La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más enérgico repudio a la decisión del Juez Federal de Ushuaia Federico Calvete de considerar un impedimento para postularse como precandidata a Diputada Nacional a Elida Deheza por haber sido condenada a inhabilitación perpetua durante la dictadura de 1976 - 1983, época cuando fue secuestrada y torturada.

Señor presidente:

El Sr. Juez Federal de Ushuaia Federico Calvete consideró como impedimento para la postulación a la precandidatura como Diputada Nacional de la actual legisladora Elida Deheza el hecho de que la misma contara con una condena de inhabilitación para ejercer cargos públicos. Empero, y tal como informó el periódico local Sur54, "[e]l magistrado sostuvo ese argumento a pesar de que la pena contra Deheza fue instrumentada en 1979 (hace 32 años) basándose en un artículo del Código Penal (el 19 bis) que fue derogado en 1984, con el retorno de la democracia al país. En una resolución del 7 de julio, Calvete finalmente hizo lugar a la oficialización de la precandidata, aunque condicionada a que el Juzgado 2 de Rosario se expida a favor del cese de la inhabilitación". Continúa la noticia afirmando que "Deheza fue detenida por un grupo de tareas del Ejército en 1977 y estuvo desaparecida más de un año hasta que fue puesta a disposición del Poder Ejecutivo y juzgada por un Consejo de Guerra. 'Recién después ese Consejo pasó las actuaciones a la Justicia Federal de Rosario, que dictó una sentencia sin ningún tipo de instrucción previa. No se llamaron testigos ni se produjo prueba'".

No solo se trata de la imputación por un delito que ha sido removido del Código Penal de la Nación (razón por la cual todas las condenas deben ser revisadas de oficio y dejadas sin efecto), sino que claramente representa un hecho de violencia estatal del cual Deheza fue víctima, y hoy está siendo utilizado por sectores del Poder Judicial para impedir el accionar democrático. El pronunciamiento del magistrado en cuestión denota una saña particular en impedir la participación democrática de la actual legisladora por el hecho de tener una visión política simétricamente opuesta.

Es inconcebible que quienes más han padecido el terrorismo de Estado más sangriento que vivió nuestro país, tengan que seguir soportando la carga de las injusticias allí cometidas, mientras que grupos reaccionarios y antidemocráticos siguen ostentando investiduras republicanas para sostener una postura totalitaria disfrazada de justicia.

Estos resabios de la dictadura que tanto daño ha hecho a los/as argentinos/as debe ser repudiado desde las instituciones democráticas, razón por la cual solicito a mis pares el acompañamiento de este proyecto.