circuito ilegal de la droga a través de la plata que recaudan los famosos dealers de la droga".

La liviandad con que el senador correlaciona dos hechos (a saber, el cobro de la asignación universal y el supuesto simultáneo aumento del juego y el consumo de drogas) es incompatible con cualquier discusión mínimamente seria acerca de los problemas sociales a los que hace alusión. Cualquier principiante en ciencias sociales sabe que aun si hubiera correlación entre dos hechos, desde ya habiendo establecido empíricamente la ocurrencia de ambos con indicadores probados y no meras percepciones subjetivas o afirmaciones de analistas convenientemente anónimos, dicha variación conjunta perfectamente puede ser espuria o explicada por otros factores (en el caso presente, hasta se podría aventurar, que del dos al diez de cada mes gran parte de los trabajadores -incluyendo a quienes, lamentablemente, juegan y consumen drogas- cobran salarios y jubilaciones, y que estas remuneraciones han tendido a crecer en los últimos tiempos).

Pero no nos parece que lo repudiable sea este ejercicio de sociología carente de fuentes y rigurosidad que desarrolla a su cuenta y riesgo el señor Sanz, sino que con esta clase de declaraciones no hace sino dar crédito a viejos y arraigados prejuicios sociales. Nos referimos a la idea que los pobres son invariablemente viciosos e indolentes, dados al juego y a la droga, que despilfarran aquello que la sociedad les brinda para mejorar su condición, y que por lo tanto los esfuerzos de política social que se realizan en tal sentido muéstranse esencialmente contraproducentes, ya que a pesar de ser bien intencionados, terminan favoreciendo conductas perniciosas que precisamente conspiran contra la mejora que se pretende lograr. Aun si el propósito de Sanz no fue estigmatizar a nadie, el tenor de estas declaraciones, y sobre todo el razonamiento sociológico que prefigura, no deja espacio para dudar acerca de sus implicancias discursivas.

Demostrando el Senador Sanz con sus dichos un absoluto desconocimiento de la realidad. El verdadero impacto de la Asignación Universal por Hijo, según un estudio del CONICET, se refleja en el aumento de la matrícula escolar en un 20%, en una mejora de la equidad social, en el aumento de la demanda de alimentos, indumentaria y juguetes, por ejemplo. Y su consecuencia más importante, la reducción de los índices de indigencia, entre un 54 y 68%, y de los índices de pobreza en un 13 y 32%. (1)

En efecto, la de Sanz no es más que otra retórica de la reacción, que no se atreve a oponerse directamente a una política social, a la que considera "buena en términos teóricos", sosteniendo que finalmente, en los hechos -los hechos que relata Sanz, desde ya- esta política social termina logrando lo contrario que se propone, porque fomenta actividades improductivas que tienden a perpetuar la situación de pobreza que al mismo tiempo pretende combatir. La conclusión a la que busca arribar esta retórica, por supuesto, es que ayudar económicamente a los pobres es tirar la plata a la basura, porque esa plata al final se va "por la canaleta del juego y la droga".

Consideramos por estos motivos que las declaraciones del señor Sanz merecen una expresión de repudio de esta H. Cámara.

Por las razones expuestas, y por las que se darán en oportunidad de su tratamiento, solicitamos la aprobación del presente proyecto.